El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, y el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, anunciaron el lunes 3 de febrero un acuerdo migratorio "sin precedentes", que incluye la deportación a El Salvador de migrantes indocumentados de cualquier nacionalidad que hayan cometido crímenes en territorio estadounidense. Bukele también se ofreció a albergar a "peligrosos criminales" de nacionalidad estadounidense.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, confirmó este lunes 3 de febrero que llegó a un acuerdo migratorio con el presidente Nayib Bukele, en virtud del cual El Salvador acordó aceptar migrantes de cualquier nacionalidad que sean deportados de Estados Unidos y mantenerlos en sus cárceles.

Rubio explicó, además, queBukele se ofreció a albergar también en prisiones de El Salvador a "peligrosos criminales" de nacionalidad estadounidense que se encuentren bajo custodia de Estados Unidos. 

"Ningún país nos ha hecho una oferta de amistad como esta", dijo Rubio al ofrecer detalles ante la prensa. 

El jefe diplomático explicó que este mismo lunes habló de este asunto con el presidente Donald Trump y afirmó que la oferta de Bukele es "solo una señal del increíble amigo" que es para Estados Unidos.

Horas antes de este anuncio, el mandatario salvadoreño había anticipado que cerraría con el secretario de Estado de EE. UU. un acuerdo "sin precedentes" en materia migratoria.

"Es un acuerdo muchísimo mayor que no tiene precedentes en la historia de las relaciones, no solo de Estados Unidos con El Salvador, sino creo que con toda América Latina", agregó Bukele.

Rubio se reunió el lunes con Bukele en el marco de un viaje destinado a persuadir a los países latinoamericanos a hacer más para detener la migración a la frontera sur de Estados Unidos.

El jefe de la diplomacia estadounidense sostuvo el encuentro con el mandatario salvadoreño en la residencia de Bukele en el lago de Coatepeque, a las afueras de la capital.

El Gobierno de Donald Trump considera a Bukele un aliado clave en sus esfuerzos por combatir la migración en la región.

El presidente salvadoreño ha lanzado una férrea ofensiva de seguridad en su país, deteniendo a más de 80.000 personas y reduciendo drásticamente el número de homicidios. Washington atribuye a sus políticas la reducción del número de salvadoreños que intentan entrar ilegalmente a Estados Unidos.

 

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Con Reuters, EFE y AP