En el primer mes del año los precios subieron 3% interanual, por encima de las estimaciones de los analistas y consagrándose como el cuarto mes consecutivo de alzas de la inflación. El país vive una crisis en el suministro de huevos a causa de una gripe aviar y el precio de estos se elevó hasta un 53% en términos anuales.
Es el dato de inflación más alto desde junio de 2024. Los precios subieron a un ritmo anual del 3% en enero y complican el panorama de las tasas de interés pues ponen presión sobre la Reserva Federal (Fed) que no ha logrado mantener su objetivo de 2% anual.
Según el informe del Departamento de Trabajo publicado este miércoles 12 de febrero, el índice de precios al consumidor (IPC) fue una décima mayor que el dato de diciembre (2,9% anual) y quedó por encima del 2,8% que habían pronosticado los analistas económicos encuestados por el Dow Jones Newswires y el Wall Street Journal.
Al conocer la noticia, el presidente Donald Trump culpó a su antecesor Joe Biden y envió un mensaje al presidente de la Fed, Jerome Powell, quien esta semana ha tenido que comparecer ante el Congreso estadounidense para rendir cuentas sobre la salud económica del país.
“¡Las tasas de interés deberían reducirse, algo que iría de la mano con los aranceles que se avecinan! ¡¡¡Vamos a rockear, Estados Unidos!!!”, publicó Trump en su cuenta de Truth Social. “LA INFLACIÓN DE BIDEN VA EN AUMENTO!”, escribió posteriormente.
El dato mensual también mostró un aumento significativo, con un alza del 0,5% en enero respecto a diciembre, el mayor incremento desde agosto de 2023 y dos décimas arriba de los pronósticos.
Los precios subyacentes, que excluyen los volátiles componentes de alimentos y energía, también subieron un 0,4%, la mayor cifra desde marzo de 2024 y son números que subrayan que la inflación sigue obstinada, y podrían influir en la decisión de la Fed de mantener las tasas de interés en niveles altos por más tiempo.
Jerome Powell, presidente de la Fed, testificó este martes ante el Senado y el miércoles ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, donde enfrentó preguntas sobre la persistencia de la inflación y la estrategia del banco central para abordarla.
Powell ha reiterado en varias ocasiones que la Fed no tiene prisa por reducir las tasas, a pesar de que la inflación ha bajado significativamente desde su máximo del 9,1% en junio de 2022. "No necesitamos tener prisa", declaró Powell el martes ante el Comité Bancario del Senado, señalando que la institución busca más evidencia de que la inflación está bajo control antes de tomar medidas adicionales.
Precio de los huevos, por las nubes
Los productos comestibles y los combustibles fueron los rubros que más impulsaron al repunte de la inflación. Los huevos, en particular, registraron un incremento del 15,2% mensual, el mayor desde junio de 2015, y un 53% en comparación con el año anterior.
El aumento en el costo de este producto tiene relación con una epidemia de gripe aviar que ha obligado a los productores a sacrificar millones de aves, reduciendo la oferta y generando escasez en algunos mercados.
Otro de los factores clave detrás del repunte inflacionario fue el aumento en los precios de los comestibles, que subieron un 0,5% solo en enero, mientras que los precios de los automóviles usados y los seguros de vehículos también registraron alzas significativas.
El seguro de automóvil, por ejemplo, subió un 2% mensual, reflejando los mayores costos asociados a reparaciones y reposición de vehículos. Estos incrementos han impactado directamente a los consumidores, especialmente a aquellos con ingresos más bajos, que destinan una mayor proporción de sus salarios a bienes esenciales.
La política comercial del presidente Trump también ha añadido incertidumbre al panorama inflacionario.
Esta semana, Trump anunció la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio a todos los países sin excepción, una medida que podría elevar los costos de bienes como automóviles, electrodomésticos y maquinaria industrial.
Además, el mandatario también ha prometido implementar "aranceles recíprocos" a países que mantienen altas tarifas a los productos estadounidenses.
Economistas de lugares como Goldman Sachs prevén que sin la aplicación de los aranceles la inflación subyacente anual podría desacelerarse al 2,3% a finales de este año, pero con las nuevas medidas arancelarias el dato podría moverse hasta el 2,8%
Powell también reconoció este martes que los aranceles más altos podrían disparar la inflación y limitar la capacidad de la Fed para recortar las tasas.
"En algunos casos no llega mucho al consumidor, y en otros sí, y realmente depende de hechos que aún no hemos visto", explicó Powell.
Con Ap, Reuters y medios locales.