Más de 140 millones de euros de las donaciones recaudadas para Notre-Dame de París tras su incendio en 2019 no se han utilizado para su reconstrucción. Se destinarán a una tercera fase de restauración, que comenzará en 2025, para consolidar elementos debilitados como los arbotantes del coro.

"Todavía habrá andamios durante dos o tres años en el exterior de Notre-Dame, en particular en el chevet, detrás del coro de la catedral", explica Sylvie Bretones, directora ejecutiva de la Fondation Notre Dame, uno de los organismos autorizados a recaudar fondos para la reconstrucción de la catedral.

Esta obra, denominada "Fase 3″, se financiará con el excedente de donaciones recogidas tras el incendio del 15 de abril de 2019, que arrasó el tejado y el armazón del monumento.

Al día siguiente de la tragedia, el Presidente Emmanuel Macron prometió reconstruir esta obra maestra del arte gótico del siglo XII en un plazo de cinco años, lanzando una campaña nacional de recaudación de fondos. El éxito fue rotundo: se recaudaron 846 millones de euros.

Las donaciones proceden de todo el mundo, de Estados Unidos a Arabia Saudí, de grandes fortunas y de particulares más modestos. Las recogen cuatro organismos: la Fondation du Patrimoine, la Fondation Notre Dame, la Fondation de France y el Centre des Monuments Nationaux. La envergadura del proyecto es tal que se ha creado un organismo público, Rebâtir Notre-Dame de Paris, para gestionar las obras de la catedral.

Ya se han gastado unos 700 millones de euros en la reconstrucción, "es decir, las dos primeras fases, primero la consolidación para evitar que la catedral se derrumbara en los meses posteriores al incendio, y después las obras de restauración propiamente dichas", explicó Philippe Bélaval, consejero especial del Elíseo, en una rueda de prensa celebrada a mediados de noviembre sobre la reapertura de Notre-Dame.

Contrafuertes "frágiles"

Quedan así más de 140 millones de euros, "que se dedicarán a la fase 3 de la restauración de las fachadas y cubiertas de la sacristía, así como de los contrafuertes y el coro", según Philippe Bélaval.

También se trata de "esculturas y revestimientos de piedra carcomidos por el ambiente parisino a lo largo de los años", declaró Philippe Jost, Presidente de la institución pública Reconstruir Notre-Dame de París, al ser entrevistado por BFMTV.

La reapertura de la catedral el 8 de diciembre, que marca la culminación del titánico proyecto de reconstrucción, no marca el final de las obras en Notre-Dame. Estas obras, que comenzarán en enero de 2025 y que ahora se denominan "Fase 3″, ya estaban previstas antes del incendio, explica Philippe Bélaval. Sin embargo, han adquirido una nueva dimensión desde que el incendio "debilitó el edificio", explica Sylvie Bretones.

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De hecho, la catedral ya se encontraba en estado crítico antes del incendio. Según Philippe Bélaval, los arbotantes del coro, "sumamente decisivos para modelar la silueta de la catedral", están "debilitados". Ya eran frágiles antes del incendio, y esto formaba parte de las obras que había ordenado el anterior Presidente de la República, las mismas que habían llevado a levantar, alrededor de la aguja, el andamiaje del que probablemente partió el fuego".

Una nueva colecta en 2025

Todos los excedentes de donaciones se dedicarán, pues, a esta obra tan necesaria. Ante la colosal cantidad de dinero sobrante, algunas personas, como el abogado Édouard de Lamaze, habían imaginado utilizarlo de otras maneras.

El presidente del Observatoire du Patrimoine Religieux (Observatorio del Patrimonio Religioso) había sugerido en los medios de comunicación que parte del dinero podría utilizarse para restaurar las 60 catedrales comunales y los pequeños patrimonios religiosos de Francia.

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Sin embargo, una ley aprobada en julio de 2019 estipula que el dinero recaudado por la suscripción nacional se utilizará exclusivamente para financiar los trabajos de conservación y restauración de la catedral de Notre-Dame de París.

"Aunque haya necesidades en términos de restauración y conservación, para nosotros es realmente fundamental respetar las intenciones de los donantes. Cuando un donante da para la restauración de Notre-Dame, no está dando para la catedral de otra ciudad", señala Sylvie Bretones.

Según la Fundación Notre-Dame, los más de 140 millones de euros restantes proceden de donaciones de grandes mecenas, entre ellos François Pinault, Bernard Arnault, L’Oréal, la Fundación Bettencourt Schueller y la Fundación TotalEnergies, "que han aceptado que sus donaciones se utilicen para la fase 3″.

La asociación, que ya recogía donativos para Notre-Dame antes del incendio, tiene previsto relanzar una colecta a partir de 2025 para financiar la renovación de los exteriores de la sacristía y el presbiterio. Además, la institución pública está calculando el coste de otras obras.

 

Este artículo es una adaptación de su original en francés