En unas elecciones marcadas por una intensa polarización y cuestionamientos sobre el futuro de la democracia, Donald J. Trump regresará a la Casa Blanca. Tras vencer a Kamala Harris, Trump se convierte en el 47º presidente de Estados Unidos, retomando el poder después de su derrota en 2020. Su retorno despierta entusiasmo entre sus seguidores y temores en sectores preocupados por los posibles impactos en derechos civiles y medio ambiente. Trump, quien asumirá en enero de 2025, enfrenta ahora el desafío de cumplir sus promesas en una nación dividida.

En una contienda electoral caracterizada por una intensa polarización y un profundo debate sobre el futuro de la democracia estadounidense, Donald Trump volverá a ocupar la Casa Blanca. El magnate venció a la candidata Kamala Harris, convirtiéndose así en el 47º presidente de los Estados Unidos.

El magnate selló una noche de ensueños en Estados Unidos tras quedarse muy temprano con la victoria en Carolina del Norte y luego también con Georgia y el codiciado estado de Pensilvania. 

El expresidente se dirigió a sus seguidores en Florida y celebró su victoria. "Quiero agradecer a Estados Unidos por darme el honor de ser su 47.º presidente", expresó Trump frente a sus seguidores eufóricos.

"Superamos obstáculos que parecían imposibles", sentenció Trump. Y añadió: "Vamos a arreglar todo este país". 

Trump prometió que Estados Unidos se adentrará en su "verdadera era dorada". 

Con los resultados de esta contienda electoral, Trump revirtió su derrota de 2020, que estuvo marcada por su silencio posterior a las elecciones y también por la toma del Capitolio el 6 de enero. Un hecho que generó tensión durante la presente contienda electoral y que reavivó los temores de una nueva incursión de sus seguidores de perder los comicios.

Esta victoria es también su última oportunidad para ocupar la Presidencia, ya que Trump alcanzará el límite máximo de dos mandatos no consecutivos permitidos en la Constitución de Estados Unidos, algo que ha encendido las alarmas respecto a lo radical de las medidas que pueda adoptar. 

Trump asumirá el cargo el 20 de enero de 2025 en medio de un clima de fuertes divisiones al interior del país. Para millones de sus seguidores, su retorno simboliza un restablecimiento de los valores “tradicionales” de Estados Unidos, mientras que para sus detractores es una posible amenaza a los avances en derechos civiles y medioambientales. 

En este contexto, Estados Unidos y el resto del mundo se preparan para un periodo de transición con una administración que promete una transformación drástica en su enfoque político y diplomático.

La pregunta que muchos se hacen, tanto dentro como fuera del país, es si Trump podrá cumplir sus promesas en un clima de crecientes tensiones políticas, económicas y sociales en una sociedad dividida como pocas veces en la historia reciente de Estados Unidos. 

Trump, del magnate al expresidente condenado

Donald Trump ocupó el cargo de presidente de Estados Unidos de 2017 a 2021, un periodo marcado por su enfoque al que el mismo catalogó como ‘America First’. El líder republicano implementó medidas duras frente a la migración y tuvo una mirada proteccionista en términos económicos.

Mientras que en hacia el exterior fue criticado por su cercanía con líderes autoritarios como Vladimir Putin y Kim Jong Un, a la vez que adoptó una postura confrontacional con países de la región como Cuba y Venezuela

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca también marca otro reto. Con 78 años, Trump deberá demostrar la energía de la que presumía en su campaña electoral cuando Joe Biden se perfilaba como el candidato de los demócratas. 

En múltiples ocasiones, Trump buscó desmarcarse de la edad de Biden y buscó desacreditarlo por sus olvidos y confusiones. Pero, lo cierto, es que es ahora el líder republicano tomará posesión con la misma edad de su antecesor y saldrá de la Presidencia en enero de 2029, cuando ya habrá cumplido 82 años. 

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Se trata de un episodio más en la vida política de Trump, que está lejos de ser una de las más largas y experimentadas en comparación con los anteriores inquilinos de la Casa Blanca. 

En 2015, Trump sorprendió al mundo al lanzar su candidatura para la Presidencia, en una campaña que se centraba en el nacionalismo y con una retórica provocadora y desafiante que rápidamente conquistó a una buena parte del electorado. 

Desde que salió de la Casa Blanca y tras perder la reelección en 2020, Trump no se alejó de la vida política y venció fácilmente a los otros contendores para la nominación republicana, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y ex embajadora de EE. UU. en la ONU, Nikki Haley

La campaña política de Trump estuvo marcada por múltiples casos judiciales en su contra, lo que también planea el interrogante de qué pasará, si el ahora presidente electo podría auto indultarse, por ejemplo. 

En mayo de 2024, Trump fue declarado culpable de 34 cargos relacionados con haber ocultado un pago a cambio del silencio de exestrella porno Stormy Daniels. Entonces, Trump, se había convertido en el primer expresidente estadounidense en la historia condenado en un juicio penal.

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Además, Trump enfrenta cargos en Georgia, donde se le acusa de intentar interferir en los resultados de las elecciones de 2020. Las grabaciones de una llamada en la que presionó a funcionarios estatales para que "encontraran" suficientes votos para revertir su derrota en el estado han sido cruciales en este caso. Algo que, sin embargo, no le impidió llevarse este estado en las elecciones de este 5 de noviembre.

Recientemente, Trump fue hallado culpable en un caso civil de fraude, en el que se determinó que él y su empresa inflaron el valor de sus activos para obtener préstamos y beneficios fiscales.

¿Cuáles son los principales retos que tendrá? 

Durante su campaña presidencial, Trump prometió un "plan masivo" de deportaciones e hizo de la contención de la inmigración irregular una de sus principales banderas. Ahora, queda por ver qué tanto podrá avanzar hacia ese plan con un Senado que, por primera vez en cuatro años, los republicanos lograron hacerse con la mayoría.

"Hemos recuperado el control del Senado, esto es increíble", sentenció Trump frente a sus seguidores en Florida. 

Sin embargo, más allá de la inmigración, la esfera económica fue uno de los factores más relevantes para que la balanza se inclinara hacia su lado en unos de los estados más disputados.

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El gran dolor de cabeza de los estadounidenses es la inflación, según una encuesta de Ipsos era el factor que más preocupaba al 50% de los ciudadanos. Trump ha prometido revertir dicha situación. Sin embargo, no es una tarea fácil: los estadounidenses han perdido más del 24% de su poder adquisitivo desde 2019.

El recorte de programas sociales en los planes de Trump también enciende los temores de un sector de la sociedad. Esto, en una sociedad en la que, en 2022, la tasa de pobreza era del 11,5% de la población.

En la esfera internacional los retos son muchos y de enormes dimensiones. Trump ha asegurado que si él hubiera estado en la Casa Blanca, la Rusia de Vladimir Putin nunca habría invadido a Ucrania. También ha sido un crítico constante del manejo del conflicto en curso en Medio Oriente por parte de Joe Biden. Habrá que ver si sus promesas van más allá del ámbito discursivo o si se quedan en palabras vacías.