El huracán Beryl tiene en alerta a varios territorios en la región del Caribe ante su poderosa y veloz actividad. Ahora, en la máxima categoría en la escala, con vientos de 250 kilómetros por hora, este huracán ha puesto en riesgo a las poblaciones locales de las zonas por las que transita. Países como San Vicente y las Granadinas, Trinidad y Tobago, Haití y República Dominicana han emitido avisos de tormenta tropical. A su vez, Beryl ocurre de manera inusual y temprana respecto a la temporada anual de huracanes del Atlántico, en parte, según los expertos, por el cambio climático.
El huracán Beryl avanzó velozmente este 1 de julio sobre el Caribe Oriental. Sus poderosos vientos golpearon el sureste de la región caribeña y se adentraron en las Islas de Barlovento con peligrosas olas y fuertes lluvias, tal y como informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) en su cuenta de X.
El NHC también ha dicho que “esta es una situación extremadamente peligrosa y potencialmente mortal”, instando a las poblaciones en riesgo -como los habitantes de Granada, las Islas Granadinas y la Isla Carriacou- a proteger sus vidas y a tomar las medidas correspondientes.
El lunes en la tarde, el primer ministro de la isla de Granada, Dickon Mitchell, aseguró que Beryl azotó el país provocando "grandes daños" en las islas de Carriacou y Pequeña Martinica, por donde entró el ojo del huracán de categoría 4, con vientos máximos sostenidos de 240 kilómetros por hora (150 mph).
La fuerza de la actividad de Beryl subió a categoría 5 en la escala Saffir-Simpson de cinco puntos, el lunes, primero de julio, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de Estados Unidos. A su vez, el NHC indicó que los vientos del huracán se extendieron desde su centro hasta unos 64 kilómetros, con vientos con fuerza de tormenta tropical que se extendieron 201 kilómetros más.
Los gobiernos de San Vicente y las Granadinas, Trinidad y Tobago, Haití y República Dominicana han cambiado sus vigilancias de tormenta tropical a un aviso de tormenta tropical para sus territorios o parte de ellos.
La 'vigilancia de huracán' significa que son posibles las condiciones de huracán dentro del área vigilada y esta se emite regularmente 48 horas antes de la presencia de vientos con fuerza de tormenta tropical. Por otro lado, un 'aviso de tormenta tropical' quiere decir que se esperan condiciones de tormenta tropical en algún lugar dentro del área bajo monitoreo en un tiempo de 36 horas, según explica el NHC.
Este organismo prevé que Beryl siga siendo un poderoso huracán mientras continúa avanzando por el Mar Caribe a lo largo de la semana. En el caso de Jamaica, son posibles las condiciones de huracán para este miércoles. En el país ya hay una vigilancia de huracán en efecto.
Para otras zonas de la región caribeña, como las Islas Caimán, Belice, la Península de Yucatán, el resto del noroeste del Caribe, y el suroeste del Golfo de México, el NHC pronostica que las administraciones correspondientes deben vigilar la evolución del huracán, ya que es probable que se requieran avisos y advertencias durante los próximos días.
En la Península de Yucatán, de mantener su rumbo actual, Beryl tocaría tierra como un huracán de categoría 1 o 2, el jueves o el viernes.
El Huracán Beryl, de categoría 1 a 5 en menos de 24 horas
La actividad de Beryl, su rápido avance y ascenso marcan un inusual, feroz y temprano inicio de la temporada de huracanes en el Atlántico este año, siendo la tormenta de categoría 5 más temprana de la que se tiene conocimiento.
Para algunos científicos, este poderoso huracán puede ser un presagio de una temporada de huracanes inusualmente activa, debido a temperaturas récord en el Océano Atlántico. Así pues, el cambio climático parece influir en este tipo de ciclones tropicales.
Según Christopher Rozoff, científico atmosférico del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Estados Unidos, “el cambio climático está predisponiendo la formación de huracanes más intensos”.
El calentamiento global ha impulsado las temperaturas en el Atlántico Norte a máximos históricos, ocasionando que se evapore más agua superficial. Esto, en consecuencia, proporciona combustible adicional para huracanes más intensos con velocidades del viento más altas.
De la misma manera, Andra Garner, meteoróloga de Nueva Jersey, ha explicado que los fenómenos como Beryl serán más probables con el cambio climático. La investigación de Garner ha demostrado que la temperatura del agua ha aumentado durante las últimas cinco décadas. Por ello, las probabilidades de que las tormentas pasen de débiles a huracanes en menos de 24 horas se han más que doblado. Garner aseguró que Beryl primero "pasó de tormenta de categoría 1 a tormenta de categoría 4 en menos de 10 horas”.
Es por eso que este huracán -veloz y agresivo- llega en un momento insólito para las poblaciones del caribe, quienes desde ya se preparan para lo peor. Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, ha dicho que espera un desastre natural que podría durar días.
El presidente estadounidense, Joe Biden, señaló que su Administración se encuentra "lista para ayudar a Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses" y "garantizar la seguridad de todos los ciudadanos estadounidenses".
Según él, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) "tienen recursos y suministros listos para ayudar a la región".
La temporada de huracanes en la cuenca atlántica comenzó el pasado 1 de junio y se han formado hasta ahora tres tormentas tropicales: Alberto, Beryl y Chris, lo que pronostica una temporada de huracanes muy por encima del promedio, con posibilidad de hasta 13 huracanes, de los cuales siete pueden ser de categoría mayor, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) de Estados Unidos.
Con Reuters, EFE y AP