El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, supervisó este jueves 6 de febrero la incautación de un segundo avión perteneciente al  Gobierno de Nicolás Maduro y que se encontraba retenido en República Dominicana.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien concluyó en República Dominicana su primera gira por América Latina, presenció este jueves 6 de febrero la incautación en la pista del aeropuerto de Santo Domingo de un segundo avión perteneciente al Gobierno venezolano en menos de un año.

Es el segundo avión incautado por Estados Unidos en República Dominicana a Venezuela en menos de un año, pero el primer gesto de mano dura de la Administración de Donald Trump, que en un primer período fijó una batería de sanciones contra Venezuela, incluido un embargo petrolero, en un intento por derrocar a Nicolás Maduro.

En presencia de Rubio, un fiscal dominicano y un representante de las fuerzas del orden de Estados Unidos pegaron un cartel que decía "incautado" en el avión Dassault Falcon 200 de bandera venezolana que se encontraba en la pista de aterrizaje militar de Santo Domingo.

"La incautación de este avión venezolano, utilizado para evadir las sanciones estadounidenses y el (control de) lavado de dinero, es un poderoso ejemplo de nuestra determinación de responsabilizar al ilegítimo régimen de Maduro por sus acciones ilegales", dijo en X Rubio al finalizar su primera gira como secretario de Estado por cinco países de América Latina.

"Con la República Dominicana y nuestros socios regionales, continuaremos contrarrestando cualquier plan para evadir las sanciones de los Estados Unidos", añadió.

La incautación "es marketing político estadounidense", sostuvo una fuente diplomática en Caracas bajo condición de anonimato, recordando que este avión estaba retenido desde el año pasado después de que autoridades de Washington dijeran que había violado las sanciones impuestas a Venezuela.

Según el Departamento de Estado, funcionarios de Venezuela utilizaron esa aeronave para volar a Grecia, Turquía, Rusia, Nicaragua y Cuba, y la habían llevado a República Dominicana para mantenimiento.

De acuerdo con el gobierno estadounidense, el aparato fue igualmente utilizado en 2019 por el entonces ministro de Petróleo, Manuel Quevedo, para asistir a una reunión de la OPEP en Emiratos Árabes Unidos.

Leer tambiénMarco Rubio continúa su gira por Centroamérica con China y la migración en la mira

Primer decomiso

En septiembre del año pasado, durante la Administración del expresidente Joe Biden, otro avión oficial de Venezuela, modelo Dassault Falcon 900EX, fue confiscado en República Dominicana y trasladado al estado de Florida.

Las autoridades estadounidenses afirmaron que había sido comprado "ilegalmente" por 13 millones de dólares mediante una empresa fantasma y sacado de contrabando para uso de Maduro y sus aliados.

Trump, entonces candidato a la presidencia para un segundo mandato en la Casa Blanca, llamó "estúpidos" a los "líderes" demócratas por la confiscación del avión, al asegurar que Maduro podía comprarse "uno mucho más grande y mejor con todo el dinero" que el país norteamericano paga a Venezuela por petróleo que no necesita.

El decomiso del Dassault Falcon 900EX se produjo en medio de la recrudecida crisis política desatada por la reelección de Maduro para un tercer mandato consecutivo, desconocida por Washington ante denuncias de fraude.

La oposición venezolana reivindica un triunfo en las urnas del diplomático Edmundo González Urrutia, exiliado tras una orden de detención en su contra.

Trump ha prometido durante mucho tiempo tomar medidas drásticas contra Maduro y en su primer mandato intentó sin éxito destituirlo, luego de un amplio cuestionamiento internacional sobre la legitimidad de la primera reelección de Maduro en 2018.

Leer tambiénVenezuela se reserva "acciones legales" tras incautación del avión de Maduro

Deportaciones en juego

El pasado 31 de enero, Richard Grenell, enviado especial de Trump, viajó a Caracas para reunirse con Maduro y logró la liberación de seis prisioneros estadounidenses, además de un acuerdo para que Caracas reciba a venezolanos deportados desde Estados Unidos.

Maduro dijo que las conversaciones se dieron en un clima de "respeto mutuo", pero Rubio y otros funcionarios estadounidenses han insistido en que el encuentro no cambia la postura de Washington.

"Venezuela es un problema de seguridad nacional, no solo de falta de democracia", dijo Rubio a los periodistas el miércoles en Guatemala.

"Se trata de un Gobierno, un régimen, que ha perjudicado a más de siete millones de venezolanos, y a todos los países vecinos que han tenido que enfrentar la realidad de esta migración masiva", dijo, refiriéndose a los venezolanos que se han ido.

 

Grenell también presionó a Maduro para que aceptara el regreso de los venezolanos deportados de Estados Unidos.

Poco después de asumir el cargo, Trump despojó a aproximadamente 600.000 venezolanos en Estados Unidos de la protección contra la deportación.

En junio de 2022, un avión Boeing 747 venezolano-iraní fue inmovilizado en Argentina y destruido en Estados Unidos en enero de 2024, lo que Caracas tildó de "robo".

Leer tambiénVenezuela libera a seis estadounidenses tras el encuentro entre Maduro y el enviado de Trump

Con AFP