En su discurso ante el Parlamento de Marruecos en el segundo día de su visita de Estado, el presidente francés, Emmanuel Macron,  renovó este 29 de octubre el apoyo de su país a la soberanía marroquí sobre el disputado Sahara Occidental. 

El presidente Emmanuel Macron renovó el apoyo francés a la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental este martes y prometió inversiones de su país en el territorio, en gran parte controlado por Marruecos, aunque en disputa.

Los acuerdos con Marruecos que involucran al Sahara Occidental han sido un problema para los gobiernos europeos, ya que el máximo tribunal de la Unión Europea confirmó a principios de este mes la cancelación de los acuerdos comerciales que permiten a Riad exportar productos del Sahara al bloque.

En un discurso ante el parlamento marroquí, en una visita de Estado de tres días, Macron sostuvo que las empresas francesas "apoyarán el desarrollo" del Sahara Occidental, cuyo "presente y futuro" pertenecen a la "soberanía marroquí".

Además, el líder del Elíseo prometió "inversiones e iniciativas de apoyo sostenibles para beneficiar a las poblaciones locales".

Sus declaraciones se produjeron un día después de que París y Rabat firmaran varios acuerdos, incluidos algunos en materia de energía e infraestructura, por un valor total de "hasta 10.000 millones de euros", señalaron a la agencia de noticias AFP fuentes oficiales. Sin embargo, no han revelado detalles específicos del contrato.

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La disputa por el Sahara Occidental 

El Sahara Occidental es una antigua colonia española que está en gran parte controlado por Marruecos, pero el Frente Polisario, respaldado por Argelia, ha hecho campaña por su independencia desde antes de que las fuerzas españolas se retiraran en 1975.

La Organización de Naciones Unidas considera al Sahara Occidental un "territorio no autónomo" y ha tenido una misión de mantenimiento de la paz allí desde 1991, cuyo objetivo declarado es organizar un referendo sobre el futuro del territorio.

Pero Rabat ha rechazado repetidamente cualquier votación en la que la independencia sea una opción.

La postura de Francia sobre el tema ha sido ambigua en los últimos años, lo que, además de los esfuerzos de Macron por reconciliarse con Argelia, tensó las relaciones entre Rabat y París.

Los dos gobiernos también han estado en desacuerdo sobre otros temas, incluida la migración después de que Francia redujera a la mitad en 2021 el número de visas que otorga a los marroquíes.

Pero Macron comenzó a aliviar las tensiones cuando sostuvo, el pasado julio, que la oferta de autonomía de Marruecos para el territorio bajo su soberanía era la "única base" para resolver el conflicto.

El giro diplomático de Francia había sido esperado por Marruecos, cuya anexión del Sahara Occidental ya había sido reconocida por Estados Unidos a cambio de que Rabat normalizara los lazos con Israel en 2020.

La visita de Macron a Rabat se produce después de que sus esfuerzos de acercamiento a Argelia parecen haber llegado a un punto muerto.

El mandatario remarcó que la nueva posición de Francia sobre el Sahara Occidental no es "hostil para nadie", aunque el cambio diplomático de París ha enfurecido a Argel.

Una visita de Estado a París del presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, fue reprogramada varias veces antes de ser cancelada por Argel a principios de este mes.

Después de que Macron respaldara el plan de autonomía de Marruecos en julio, Argelia retiró rápidamente a su embajador en París y aún no ha enviado un sustituto.

Argelia, que cortó relaciones diplomáticas con Marruecos en 2021, ha comenzado recientemente a imponer requisitos de visado a los marroquíes, acusando a algunos de sus titulares de pasaportes de "espionaje sionista".

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Con AFP

Este artículo fue adaptado de su versión original en inglés