Según la Comisión Electoral de Georgia, el partido gobernante Sueño Georgiano obtuvo este 26 de octubre la mayoría absoluta del Parlamento, con el 70 % de los votos escrutados. Sin embargo, la oposición reclama la victoria y pide al oficialismo reconocer la derrota. Los ciudadanos decidieron entre un gobierno cercano a Moscú y una coalición opositora proeuropea. En el contexto de la guerra en Ucrania y la división entre bloques liderados por Rusia y Occidente, estas elecciones son consideradas cruciales para el futuro de este país al sur de Rusia.

Estas elecciones, vistas como las más importantes desde la caída de la Unión Soviética, convocan a tres millones de votantes, incluidos 800,000 residentes en el extranjero.

Cuatro coaliciones opositoras enfrentan al partido gobernante, Sueño Georgiano, criticado por su inclinación prorrusa. En total, 18 partidos participan, pero solo Sueño Georgiano y las cuatro coaliciones opositoras tienen opciones de superar el umbral del 5% necesario para acceder al parlamento de 150 escaños.

“Hoy será un triunfo para toda Georgia”, declaró la presidenta proeuropea Salomé Zourabichvili, tras emitir su voto. Añadió que “esta jornada definirá el futuro del país”. Bruselas también advirtió que el resultado electoral influirá en las posibilidades de Georgia de unirse a la Unión Europea, objetivo consagrado en su Constitución.

Desde hace 12 años, Sueño Georgiano, el partido conservador, gobierna esta nación de casi cuatro millones de habitantes, pero enfrenta crecientes críticas por leyes consideradas antidemocráticas.

La reciente ley de “influencia extranjera”, inspirada en una legislación rusa, llevó a la Unión Europea a frenar el proceso de adhesión de Georgia, aunque hace unos meses obtuvo el estatus de candidato. La aprobación de esta ley en mayo generó grandes protestas en todo el país.

El “partido mundial de la guerra”

Sueño Georgiano está controlado por el multimillonario Bidzina Ivanishvili, quien estudió y amasó su fortuna en Rusia. Transparency International denuncia que, bajo su influencia, el partido ha concentrado el poder en todas las instituciones del Estado.

En los últimos meses, Ivanishvili ha intensificado su retórica antioccidental, acusando a Occidente de ser el “partido mundial de la guerra”, y el lugar donde “se organizan orgías en las calles”. Esta postura ha llevado a las embajadas occidentales en la capital Tbilisi a romper contactos con el partido gobernante.

Sueño Georgiano se presenta como el único partido capaz de garantizar la paz en Georgia. El país aún carga las cicatrices de la breve guerra con Rusia en 2008, que dejó bases militares rusas en las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur, cuya independencia Moscú reconoció unilateralmente. En este contexto, el partido se posiciona como la única fuerza que puede evitar una "ucrainización" de Georgia.

No obstante, el partido asegura que Georgia se unirá a la Unión Europea en 2030. Analistas políticos creen que sus líderes confían en que para entonces la extrema derecha populista domine en Europa, ya que comparten afinidades con partidos como Agrupación Nacional en Francia y AfD en Alemania.

Esta promesa de adhesión resulta clave, ya que el 85% de los georgianos apoya la entrada a la UE, según encuestas.

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Votantes divididos sobre el futuro

Las cuatro alianzas opositoras proeuropeas —Unidad-Salvar Georgia, Coalición para el Cambio, Georgia Fuerte y Por Georgia— podrían obtener hasta el 60% de los votos, frente al 40% de Sueño Georgiano, muy por debajo del 54% que obtuvo en 2012, cuando asumió el poder.

En caso de ganar, la oposición promete reformas en el sistema electoral y judicial, así como derogar leyes controvertidas, y considera formar un gobierno de coalición que llame a nuevas elecciones en un año para reflejar mejor la voluntad popular.

El primer ministro Irakli Kobakhidze confía en la victoria de Sueño Georgiano e insta a sus seguidores a una “máxima movilización”. En un centro de votación en Tbilisi, el músico Guiorgui Kipchidze expresó su esperanza en el triunfo de la oposición, afirmando que “la mayoría de los georgianos entienden que el gobierno actual nos acerca al pantano ruso y nos aleja de Europa”.

A las 10 de la mañana, la participación alcanzaba el 9% y, según la portavoz de la Comisión Electoral Central, Natia Ioseliani, el proceso transcurría “con calma”. El alcalde de Tbilisi, Kakha Kaladze, también secretario general de Sueño Georgiano, advirtió que la oposición intentaría “generar tensiones”.

Sin embargo, el analista Gela Vasadze, del Centro de Análisis Estratégico sobre Georgia, ha alertado sobre el riesgo de “disturbios postelectorales” si el partido en el poder intenta mantenerse a toda costa.

En todo el país, se ha implementado un sistema de conteo electrónico y miles de observadores, nacionales e internacionales, supervisan el proceso para reducir posibles fraudes.

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Con AFP y Reuters