La Comisión Electoral de Georgia declaró este jueves 31 de octubre que un recuento parcial de los votos confirma que el partido gobernante Sueño Georgiano ganó las disputadas elecciones parlamentarias del pasado sábado 26 de octubre. Los movimientos políticos de la oposición prooccidental denuncian un presunto fraude e injerencia electoral por parte de Rusia.
El recuento parcial de los votos en las disputadas elecciones parlamentarias de Georgia confirma la victoria del partido gobernante, según informaron el jueves las autoridades electorales este 31 de octubre, después de que los partidos de la oposición denunciaran infracciones y Washington y Bruselas exigieran una investigación.
Georgia se sumió en la incertidumbre política tras las elecciones del pasado sábado 26 de octubre, ya que la oposición prooccidental afirma que el partido gobernante Sueño Georgiano "robó" los comicios, por lo que se niega a reconocer sus resultados.
La presidenta proeuropea Salomé Zurabishvili, enfrentada al partido gobernante, ha declarado “ilegítimos” los resultados de las elecciones, alegando la interferencia electoral de una “operación especial rusa”.
La Comisión Electoral Central declaró a la agencia de noticias AFP que el recuento en alrededor del 12% de los colegios electorales, que suponen el 14% de los votos, “no ha dado lugar a un cambio significativo de los resultados oficiales anunciados anteriormente”.
“El recuento final solo varió ligeramente en el 9% de los colegios electorales recontados”, declaró una portavoz.
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La UE y EE. UU. piden investigar presunto fraude electoral
Decenas de miles de personas salieron a la calle el lunes para protestar contra el supuesto fraude.
Los observadores internacionales, la Unión Europea y Estados Unidos han denunciado irregularidades electorales y exigido una investigación exhaustiva.
El Ministerio del Interior de Georgia informó de que dos personas habían sido detenidas tras la presunta manipulación de papeletas en un colegio electoral provincial, mientras que la Fiscalía informó que había abierto 47 causas penales por presuntas violaciones electorales.
El miércoles 30 de octubre, el ente acusador georgiano informó que había citado a Zurabishvili para interrogarla, porque “se cree que posee pruebas relativas a una posible falsificación”.
Pero la mandataria rechazó la citación, alegando que ya se disponía de numerosas pruebas de fraude electoral y que los fiscales debían centrarse en su investigación y “dejar de hacer ajustes de cuentas políticos con la presidenta”.
Los partidos de la oposición han señalado que no entrarán en el nuevo Parlamento “ilegítimo” y han exigido “nuevas” elecciones.
Bruselas había advertido antes que las elecciones serían una prueba crucial para la incipiente democracia de Tiflis, candidata a la UE, y determinarían sus posibilidades de adhesión al bloque de 27 países.
La Comisión Europea advirtió en un informe publicado el miércoles que no podía recomendar la apertura de conversaciones para la adhesión “a menos que Georgia revierta el curso de acción actual, que pone en peligro su camino hacia la UE”.
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Este artículo fue adaptado de su versión original en inglés