Un avión se aproximaba al Aeropuerto Nacional Reagan de Washington poco antes de las 21.00 hora local del  29 de enero cuando chocó con un helicóptero del Ejército. Los 64 ocupantes del avión y los tres tripulantes del helicóptero fallecieron. El presidente Donald Trump sugirió que las contrataciones, protocolos y políticas de equidad de los demócratas tuvieron que ver con el accidente. Ya fueron recuperadas las cajas negras del avión.

Un avión comercial estadounidense con 64 personas a bordo y un helicóptero militar chocaron en el aire cerca del aeropuerto de Washington el miércoles antes de caer  al río Potomac.

Este jueves una misión de rescate se convirtió en una operación de recuperación de cadáveres pues se descartó que haya sobrevivientes.

"Familias estadounidenses amanecieron sin sus seres queridos luego de lo que debería haber sido un viaje rutinario y la nación entera lamenta la pérdida de las víctimas. Este impactante suceso sigue a decisiones problemáticas y probablemente ilegales durante las administraciones de Obama y Biden que minimizaron el mérito y la competencia en la FAA -Administración Federal de Aviación-", apuntó este jueves el mandatario Donald Trump. 

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Esto es lo que se sabe hasta ahora del siniestro:

¿Qué ocurrió?

Poco antes de las 21.00 horas (02.00 GMT del jueves), un avión Bombardier operado por PSA, filial de American Airlines, se aproximaba al aeropuerto nacional Reagan cuando colisionó con un helicóptero Black Hawk del Ejército estadounidense.

El vuelo 5342 de American Eagle se dirigía a la capital estadounidense procedente de Wichita (Kansas), en un trayecto que suele durar algo menos de tres horas.

Los controladores aéreos pidieron al avión que cambiara su ruta de aterrizaje de una pista a otra poco antes del accidente, según The New York Times, que añadió que se trataba de una petición rutinaria para vuelos regionales.

Antes del accidente, los controladores advirtieron al helicóptero de que iba a colisionar con el avión de pasajeros.

Imágenes del cercano Kennedy Center captaron una pequeña aeronave dirigiéndose hacia un avión que descendía bien iluminado antes de que se pudiera ver una bola de fuego.

Ambos se precipitaron al río Potomac y el fuselaje del avión se partió en tres pedazos.

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Sin supervivientes

Las autoridades afirman que no hay supervivientes del accidente y el jueves trabajaban para recuperar 67 cadáveres del río.

American Airlines informó que 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación iban a bordo del vuelo, mientras que tres miembros del Ejército estadounidense iban en el helicóptero, según un oficial militar.

En el avión viajaban atletas y entrenadores de la élite mundial del patinaje artístico, entre ellos los excampeones mundiales rusos por parejas Evgenia Shishkova y Vadim Naumov.

El piloto del avión fue identificado por los medios de comunicación estadounidenses como Sam Lilley, un joven de 28 años con seis años de experiencia en American Airlines y que estaba comprometido en matrimonio.

Encontradas las cajas negras

Los investigadores de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, en inglés) recuperaron este jueves la grabadora de voz de la cabina y la grabadora de datos de vuelo del avión.

Las grabadoras se encuentran en los laboratorios de la NTSB para su evaluación.

El portavoz de la NTSB, Peter Knudson, dijo a USA Today que no hay grabadoras adicionales en el avión y que los investigadores están buscando la grabadora del helicóptero.

La agencia comenzó a recoger los restos, incluidos  las partes del helicóptero, y los está almacenando en un hangar del aeropuerto.

El departamento de bomberos y emergencias de Washington dijo que sus buzos habían buscado en todas las áreas accesibles y que realizarían búsquedas adicionales para localizar componentes de la aeronave el viernes.

Compleja operación de recuperación

El jefe de bomberos de Washington, John Donnelly, sotuvo que el miércoles por la noche se puso en marcha una operación de recuperación a gran escala y "muy compleja". Los barcos seguían navegando el jueves en busca de víctimas y restos del naufragio.

Según los expertos, el agua estaba lo suficientemente fría como para provocar hipotermia en 30 minutos, y algunos restos se habían extendido río abajo hasta Maryland.

Según la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), hasta el jueves por la tarde no se había localizado ninguna de las llamadas cajas negras de los registradores de vuelo y se creía que estaban bajo el agua.

¿Era evitable?

Ambas aeronaves realizaban vuelos normales en una noche despejada y con buena visibilidad, aunque en un espacio aéreo muy transitado por aeronaves militares y comerciales.

El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, explicó que los que iban a bordo del helicóptero -un capitán, un sargento primero y un suboficial jefe- eran una "tripulación bastante experimentada".

Las autoridades aseguran que el clima el miércoles por la noche estaba despejado y el secretario de Transporte, Sean Duffy, agregó que el accidente era "totalmente" evitable.

El presidente Donald Trump afirmó luego en una conferencia de prensa que el avión de American Airlines estaba "haciendo todo bien" antes de la colisión.

"Tenías un problema de piloto desde el punto de vista del helicóptero", indicó Trump. "Podría haber hecho un millón de maniobras diferentes. Por alguna razón, siguió adelante".

Investigación en curso

El New York Times informó que la dotación de personal en la torre de control del tráfico aéreo del aeropuerto Reagan National "no era normal", citando un informe preliminar interno de la Administración Federal de Aviación.

Un controlador estaba supervisando tanto aviones como helicópteros, tareas que "normalmente se asignan a dos controladores, en lugar de a uno", informó el periódico.

La NTSB, la agencia federal que investiga los accidentes de transporte civil, aseguró que no dejará "piedra sin remover" en su investigación sobre el incidente.

Trump culpa a las políticas de equidad demócratas

Tras el accidente, Trump culpó a las llamadas políticas de diversidad, equidad e inclusión de los presidentes Barack Obama y Joe Biden y criticó al piloto del helicóptero militar.

Trump compareció en la sala de prensa de la Casa Blanca solo horas después del accidente aéreo, el más grave en la historia de Estados Unidos desde 2001, y en sus declaraciones introdujo un tono político en la tragedia, adelantando algunas supuestas conclusiones de la investigación y señalando directamente al helicóptero como responsable.

"Había un problema con el piloto desde el punto de vista del helicóptero", afirmó Trump, quien cuestionó la trayectoria de la aeronave y el hecho de que se encontrara a la misma altura que el avión comercial, pese a que las condiciones de vuelo eran óptimas, con un cielo despejado y sin fuertes vientos.

Trump, sin aportar pruebas, trató de culpar del siniestro a las políticas de los Gobiernos de Obama y Biden, asegurando que los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) que promovieron, según él, redujeron los estándares en la contratación de controladores aéreos.

"La Administración Federal de Aviación (FAA) ha estado contratando trabajadores con discapacidades intelectuales severas, problemas psiquiátricos y otras condiciones mentales y físicas bajo una iniciativa de diversidad e inclusión", afirmó Trump, señalando que se permitió la contratación de personas con problemas de audición y visión, así como parálisis, epilepsia y "enanismo".

Con EFE y AFP