España y Estados Unidos rechazaron las acusaciones de Venezuela de estar promoviendo un plan para "desestabilizar" el Gobierno de Nicolás Maduro, después de que tres estadounidenses, dos españoles y un checo fueran detenidos en el país latinoamericano por un supuesto complot contra el presidente venezolano. Mientras, crece la tensión entre Caracas y la UE, luego de que el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, calificara como "dictatorial" y "autoritario" al Ejecutivo chavista. En medio de este panorama de "tensiones", Francia aconsejó a sus nacionales que eviten a toda costa viajar a Venezuela.

"España desmiente y rechaza rotundamente cualquier insinuación de estar implicada en una operación de desestabilización política en Venezuela", dijo a AFP una fuente del Ministerio español de Relaciones Exteriores.

El Gobierno "ha constatado" que los dos detenidos españoles "no forman parte" de la agencia de espionaje española CNI "ni de ningún otro organismo estatal", indicó la fuente.

"España defiende una solución democrática y pacífica a la situación en Venezuela", añadió.

El Gobierno de Venezuela anunció el sábado la detención de tres ciudadanos estadounidenses, dos españoles y un checo por estar relacionados con un supuesto complot para atacar al presidente Nicolás Maduro y "desestabilizar" el país.

Los arrestos se producen en medio de crecientes tensiones entre Venezuela y los Gobiernos de Estados Unidos y España por las controvertidas elecciones del 28 de julio, en las que Maduro fue proclamado reelecto entre denuncias de fraude.

El ministro venezolano de Interior, Diosdado Cabello, dijo que los extranjeros arrestados están involucrados en planes "terroristas" que incluían atentar contra la vida del presidente Maduro y desestabilizar el país.

Cabello identificó a los detenidos como Wilbert Josep Castañeda, "militar activo" de Estados Unidos y "jefe" del plan, y otros dos estadounidenses, así como los españoles José María Basoa y Andrés Martínez Adasme, y un ciudadano checo.

El ministro vinculó los supuestos planes para "atacar" Venezuela a los centros de inteligencia de España, de Estados Unidos, y a la líder opositora María Corina Machado y otros dirigentes.

Leer tambiénVenezuela detiene a dos españoles, tres estadounidenses y un checo por supuesto complot contra Maduro

"Contingente de mercenarios"

Los dos españoles fueron capturados en Puerto Ayacucho, en el sur, y "son parte de un contingente de mercenarios del gobierno español, a través de su central de inteligencia, para atacar al país", dijo Cabello.

También acusó al Gobierno de Estados Unidos de estar vinculado a la operación, unas afirmaciones que Washington negó tajantemente.

"Cualquier afirmación sobre la participación de Estados Unidos en un complot para derrocar a Maduro es categóricamente falsa. Estados Unidos sigue apoyando una solución democrática a la crisis política en Venezuela", dijo un portavoz del Departamento de Estado estadounidense.

Los dos ciudadanos españoles estaban de vacaciones en Venezuela, aseguró el padre de Martínez Adasme al diario El Mundo.

"Mi hijo no trabaja para el CNI, claro que no", afirmó. "Estamos esperando información por vía consular y de la embajada", explicó. "Aún no sabemos bajo qué acusación o motivo lo han detenido".

 

La tensión entre Madrid y Caracas aumentó en los últimos días después de que el candidato opositor Edmundo González Urrutia llegara hace una semana a España para pedir asilo tras un mes en la clandestinidad en su país, donde es solicitado por la justicia. 

En respuesta, Venezuela llamó a consultas a su embajadora en Madrid y citó al embajador español en Caracas para protestar por los cuestionamientos a la reelección de Maduro.

El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, se reunió esta semana en La Moncloa con el opositor Edmundo González Urrutia.

Leer tambiénVenezuela denuncia supuesto intento de golpe de Estado orquestado por EE. UU. y España

UE califica al Gobierno de Maduro de "dictatorial"

Sánchez no reconoce la victoria de Maduro, pero tampoco la de su rival. Ha insistido, en consonancia con la posición de la Unión Europea, en reclamar la publicación de las actas electorales.

Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, calificó al gobierno de Nicolás Maduro de "dictatorial" durante una entrevista con la cadena española Telecinco emitida este domingo.

"En Venezuela hay más de 2.000 personas detenidas arbitrariamente después de las elecciones, el líder de la oposición ha tenido que huir, los partidos políticos están sometidos a mil limitaciones en su actuación ¿Usted a todo eso cómo lo llama? Pues naturalmente esto es un régimen dictatorial, autoritario", dijo Borrell.

La declaración provocó críticas por parte del canciller venezolano, Yván Gil, quien calificó a Borrell de "vocero del mal" y lo acusó de estar "convirtiendo a la Unión Europea en una institución decrépita, colonialista y guerrerista".

Washington, que reconoce la victoria de la oposición, anunció por su parte esta semana sanciones contra 16 funcionarios venezolanos, entre ellos la presidenta del Tribunal Supremo, por el "fraude electoral" del 28 de julio. Venezuela lo recibió como una "agresión" y Maduro condecoró a cuatro militares objeto de las sanciones.

Francia pide a sus ciudadanos evitar a toda costa los viajes a Venezuela

En medio de este panorama, el Gobierno de Francia aconsejó a sus ciudadanos evitar viajar a Venezuela, salvo por "motivos de fuerza mayor", e instó a aquellos que ya están en el país suramericano a alejarse de "cualquier manifestación de cariz político".

La petición del Gobierno, publicada este domingo, fue emitida por el centro de crisis y de apoyo del Ministerio de Exteriores de Francia.

El Ministerio francés pidió que todos los viajes previstos a Venezuela se aplacen, salvo si son de "fuerza mayor", debido al "aumento de las tensiones" tras las elecciones presidenciales del 28 de julio.

"A los que ya están en el país se les recomienda alejarse de toda manifestación de cariz político y de informar sobre la situación política y de seguridad. Se recomienda también evitar toda expresión sobre la situación política venezolana en el espacio público", indicó Exteriores en su nota.