Las fuerzas ucranianas han atacado otro puente sobre el río Seym en la región rusa de Kursk, según informó el domingo la fuerza aérea del país, dos semanas después de la ofensiva sorpresa de Ucrania, que ha obligado a unas 200.000 personas a abandonar sus hogares a lo largo de la frontera. En paralelo, Rusia asegura que es falsa la información relacionada con posibles conversaciones con Kiev, que, a su vez, reivindica ataque contra refinería rusa, mientras los aliados internacionales rusos se pronuncian con relación a la posición fronteriza del Ejército ucraniano y Ucrania frustra el tercer ataque ruso con misiles contra la capital Kiev en lo que va de agosto. 

En el decimotercer día de la campaña ucraniana en Kursk, las fuerzas de Kiev buscan fijar posiciones en esta región fronteriza rusa.

El pasado viernes Ucrania habían destruido un puente sobre el río Seym con la idea de interrumpir las rutas de suministro de las tropas rusas. Dos días después persiste en su objetivo y ataca un segundo puente en la misma región, según los principales blogueros militares rusos —quienes publicaron fotos de los daños mostrándolo temporalmente intransitable para vehículos— aunque no lo ha confirmado el ministerio de Defensa de Rusia.

Esta estrategia ya había sido utilizada en Jersón, donde los ataques contra el puente de Antonov, sobre el Dniéper, obligaron a los rusos a abandonar la ciudad, la única capital regional que habían tomado tras el comienzo de la guerra.

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El asesor del alcalde ucraniano de Mariupol, Petro Andryushchenko, señaló que la destrucción de puentes sobre el Seym "pone a los rusos frente a una elección: o rendirse, o ahogarse en el río, o quedarse del otro lado".

Quedarse del otro lado del río para Rusia representa perder una oportunidad de recuperar las zonas de Kursk y no poder contraatacar la región ucraniana de Sumy.

Rusia está sorteando el ataque transfronterizo de Ucrania en la región de Kursk, que comenzó el 6 de agosto. La primera incursión militar en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial, que es parte de la evolución de la invasión a Ucrania, que comenzó en febrero de 2022, lo que Rusia ha llamado desde entonces la “operación militar especial”: un envío de decenas de miles de tropas a Ucrania, que le han permitido apoderarse del 20% del país, según el presidente Zelenski.

De momento, para detener los grupos móviles ucranianos en su territorio, las fuerzas rusas usan las unidades de la agrupación militar Séver (Norte) por tierra y aire. Recientemente, hostigaron la retaguardia de los ucranianos destruyendo una lanzadera múltiple M270 MLRS de fabricación estadounidense en la región ucraniana de Sumy, donde también la aviación rusa atacó las reservas ucranianas, arsenales y almacenes de combustible en seis distritos fronterizos, según informaron fuentes oficiales rusas. 

Esto mientras el presidente ruso, Vladímir Putin, viaja a Azerbaiyán para estrechar los lazos entre Moscú y Bakú y debatir las posibilidades poner fin al conflicto azerbaiyano-armenio.

Nada de conversaciones

Al tiempo su Gobierno aclara que no han existido conversaciones con Kiev sobre el cese de los ataques contra objetivos energéticos y eléctricos; por lo tanto, no es cierta la información que circula según la cual el ataque ucraniano contra la región de Kursk había hecho fracasar dichos avances.

El Washington Post había informado, el sábado 17 de agosto, que Ucrania y Rusia iban a enviar delegaciones a Qatar este mes para negociar un acuerdo que pusiera fin a los ataques contra las infraestructuras energéticas y eléctricas de ambos bandos enfrentados, pero este se habría frustrado debido al ataque de Ucrania contra territorio soberano ruso.

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“Nadie rompió nada porque no había nada que romper”, dijo Maria Zakharova, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, sobre ese informe.

Rusia y Ucrania se han acusado mutuamente de atacar infraestructuras civiles en la guerra. Ambos niegan haberlo hecho.

Por lo pronto, otro pueblo en la línea del frente a unos 15 kilómetros (nueve millas) de distancia del centro logístico de Pokrovsk, en la región de Donetsk, que estaba en poder de Ucrania, fue capturado por las fuerzas rusas, según la agencia de noticias estatal TASS. Se trata de Svyrydonivka, dijo el ministerio de Defensa.

Kiev reivindica un ataque contra una refinería en el sur de Rusia

Mientras que el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania informó, a través de Facebook, sobre un ataque realizado en la noche del sábado contra una refinería rusa en Rostov, a unos 100 kilómetros de la frontera entre Rusia y la región del este ucraniano, que ocupa el Ejército ruso.

El ataque, preparado con unidades de las Fuerzas Armadas y operativos de inteligencia, tuvo como objetivo una refinería donde Rusia acumulaba reservas de petróleo y derivados de este hidrocarburo para abastecer a las tropas rusas, según Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania.

El diario ucraniano 'Ukrainska Pravda' aseguró que el ataque causó dos incendios en el recinto de la refinería rusa.

Los aliados de Rusia

En el panorama internacional, también se hacen evidentes las posiciones de algunos países con respecto al avance de Ucrania en territorio de Rusia y su posicionamiento en la frontera.

El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, aliado de Vladimir Putin, afirma que Ucrania ha estacionado más de 120.000 soldados en su frontera con Bielorrusia y que Minsk ha enviado formaciones militares a lo largo de toda su frontera, por lo que asegura una respuesta contundente en caso de que los ucranianos decidan moverse, informó la agencia estatal de noticias rusa RIA.

Además, denunció la presencia de "mercenarios polacos" en esta operación de Kiev.

"Jamás nadie derrotó al Imperio (ruso) y nadie vencerá a Rusia. ¿Acaso la OTAN lo logrará?", añadió.

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En paralelo, Corea del Norte, que ha asegurado lealtad a la defensa de la soberanía rusa, condenó la incursión de Ucrania en Rusia como un acto imperdonable de terror respaldado por Washington y Occidente.

La Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA) aseguró que la incursión de Ucrania en Rusia es producto de la política de confrontación antirrusa de Estados Unidos, que está llevando la situación al borde de la Tercera Guerra Mundial.

De acuerdo con su informe, Estados Unidos entregó sumas “astronómicas” de armas letales al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.

El ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte en un comunicado, según KCNA, declaró:

Condenamos enérgicamente el ataque armado contra el territorio ruso por parte del régimen títere de Zelenski bajo el control y el apoyo de Estados Unidos y Occidente como un acto imperdonable de agresión y terror

Tercer ataque con misiles balísticos contra Kiev este mes

Mientras tanto en el campo de batalla, "este ya es el tercer ataque balístico contra la capital en agosto, con intervalos exactos de seis días entre cada ataque", denunció Serhiy Popko, el jefe de la administración militar de Kiev, en la aplicación de mensajería Telegram.

La administración militar de la capital ucraniana hace referencia al tercer ataque con misiles balísticos contra Kiev por parte de Rusia y afirma que la mayoría de los proyectiles fueron derribados.

Se trata de ocho misiles, incluidos tres balísticos, tres de crucero y dos aéreos guiados, de los cuales Ucrania derribó cinco, mientras tres misiles no lograron alcanzar sus objetivos.

No hay informes inmediatos de víctimas o daños en la capital, pero el gobernador de la región de Kiev, Ruslan Kravchenko, dijo que dos casas privadas fueron destruidas y más de 15 resultaron afectadas por la caída de escombros.

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El comandante de la fuerza aérea de Ucrania, Mykola Oleshchuk, afirmó que había destruido ocho drones de ataque rusos y cinco de los ocho misiles durante la noche en todo el país, incluida Kiev.

En las regiones de Kiev, Sumy y Poltava 13 objetivos aéreos fueron derribados por el combate antiaéreo, las tropas de misiles antiaéreos, los grupos de tiro móviles y las unidades de guerra electrónica, precisó Oleshchuk.

Al tiempo, tropas ucranianas lograron repeler un intento ruso de avanzar en la región de Donetsk (este), informó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, mencionando las poblaciones de Zalizne y Severnie. 

"En particular, los invasores rusos, con apoyo de un grupo de 12 blindados, trataron de romper nuestras posiciones defensivas", pero los soldados ucranianos repelieron el ataque, lo que dejó "68 militares de Rusia neutralizados, 41 de forma irreversible", según el mensaje, que atribuye a los atacantes la intención de avanzar hacia la ciudad de Toretsk.

El presidente Volodímir Zelenski dijo en Telegram que Rusia había lanzado más de 40 misiles, 750 bombas aéreas guiadas y 200 drones de ataque esta semana contra pueblos y ciudades ucranianas. Reuters no pudo verificar de forma independiente la magnitud del daño en la región de Kiev.

Con EFE, Reuters y AFP