El secretario general de la Asamblea Nacional de Ecuador, Alejandro Muñoz, aseguró este jueves 9 de enero que la vicepresidenta electa, Verónica Abad, es quien debe asumir la jefatura del Estado frente a una licencia de Daniel Noboa, mandatario de la nación andina, para hacer campaña electoral. Por su parte, Abad alertó de un "golpe de Estado" planificado, según ella, por el presidente.
La crisis en los poderes ecuatorianos persiste.
Este jueves 9 de enero, el secretario general de la Asamblea Nacional de Ecuador (Parlamento), Alejandro Muñoz, aseguró que la vicepresidenta electa Verónica Abad es quien debe reemplazar al presidente Daniel Noboa, mientras el mandatario emprenda una campaña electoral hacia los nuevos comicios del país.
Según el funcionario, el Parlamento devolvió el decreto remitido por Noboa en el que encargaba por tres días la Presidencia de la nación andina a la secretaria de su Administración, Cynthia Gellibert, designada por él como vicepresidenta en funciones a razón de "yerros jurídicos y constitucionales".
Muñoz explicó que "la Constitución establece que, ante la ausencia temporal del presidente de la República, quien tiene que reemplazarlo es la vicepresidenta constitucional de la República y en este caso la vicepresidenta es María Verónica Abad Rojas".
En paralelo, el secretario general del Legislativo ecuatoriano dejó claro que, si el presidente necesita ausentarse, no solo debe informar a la Asamblea, sino que debe solicitar una licencia para que el Parlamento sea quien “conozca, debata y vote respecto a la pertinencia o no” del permiso.
Noboa no puede “autolicenciarse”
Al mismo tiempo, Muñoz se pronunció sobre la forma en que Noboa ha tomado sus decisiones en torno a su participación en el proceso electoral presidencial. Según el secretario general del Parlamento, el motivo que usa el mandatario para “autolicenciarse” —que es hacer campaña para buscar la reelección el 9 de febrero— no cumple con lo estipulado en la ley sobre una causal de fuerza mayor o caso fortuito.
"El código civil establece como caso fortuito o de fuerza mayor un naufragio o un terremoto, pero el hacer proselitismo político, el hacer campaña, no es una causa de fuerza mayor", explicó.
El representante del Parlamento agregó que Noboa debe solicitar una licencia por todo el periodo electoral y no únicamente por unos días. Adicionalmente, en caso de que la Asamblea apruebe la licencia, quien debe reemplazarlo “es la vicepresidenta en funciones”.
En cuanto al incumplimiento de Abad de sus funciones, denunciado por el Gobierno del presidente ecuatoriano, Muñoz aseguró que para el Legislativo no existe “una ausencia temporal ni tampoco un abandono del cargo” por parte de la vicepresidenta electa.
Subrayó que, si Gellibert es quien asume la Presidencia, habría “un rompimiento constitucional”.
Abad alerta sobre un supuesto “golpe de Estado”
En paralelo a las declaraciones del representante del Legislativo ecuatoriano, la vicepresidenta electa aseguró que “en pocas horas” se consumará un “golpe de Estado” en Ecuador. Abad, en una rueda de prensa, señaló que presuntamente fue planificado por Noboa, dispuesto a delegar la Presidencia a Gellibert.
La funcionaria continúa reclamando la jefatura del Estado, mientras que el presidente hace su campaña electoral, una solicitud desoída por la Administración de Noboa. Este jueves, afirmó que ella ha sido víctima de una “brutal persecución, que tiene un solo objetivo: tomar el poder por la fuerza”.
También recordó que el pasado jueves anunció que al día siguiente sería ella quien asumiría la Presidencia. Esto, pues, se trataba de la fecha que marcaba la campaña electoral y en la que se preveía que el presidente pediría una licencia, algo que nunca ocurrió.
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Noboa y Abad han estado constantemente enfrentados desde el inicio del Gobierno en noviembre de 2023, cuando el mandatario decidió enviarla como embajadora a Israel. Esto, sumado a otra serie de decisiones del Ejecutivo sobre su cargo como funcionaria pública, ha sido considerado por la vicepresidenta como hostigamiento para obligarla a renunciar y no delegarle a ella la jefatura del país durante la campaña presidencial.
Con EFE