El presidente ruso afirmó este domingo que Kiev se arrepentirá del ataque masivo con drones lanzado el día anterior sobre Kazán, capital de la República de Tartaristán, a más de 1.000 kilómetros de la línea del frente y donde hace apenas unas semanas el mandatario recibió a líderes mundiales en la cumbre de los BRICS. Mientras que las Fuerzas de Defensa de Ucrania afirmaron que durante la noche del sábado derribaron 52 de 103 drones rusos lanzados, que afectaron seis regiones.
Vladimir Putin prometió este domingo tomar represalias contra un ataque masivo lanzado el día anterior por las fuerzas ucranianas contra Kazán, capital de la República de Tartaristán, situada a más de 1.000 kilómetros de la línea del frente con Ucrania. Es, además, la octava ciudad más poblada de Rusia, y la que hace apenas unas semanas albergó la edición número 16 de la Cumbre de los BRICS.
"Por mucho que intenten destruir algo aquí, se enfrentarán a una destrucción mucho mayor y se arrepentirán de lo que intentan hacer en nuestro país", dijo Putin, al comentar el ataque ucraniano en el que resultaron afectados varios edificios de viviendas, según declaraciones que recogieron los medios rusos.
El sábado, Ucrania atacó con decenas de drones edificios residenciales en Kazán, una ciudad con 1,3 millones de habitantes. No se tiene claro si los edificios dañados eran el objetivo de Kiev, aunque según un oficial ucraniano también pudo haberse alcanzado una fábrica de pólvora en esa ciudad. Los ataques causaron daños materiales, aunque no se reportaron muertes.
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Según Andri Kovalenko, jefe del Centro para Contrarrestar la Desinformación dirigido por el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, la planta de pólvora suministra a las Fuerzas Armadas rusas municiones y materiales esenciales para la fabricación de misiles como Kalibr, Iskander y otros, utilizados por Rusia regularmente para atacar zonas residenciales e infraestructuras ucranianas.
“La planta de pólvora de Kazán es una empresa clave del complejo militar-industrial ruso, especializada en la producción de explosivos, combustible para misiles y otros componentes críticos para el ejército ruso”, escribió Kovalenko en Telegram el sábado, minutos después de que tropas rusas dieran aviso del ataque a un complejo industrial en la región.
La planta sería la "columna vertebral" del complejo militar-industrial ruso, sin la cual la producción en serie de municiones sería imposible, subrayó Kovalenko.
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El ministerio de Defensa ruso dijo el domingo que sus baterías de defensa antiaérea habían logrado interceptar y derribar la noche anterior al menos 42 drones que sobrevolaban en cinco regiones del país. Al menos 20 de estas aeronaves no tripuladas fueron destruidas sobre la región de Oriol, ocho en Rostov, otras ocho en Briansk, cinco en Kursk y una en Krasnodar.
Las autoridades locales ordenaron el cierre de escuelas y suspendieron actividades no esenciales en la región,
Reservas de combustible
La ofensiva ucraniana, que esta vez ha ido tras objetivos mucho más lejos de la línea de frente, ocurre unas pocas semanas antes de que el presidente electo en Estados Unidos, Donald Trump, tome posesión. También se ha fijado como meta golpear las redes de almacenamiento de combustibles rusas. Este domingo, drones ucranianos atacaron dos veces un importante depósito de combustible, en un esfuerzo por mermar las capacidades de su adversario para reabastecerse.
Los ataques de este domingo causaron un incendio en la terminal petrolera de Stalnoy Kon, en la región de Oryol, en el sur de Rusia, según dijo el gobernador local, Andrey Klychkov, en una publicación en la aplicación de mensajería Telegram. Según Klychkov, el incendio se extinguió horas después y no causó víctimas ni daños "significativos".
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Los ataques no han ocurrido sin respuestas: Rusia durante meses ha lanzado cientos de drones contra infraestructura energética, afectando principalmente la capacidad de generación y distribución de energía, lo que no pocas veces ha sumido a ciudades enteras en la oscuridad cuando las temperaturas por el invierno descienden a sus niveles más bajos.
Durante la noche del sábado, las Fuerzas de Defensa de Ucrania afirmaron que derribaron 52 de los 103 drones rusos lanzados en las regiones de Kherson, Mykolaiv, Chernihiv, Sumy, Zhytomyr y Kyiv, donde negocios privados y edificios de apartamentos se vieron afectados por el ataque ruso.
Este domingo, Ucrania también ha acusado a Rusia de ejecutar a cinco soldados desarmados. El Comisionado Parlamentario de Derechos Humanos de Ucrania, Dmytro Lubinets, dijo en Telegram que las tropas rusas dispararon contra los cinco soldados desarmados después de capturarlos. No dio detalles, pero aseguró que informará de este hecho a la ONU.
"Los criminales de guerra rusos que disparan contra prisioneros de guerra ucranianos deben ser llevados ante un tribunal internacional y castigados con el castigo más severo previsto por la ley", afirmó Lubinets. Rusia no hizo comentarios inmediatos sobre el incidente, pero hasta ahora ha negado haber cometido crímenes de guerra.
Con Reuters, AP, EFE y medios locales.