Limítrofe con Sudáfrica y Mozambique, Esuatini es un pequeño país poco conocido en el resto del mundo. Antiguamente conocido como Suazilandia, lleva 38 años gobernado por el rey Mswati III, el último monarca absoluto de África. El asesinato de Thulani Maseko, abogado de derechos humanos, militante prodemócrata y pacifista, marca un punto de inflexión en la historia del país.

Esuatini es el territorio que Tanele Maseko llama su hogar, pero se ha transformado en un lugar de miedo. Desde hace un año, ella vive en el exilio, luego del asesinato de su marido, Riudolf Thulani Maseko, abogado de derechos humanos y pacifista, quien era el principal opositor de la monarquía en Esuatini, la última absoluta del continente africano. A pesar de la intimidación y la muerte, ella confía en que algún día su país será democrático.

Mientras recorre su hogar y la tumba de su marido, ella narra cómo fue asesinado su esposo, lo difícil que representa pensar distinto al Gobierno y cómo es de fácil ser señalado de terrorista en un país de un millón de habitantes, con el 70 % de la población sumida en la pobreza.