Después de Argentina y Brasil, el presidente francés, Emmanuel Macron, se encuentra en Chile, donde hablará ante el Congreso el jueves. Su visita incluye un importante componente económico y también pretende reforzar los lazos diplomáticos que Francia y Europa no pueden descuidar.
El desvío hacia la Biblioteca Nacional de Chile, ubicada en el centro de Santiago, no está en el programa de la visita del presidente francés a este país sudamericano los días 20 y 21 de noviembre. Sin embargo, la exposición "Bajo el signo de la libertad" que presenta actualmente podría haber merecido un gancho, ya que está dedicada a un lejano predecesor de Emmanuel Macron, el general De Gaulle, que llegó a Chile en 1964 como parte de una importante gira por América Latina.
Durante tres semanas, del 21 de septiembre al 16 de octubre de 1964, el general De Gaulle visitó diez países de América Latina, en un viaje que pretendía abrir una nueva era en las relaciones franco-americanas. Durante su estancia en Chile, pronunció un discurso en la Universidad de Santiago.
Sesenta años después, Emmanuel Macron finaliza su gira por América Latina en la tierra natal de Salvador Allende. El Jefe de Estado se reunió este miércoles con su homólogo chileno, Gabriel Boric. Emmanuel Macron elogió el "buen acuerdo de libre comercio" entre la Unión Europea y Chile que debería "inspirar" a otros, en referencia al Mercosur, del que Chile no es miembro.
"Es un acuerdo comercial coherente con nuestras ambiciones climáticas y de biodiversidad", añadió el presidente francés. Comentarios bienvenidos por Gabriel Boric quien dijo estar “orgulloso de este tratado de última generación”.
El jueves, antes del Congreso, trasladado a Valparaíso durante la dictadura de Augusto Pinochet, el presidente Macron tendrá la oportunidad, ante los diputados y senadores chilenos, de hacer un balance de las relaciones entre Francia y Chile y, en general, con América Latina.
Un verdadero impulso presidencial
Argentina, Brasil para el G20… Esta gira es la más larga que ha realizado por América Latina desde el inicio de su primer mandato. Se trata, según el Elíseo, de una “nueva etapa” en el relanzamiento de la asociación de Francia con América Latina.
“Este viaje de seis días es una muy buena señal enviada a la región”, explica Kevin Parthenay, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Tours y miembro del Instituto Universitario de Francia.
Aunque ha aumentado los intercambios con Brasil desde que el presidente Lula recuperó el poder, Emmanuel Macron aún no había detallado su visión de la relación entre Francia y esta región del mundo. En el G20 también tuvo contactos con la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, o con el colombiano Gustavo Petro.
Kevin Parthenay percibe el deseo de “redensificar las relaciones existentes” entre Francia y América del Sur.
“El compromiso político llevado a cabo por la Presidencia de la República da profundidad. Hay cuestiones económicas, vinculadas a la defensa, en las que el presidente está comprometido. otros temas tienen que ver con el tema climático o la inteligencia artificial y percibimos un verdadero impulso presidencial”, analiza el académico.
La parte chilena de esta visita permitirá así a Francia trabajar en cuestiones estratégicamente muy importantes, como la importación de determinadas materias primas esenciales (cobre) o minerales raros. París recordó en particular el deseo de importantes grupos franceses de invertir en la explotación de metales o en el desarrollo de grandes proyectos de energías renovables. Antes de reunirse el miércoles con inversores chilenos, Emmanuel Macron dijo que esperaba que Francia fuera un "socio" de Chile "en materia de extracción y valorización del litio" y del "cobre", para "hacer frente a sus necesidades en materia de uranio".
Se debe preservar el apoyo latinoamericano
Además de los aspectos económicos, Francia pretende mantener fuertes vínculos culturales con esta región. Así lo demuestra la visita de Emmanuel Macron el miércoles a la casa del poeta Pablo Neruda, ex embajador de Chile en Francia, en Santiago. Francia acogió a un gran número de intelectuales sudamericanos durante la segunda mitad del siglo XX, a menudo por razones políticas, y pudo contar con estos relevos durante mucho tiempo.
Su peso cultural está disminuyendo hoy ante la presencia de otros actores, en particular China, que está ampliando su influencia en el ámbito cultural, relegando al mismo tiempo la lengua de Molière. Sin embargo, Francia no quiere perder la cercanía que mantiene desde hace mucho tiempo con los países de esta región, adquirida gracias al intercambio de valores comunes.
"Es importante poder contar con los Estados latinoamericanos. Estamos en un mundo que se está reestructurando de manera extremadamente profunda, en el que Europa ya no ocupa una posición central en absoluto. Y no trabajar para apoyar a todos estos países cercanos a nosotros sería extremadamente perjudicial”, concluye Kevin Parthenay.
Este nota es una adaptación de su original en francés