Tras el recuento de más del 99% de las papeletas, Calin Georgescu, pro-ruso, contrario a la ayuda a Ucrania y crítico con la OTAN, obtuvo el 22,94% de los votos emitidos, por delante de Elena Lasconi, de centro-derecha y ex alcaldesa de una pequeña ciudad, que obtuvo el 19,17% en el escrutinio del domingo. El primer ministro y pro europeo, Marcel Ciolacu, descendió al tercer puesto por apenas mil votos y queda fuera del balotaje. 

El independiente de extrema derecha, Calin Georgescu, venció en la primera vuelta de las elecciones en Rumanía, con el 22,94% de los votos, mientras que la centroderechista Elena Lasconi obtuvo el 19,17%, lo que la situó en segunda posición. Es por ello que el primer ministro y candidato pro europeísta, Marcel Ciolacu, quedará fuera del balotaje y confirmará el giro pro ruso elegido por el país.  

Georgescu se hizo viral en los últimos días en la red social Tik Tok pidiendo detener todo apoyo a Kiev. Según dijo el domingo, "el pueblo rumano ha gritado por la paz. Y ha gritado muy alto, extremadamente alto".

En un principio, el resultado arrojaba una segunda vuelta en la que lucharían un pro-ruso Georgescu y el pro-europeo, Marcel Ciolacu. Pero los resultados de las grandes ciudades y los votos en el extranjero se contaron en último lugar y dejaron definitivamente fuera al hombre más cercano a Bruselas.

El independiente ultraderechista Georgescu, la sorpresa

La gran sorpresa de la jornada, por lo tanto, la dio el independiente Georgescu y él mismo afirmó al cierre de las urnas que esto fue "un asombroso despertar de la conciencia", según recoge el diario digital Digi24.ro.

De esta manera Georgescu y Lasconi pasan a la segunda vuelta de los comicios electorales, que se celebrarán el 8 de diciembre.

Las encuestas previas a las elecciones apenas le pronosticaban a Georgescu el 5 % de los votos, y el portal Transtelex.ro aseguró que el candidato considerado como prorruso y radical, que fue un aliado del partido de extrema derecha Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), logró su popularidad en las redes sociales.

El discurso anti-sistema ha calado en los rumanos, quienes se han fijado en este tipo de candidatos, con el telón de fondo del auge de los movimientos ultraconservadores en Europa.

Rumanía, miembro de la UE y la OTAN, atraviesa un tenso clima social y geopolítico. El país está situado a las puertas de Ucrania y su papel estratégico se ha vuelto vital desde el inicio de la guerra. 

El resultado es, por lo tanto, una convulsión para este país de 19 millones de habitantes, que hasta ahora se había resistido a las posturas nacionalistas, desmarcándose de Hungría y Eslovaquia. 

Un momento delicado para Europa

El escenario rumano encuentra a Europa en una encrucijada, a menos de dos meses de la toma de posesión de Donald Trump, quien no ha dejado de compartir sus cuestionamientos sobre el papel de Estados Unidos en la OTAN.

Rumania forma parte de tanto de la Alianza Atlántica como de la Unión Europea, y a pesar de ser una democracia parlamentaria, su régimen presidencial de cinco años otorga atribuciones fundamentales al mandatario en materia de defensa, política exterior y seguridad nacional.

Leer tambiénRumania y Bulgaria ingresan al fin al espacio Schengen, aunque parcialmente

Bajo el mando del saliente Klaus Iohannis, quien no pudo optar a la reelección porque se encuentra en el segundo y último periodo que le permite la legislación, Bucarest ha sido no sólo un aliado estable de la ayuda militar a Ucrania, a la que incluso donó una batería de defensa antiaérea Patriot, sino también un auxilio económico, porque ha permitido la exportación de toneladas de cereales ucranianos a través del puerto de Constanza, en el Mar Negro.

La economía europea se ha desacelerado, por lo que la Unión Europea está a las puertas de impopulares medidas fiscales, en medio de un escenario de déficit público récord. Eso deja a muchos países de los 27 a merced de ultranacionalistas como Simion.

Con AP y Reuters