El Kremlin dijo el jueves, primero de agosto, que las fuerzas rusas estaban preparadas para derribar el primer lote de aviones de combate F-16 de Ucrania y que las armas no serán una “panacea” para el ejército de Kiev. Esta información llega un día después de que funcionarios lituanos y estadounidenses confirmaran que Ucrania había recibido el primer pedido de los tan esperados jets, que están equipados con un cañón de 20 mm y pueden llevar bombas, cohetes y misiles. Entre tanto, en el campo de batalla, fuentes oficiales ucranianas afirmaron que una mujer y su hija murieron en un bombardeo ruso en la localidad ucraniana de Nikopol.

Durante meses Ucrania estuvo esperando y presionando a sus aliados occidentales para obtener los aviones de combate F-16 para luchar contra los misiles rusos, puesto que estos son especializados en suprimir las defensas aéreas enemigas.

De fabricación estadounidense, algunas de estas aeronaves de combate de primera línea, elegidas por la alianza de la OTAN y numerosas fuerzas aéreas de todo el mundo durante 50 años, llegaron el miércoles 31 de julio a Ucrania, según confirmaron funcionarios de Washington a la agencia AP.

La luz verde para estos envíos la había dado en agosto de 2023 el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien no aportará ninguno de sus propios aviones.

En cambio, Bélgica, Dinamarca, Países Bajos y Noruega se comprometieron a entregar más de 60 en los próximos meses.

Leer tambiénCumbre de la OTAN anuncia aviones F-16 y millonaria ayuda militar para Ucrania

Los F-16 tendrán probablemente tres misiones principales, según Federico Borsari, del Center for European Policy Analysis de Washington (Cepa): tratarán de interceptar los misiles y drones rusos, buscarán suprimir los sistemas de defensa antiaérea enemigos; y atacarán las posiciones de las tropas rusas y los depósitos de municiones con misiles aire-tierra.

Aunque las armas que enviarán con los aviones son clasificadas, podrían llevar misiles de crucero lanzados desde el aire Storm Shadow, suministrados por el Reino Unido, con un alcance de más de 250 kilómetros; o misiles aire-aire de largo alcance, según los expertos consultados por AP. 

Una de las características más importantes es que los avanzados radares del avión permitirán a los pilotos ucranianos localizar objetivos a mayor distancia de lo que pueden hacerlo con sus MiG-29, Su-27 y Su-24.

Sin embargo, los retos para Ucrania siguen siendo varios. Para Marina Miron, del Departamento de Estudios de Defensa del King’s College de Londres, empezando porque los pilotos ucranianos deben aprender en nueve meses lo que normalmente aprenden en tres años los pilotos occidentales.

Leer tambiénPutin descarta ataques a la OTAN, pero derribará F-16 destinados a Kiev; Moscú arrecia ofensiva en Ucrania

Además, estos aviones requieren un gran número de personal de apoyo como ingenieros de mantenimiento cualificados, cargadores de municiones, analistas de inteligencia y equipos de emergencia.

Otra cosa que Ucrania debe establecer —según la experta — es una red de estaciones de radar, hangares reforzados, un suministro de piezas de repuesto y sistemas de reabastecimiento y también son imprescindibles aeródromos de calidad.

¿Probabilidades de su destrucción?

Según los analistas, lo más probable es que las fuerzas del Kremlin intenten destruir los F-16 sobre el terreno con misiles de largo alcance, por lo que Ucrania había dicho que tenía pensado mantener algunos de los cazas en bases extranjeras.

Leer también¿El envío de más aviones de combate a Ucrania cambia la guerra con Rusia?

Al respecto, la advertencia de Putin, es que cualquier base occidental que albergue los cazas ucranianos es un “objetivo legítimo” para las fuerzas del Kremlin, por lo que Estados Unidos ha reforzado la idea de que los cazas estarán solo en suelo ucraniano.

De todas maneras, Ucrania dispone de sólidas defensas “para proteger sus aeródromos con defensas antiaéreas para desviar los ataques (rusos)”, de acuerdo con el experto en aviación ucraniano Anatolii Khrapchynskyi.

En el aire, los F-16 ucranianos se enfrentarán a los formidables sistemas móviles de misiles tierra-aire S-300 y S-400 de Rusia, que pueden apuntar a varios aviones a la vez; a los cientos de cazas operativos y a los sofisticados radares de vigilancia aérea.

El caza ruso Su-35 será una de sus mayores amenazas, afirma Borsari de CEPA, por el radar de largo alcance que tiene el cual le permite rastrear y atacar hasta ocho objetivos a la vez en una amplia zona.

En Ucrania se reportan nuevas víctimas 

Entre tanto, este jueves, el gobernador de la región oriental ucraniana de Dnipropetrovsk,  afirmó que una madre y su hija murieron por bombardeos rusos que afectaron a la ciudad de Nikopol.

“Estas son las trágicas consecuencias de los bombardeos de los rusos. Atacaron la ciudad con una docena de proyectiles”, dijo Serhiy Lysak en Telegram.

De acuerdo con su reporte, casas privadas, una estación de bomberos, un colegio, una escuela y autobuses resultaron dañados, sin especificar la ubicación de los disparos de artillería.

Nikopol, que antes de la guerra tenía 105.000 habitantes y era la cuarta ciudad más poblada de la región, está situada en la orilla derecha del río Dnipro, cuya orilla izquierda fue ocupada por las fuerzas rusas nada más al comenzar su invasión a gran escala en febrero de 2022. Las líneas del frente en la región han permanecido estáticas durante muchos meses.

Con Reuters y AP