El Gobierno iraní acusó este lunes 9 de septiembre a Israel de perpetrar un ataque en el centro de Siria, donde al menos 16 personas murieron. Según fuentes de inteligencia citadas por la agencia de noticias Reuters, el objetivo de la embestida fue un centro de producción de armas químicas vinculado a Teherán, golpeado varias veces. Sin embargo, la Administración de Benjamin Netanyahu no se ha pronunciado al respecto.

Múltiples ataques atribuidos a Israel en el centro de Siria vuelven a elevar las tensiones en Medio Oriente.

Los asaltos, que dejaron al menos 16 personas muertas en la noche del domingo 8 de septiembre, fueron atribuidos este lunes por Irán a Israel.

"Condenamos enérgicamente este ataque criminal del régimen sionista en suelo sirio", afirmó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní Nasser Kanani en una conferencia de prensa en la que pidió a los partidarios de Israel que "dejen de apoyarlo y armarlo".

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Reino Unido y que monitorea el conflicto sirio con fuentes en el terreno,  elevó la cifra de muertos a al menos 18, ante lo que describió como "intensos ataques israelíes".

Otras dos fuentes de inteligencia regionales, citadas por la agencia de noticias Reuters, indicaron que el blanco del ataque fue un importante centro de investigación militar para la producción de armas químicas situado cerca de Misyaf, el cual fue impactado varias veces. 

La facilidad albergaba un equipo de expertos militares iraníes, según Reuters.

"Hacia las 23:30 de la noche del domingo, el enemigo israelí lanzó un ataque aéreo (…) Contra un cierto número de emplazamientos militares”, ratificó una fuente militar citada por la agencia estatal siria, Sana, la cual cifra en 36 el número de muertos.

Según reportó esa agencia local de noticias, los sistemas de defensa aérea de Siria respondieron al asalto y “derribaron algunos” de los artefactos disparados.

Hasta el momento, Israel no se ha atribuido esta embestida.

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Expertos militares subrayan que Israel ha llevado a cabo cientos de ataques dentro de las zonas controladas por el gobierno en Siria en los últimos años, pero rara vez reconoce esas operaciones.

Una dinámica que, desde el pasado 7 de octubre, se ha visto incrementada en la región.

Desde que Hamás perpetró el sorpresivo ataque contra el sur de Israel, que dejó alrededor de 1.200 muertos y 250 secuestrados, los soldados del país dirigido por Benjamin Netanyahu han intensificado sus asaltos contra objetivos de las milicias respaldadas por Irán en el territorio sirio.

Asimismo, los soldados israelíes son acusados de atacar las defensas aéreas del Ejército de Bashar al-Assad.

En el que es considerado el ataque de más alto perfil contra Siria, desde que comenzó la guerra en curso en Gaza, aviones de guerra israelíes habrían bombardeado la embajada de Irán el pasado abril. Un hecho que, según Teherán, mató a siete asesores militares, incluidos tres comandantes de alto rango.

Las tensiones entre las partes también han incrementado tras la embestida en Teherán que mató al jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh, mientras se encontraba de visita en la República Islámica el pasado 31 de julio, una agresión de la que Irán apunta directamente a Israel y por la que aún advierte que puede lanzar un ataque de retaliación.

 

Con Reuters y medios locales