La izquierda alcanzó este domingo la victoria en las elecciones presidenciales de Uruguay, con el candidato Yamandu Orsi, quien obtuvo el 49,3% de los votos, frente al 46,4% del centroderechista Álvaro Delgado, según los resultados oficiales. Delgado admitió su derrota en la noche del domingo, mientras que el presidente Luis LaCalle Pou felicitó a Orsi y expresó su buena voluntad para la transición.
"Seré el presidente del crecimiento nacional", anunció el candidato Yamandú Orsi, del izquierdista Frente Amplio, tras ganar este domingo las elecciones de Uruguay y asegurar que recurrirá al diálogo para encontrar las soluciones que necesita el país.
Según los resultados oficiales, con el 87% de los votos escrutados, Yamandu Orsi obtuvo el 49,3% de los votos, comparado con el 46,4% del candidato oficialista Álvaro Delgado.
Las primeras encuestas a boca de urna mostraron dos horas antes que Orsi aventajaba a su rival oficialista Álvaro Delgado, del Partido Nacional (centroderecha).
Con este resultado, Orsi gana la Presidencia y gobernará Uruguay entre el 1 de marzo de 2025 y el 1 de marzo de 2030.
La paridad fue la constante en el proceso de votaciones de Uruguay, un pequeño país de 3,4 millones de habitantes, donde poco más de 2,7 de ellos estaban habilitados para elegir de manera obligatoria según la Constitución, so pena de ser objeto de multas.
Las encuestas concedieron las mismas opciones a ambos candidatos para suceder a Luis Lacalle Pou, quien conserva una elevada popularidad, pero no podía presentarse porque la legislación no permite la reelección inmediata.
Las parlamentarias de hace dos semanas terminaron divididas en partes iguales para las principales fuerzas políticas del país, y casi uno de cada 10 electores se confesaba todavía indeciso de la opción que apoyaría este domingo.
A pesar del final tan cerrado, el proceso se inició en total calma y así terminó, en un país que se ha convertido en modelo de estabilidad y respeto a la institucionalidad en América Latina, una característica que el expresidente de izquierda José 'Pepe' Mujica invitó a "cuidar entre todos" cuando acudió a las urnas, según su costumbre, a la hora exacta de la apertura del proceso.
Mujica alabó la vocación de los uruguayos por respetar las formalidades institucionales, que podría considerarse una excepción en lo que llamó la "pobre y goleada América Latina".
Con él votó su esposa, la exvicepresidenta de Uruguay, Lucía Topolansky, quien dijo que el próximo Gobierno deberá crear un clima de diálogo y dialogar. "Eso que faltó en estos cinco años que terminan tiene que ser la tónica", apuntó.
Topolansky remarcó que se necesita que el diálogo comience mañana mismo "sea quien sea que gane" y apuntó que el Frente Amplio tendrá mayoría en la Cámara de Senadores, pero no en la de diputados, mientras que los partidos que conforman la actual coalición de Gobierno no la tendrá en ninguna de las dos.
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Exactamente 7.225 centros de votación estaban habilitados para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales para escoger el sucesor de Luis Lacalle Pou, con una mayoría simple.
Sin ventaja clara
El izquierdista Yamandú Orsi, que es de la formación de Mujica, dominó la primera vuelta con 43,9% de los votos, por delante del 26,8% que obtuvo Álvaro Delgado. Sin embargo, el partido conservador Colorado le transfirió el apoyo al candidato oficialista, luego de que el suyo quedara fuera de la contienda.
Ese endoso le garantizaba un virtual empate a Álvaro Delgado, porque le sumbaaun respaldo que le permitiría llegar a 42%, y esa fue precisamente la fórmula con la que se impuso hace cinco años Lacallle Pou. El 8% de los electores votó por pequeños partidos o candidatos no alineados en primera ronda, y los dos postulados en el balotaje han estado dirigiendo sus ofertas a ese pequeño sector que puede resultar decisivo.
Delgado, un veterinario y dirigente del Partido Nacional, había invitado a los votantes a reelegir "un buen gobierno", apoyado en las cifras económicas de Lacalle Pou, que incluyen desaceleración de la inflación, un crecimiento de la economía que el Fondo Monetario Internacional estima será de 3,2% este año, el avance en las cifras de empleo y en el valor del salario real.
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Orsi, por su parte, docente e intendente del departamento de Canelones desde 2015 (un cargo equivalente a alcalde), aseguró contar con mejores perspectivas de gobernabilidad, porque aunque ninguna de las dos opciones obtuvo mayoría calificada para dominar la Cámara Baja, su partido sacó 16 de los 30 escaños al Senado.
Orsi también presume de los logros de 15 años de gobiernos progresistas previos a la elección de Lacalle Pou, que incluyeron la legalización del aborto, del matrimonio igualitario y de ciertos usos de la marihuana. Además, fue ungido por un ícono de la izquierda local como Mujica, que en el cierre de campaña lo definió como un hijo de "trabajadores comunes, que representa el tipo promedio de lo que es Uruguay".
La campaña electoral se caracterizó porque ninguno de los dos candidatos ha hecho propuestas que marquen una diferencia clara con respecto al rival, y de acuerdo con los analistas, el amplio consenso en los temas claves de la agenda nacional ha contribuido elevar la indecisión entre los votantes.
Con Reuters, EFE y AP