Mette Frederiksen, primera ministra de Dinamarca, emprendió este 28 de enero una gira relámpago por Berlín, París y Bruselas, donde fue recibida por los jefes de Estado, así como por líderes de la Unión Europea y la OTAN. Con la sombra indirecta de la amenaza de Donald Trump sobre Groenlandia, Europa pide respetar la soberanía territorial danesa.
Dinamarca toma las primeras acciones precautorias frente al nuevo, y volátil, presidente de Estados Unidos. Federiksen visitó a las principales cabezas del bloque europeo este 28 de enero, como parte de una gira exprés en el Viejo Continente, dentro de una estrategia que parecería responder a una táctica de prevención y reforzamiento de alianzas, semanas después de que Trump retomara la idea de ocupar Groenlandia.
La primera parada de la lideresa danesa estuvo en Berlín, donde fue recibida por su homólogo alemán, Olaf Scholz, quien confirmó el compromiso de su Gobierno con la defensa de la soberanía territorial de sus vecinos europeos como un "principio fundamental del derecho internacional".
Aunque no hicieron referencia directa a las palabras del presidente estadounidense sobre Groenlandia –bajo jurisdicción territorial danesa–, el canciller alemán remarcó que la posibilidad de que "las fronteras se desplacen a la fuerza" es inviable.
Pasado el día, Frederiksen aterrizó en París, donde fue recibida de igual forma por el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, con quien también sostuvo una breve reunión. Así como Scholz, Macron también expresó el apoyo de París con la defensa de la integridad territorial de Dinamarca.
"El mensaje claro de los amigos de los países nórdicos y de Europa, y también de fuera de Europa, es que, por supuesto, debe haber respeto por los territorios y la soberanía de los Estados. Esto es crucial para la comunidad internacional que hemos construido juntos desde la Segunda Guerra Mundial", dijo la lideresa danesa tras su visita en territorio francés.
Por último, Frederiksen terminó con su fugaz gira europea en Bruselas, donde pudo reunirse con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en una conversación que ocurrió a puerta cerrada. Rutte, de manera más discreta, secundó la posición de los otros líderes europeos sobre la seguridad de Dinamarca "en el Alto Norte", a pesar de que Estados Unidos sea uno de los pilares de la alianza militar trasatlántica.
"Hablamos de cómo estamos trabajando juntos para mejorar la seguridad en el Mar Báltico, apoyar a Ucrania e invertir más en defensa, también en el Alto Norte", anunció el funcionario a través de su perfil de X, momentos después de conversar con la jefa del Gobierno danés.
Dinamarca anuncia un plan de 2.000 millones de dólares para incrementar su presencia en el Ártico
Un día antes de la gira de Frederiksen por Europa, el ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen, oficializó una nueva inversión gubernamental de unos 2.000 millones de dólares para reforzar la presencia militar de Dinamarca en la zona ártica, donde se ubica Groenlandia.
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Poulsen, que también vaticinó un segundo paquete similar a aprobarse en los próximos meses, dijo que el objetivo de la multimillonaria inversión es "mantener la soberanía en la región”. "Tenemos que afrontar el hecho de que el Ártico y el Atlántico Norte afrontan serios desafíos en materia de seguridad y defensa y por eso tenemos que reforzar nuestra presencia en la región", aseveró.
Desde hace décadas, Dinamarca ha dejado de lado la inversión gubernamental para engrosar sus defensas en el círculo ártico, ante la casi nula posibilidad de que algún actor internacional amenazara con tomar por la fuerza Groenlandia.
Sin embargo, las repetidas declaraciones de Donald Trump sobre la necesidad de que Estados Unidos absorba el territorio autónomo, llegando a dejar la puerta abierta a utilizar la fuerza para lograrlo, han generado preocupación en Copenhague.
Hoy Dinamarca dispone de un pobre cordón de seguridad en Groenlandia, compuesto por cuatro buques, un avión de vigilancia y una docena de patrullas de trineos. Con el nuevo plan, el Ejército danés desplegará tres nuevos buques, múltiples drones de vigilancia y la implementación de la vigilancia satelital dentro de la isla, con una extensión cuatro veces más grande que Francia.
Según una encuesta de opinión publicada por el diario danés 'Berlingske', el 85% de groenlandeses entrevistados rechazan la idea de que su territorio se vuelva parte de Estados Unidos.
Con Reuters y medios locales