Este 10 de diciembre se cumple el primer año de la Administración de Javier Milei en Argentina, marcado por un giro pragmático tras su sonora llegada al poder. A pesar de su retórica contra la ‘casta’ política, el mandatario ha tenido que negociar con sectores tradicionales para avanzar en reformas clave. Con una economía más estable, pero a costa de un ajuste social profundo, Milei se enfrenta a un 2025 crucial, con el objetivo de consolidar su agenda a través de nuevos desafíos y alianzas estratégicas.

Motosierra en mano y decidido a desmantelar el Estado, Javier Milei asumió la Presidencia de Argentina el 10 de diciembre de 2023 con una fuerte retórica contra la ‘casta’ política y la promesa de una transformación total.

Su discurso de toma de posesión, pronunciado de espaldas al Congreso, fue una decisión estratégica que reflejó su rechazo a las estructuras tradicionales del poder político. Este gesto representó un desafío directo a la clase dirigente, a la que ha señalado como responsable de la “decadencia” del país.

Sin embargo, a un año de su asunción, el presidente no es el mismo. Aunque mantiene su esencia y estilo que lo catapultaron a la Casa Rosada, Milei entendió que, para llevar adelante sus reformas, debía negociar con la misma ‘casta’ que tanto criticó durante su campaña. 

En lugar de la confrontación total, el mandatario ha tenido que buscar acuerdos con el Congreso para aprobar leyes clave, y en algunos casos, recurrir al veto presidencial para frenar iniciativas que consideraba en contra de sus objetivos.

Así, aunque su discurso se centró en desmantelar el sistema tradicional, fue precisamente esa ‘casta’ la que terminó siendo determinante para avanzar con su plan de gobierno.

Un año de luces y sombras en el plano doméstico

Uno de los hitos más importantes de la Administración libertaria en el plano doméstico fue la aprobación de la Ley Bases. A pesar de haberse reducido a casi un tercio del texto original tras seis meses de debate e idas y vueltas, el oficialismo logró sancionar el proyecto estrella del presidente para desregular la economía. 

En diálogo con France 24, Roberto Nolazco, gerente del área de Asuntos Públicos e Issue Management de Prospectiva Public Affairs Latam, destaca la capacidad del Gobierno para lograr la aprobación del proyecto, pese a contar con minoría parlamentaria.

También subraya la formación de un escudo legislativo en la Cámara de Diputados, que le permitió blindar los vetos presidenciales a la reforma para aumentar las pensiones y a la Ley de Financiamiento Universitario, que proponía un incremento en la financiación de las universidades públicas y una recomposición salarial para el personal docente.

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Tanto Nolazco como otros analistas consultados por France 24 coinciden en que el balance del primer año de Milei ha sido positivo en el ámbito político. 

En materia económica, resaltan la reducción de la inflación, uno de los problemas que más preocupan a los argentinos. A principios de 2024, el país enfrentaba la inflación más alta del mundo. Sin embargo, la gestión de Milei, que inició el año con un índice del 25,5%, consiguió reducirlo al 2,7% en octubre, la cifra más baja en casi tres años.

De todos modos, el éxito en los índices macroeconómicos, que incluye una notable caída del riesgo país y la estabilización del dólar, tuvo un alto costo.

El Gobierno llevó a cabo un ajuste profundo que implicó, entre otras medidas, un recorte de casi un tercio del gasto público —incluyendo áreas como jubilaciones, salud, educación, ciencia y cultura—, el cierre de ministerios y el despido de más de 33.000 empleados estatales.

Como consecuencia, la pobreza escaló al 49,9% de la población, según un estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA).

Estas decisiones se enmarcaron dentro de la principal hoja de ruta de la Casa Rosada: alcanzar el déficit cero, una meta innegociable para Milei. Desde el inicio de su mandato, el presidente ha dejado claro que este objetivo es la base sobre la que fundamenta toda su política económica.

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En este contexto, Nolazco plantea un gran interrogante en el ámbito social: ¿hasta cuándo tolerará la sociedad el ajuste?

“A un año del inicio del Gobierno de Milei, con un ajuste tremendo, en lo social logró mantener el factor de esperanza de: ‘Vamos a estar mejor, se está haciendo lo que hay que hacer porque esto era un desastre’. Eso duró un año, que es muchísimo, y quizá dure más. Pero en algún momento, eso debe sostenerse con resultados concretos que impacten en el bolsillo de la gente”, precisa.

Una política exterior entre el aislamiento y las alianzas estratégicas

La agenda exterior de Milei se caracterizó por confrontaciones con otros mandatarios, viajes frecuentes al extranjero, votaciones en solitario en la ONU y su rechazo abierto a la Agenda 2030.

El economista libertario protagonizó enfrentamientos con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, el líder brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y el mandatario español, Pedro Sánchez, lo que desencadenó la peor crisis diplomática en la historia reciente entre Argentina y España.

En conversación con France 24, el periodista y analista político Fernando González, director de ‘El Observador’ de España, describe al Gobierno de Milei como "conflictivo", pero resalta el buen vínculo con sus aliados ideológicos, como la Italia de Giorgia Meloni y la futura administración republicana de Estados Unidos.

En este sentido, considera que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, con quien el presidente argentino mantiene una relación personal, podría traer ventajas para el país, como un acuerdo de libre comercio o un nuevo préstamo del FMI.

Esta cercanía quedó evidenciada cuando Milei fue el único mandatario extranjero invitado al exclusivo foro conservador en Mar-a-Lago, Florida.

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Por otra parte, la Casa Rosada ha adoptado una postura de aislamiento en los organismos internacionales, a pesar de su alineamiento estratégico y geopolítico con Estados Unidos e Israel.

En una reciente asamblea de la ONU, Argentina fue el único país que votó en contra de una resolución destinada a “intensificar los esfuerzos para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra mujeres y niñas”.

Esta decisión, tomada apenas tres días después de votar en contra de una resolución sobre los derechos de los pueblos originarios, fue rechazada por la mayoría del espectro político argentino, incluido el PRO, el principal partido aliado del Gobierno.

Para Jorge Resina, doctor en Ciencia Política por la Universidad Complutense de Madrid, ambas votaciones responden a la “batalla ideológica” que lleva adelante Milei.

Milei ha antepuesto sus intereses personales, sus propios caprichos y ambiciones, a esos intereses institucionales

“Esto refleja que su política exterior no responde a los intereses del Estado. Más allá de quién ocupe la Presidencia, siempre existen intereses institucionales que están por encima, los cuales pueden orientarse hacia un lado o hacia otro, pero siempre deben defenderse. Creo que Milei ha antepuesto sus intereses personales, sus propios caprichos y ambiciones, a esos intereses institucionales”, señala a France 24.

Las redes sociales y la ‘batalla cultural’ de Milei

En este contexto de transformaciones radicales, la ‘batalla cultural’ impulsada por Milei juega un papel central en su gestión.

Durante su primer año de gobierno, el presidente extendió su confrontación ideológica más allá del ámbito político y económico, y se ha enfrentado a lo que considera una ‘invasión cultural’ promovida por sectores de izquierda.

Según él, la cultura está profundamente influenciada por el progresismo, que ha permeado las universidades, los medios y las organizaciones sociales.

Gabriela Pérez Carretta, experta en comunicación política, destaca el rol clave de las redes sociales en esta ‘batalla cultural’.

En diálogo con France 24, comenta que el mandatario las emplea estratégicamente, de manera planificada y profesional, con el apoyo de equipos dedicados. Su uso no es casual, sino que tiene un claro objetivo: promover su mensaje ideológico, construir su narrativa y contrarrestar lo que considera la influencia de la izquierda. 

La investigadora también advierte que, además de amplificar el mensaje, se inyectan mensajes políticos con un propósito definido, con la inteligencia artificial como una herramienta fundamental en el futuro de esta estrategia.

Los desafíos para 2025

De cara a lo que será un año crucial por las elecciones legislativas, Milei confirmó que en 2025 continuará con los recortes en el Estado. 

Las encuestas indican que, gracias a la reducción de la inflación y a la falta de una oposición fuerte, el presidente mantiene una imagen pública favorable.

Además, según un estudio nacional de la consultora ‘Sentimetro’, el partido oficialista La Libertad Avanza se perfila con una ventaja considerable para los comicios de medio término.

En este contexto, Gonzalo Sarasqueta, director del Máster en Comunicación Política y Empresarial de la Universidad Camilo José Cela, afirma a France 24 que el respaldo de la sociedad a Milei, a pesar del ajuste, responde en parte a que sigue valorando su “coherencia”.

El experto destaca que la ciudadanía no solo reconoce las variables macroeconómicas positivas, sino que también premia el paso del discurso a los hechos.

Para la politóloga Lucía Bonetto Cornatosky, especialista en estrategia y comunicación para actores políticos, uno de los grandes desafíos para el Gobierno será la economía: continuar con la baja de la inflación, generar crecimiento y mejorar la competitividad, en un contexto donde Argentina se ha vuelto un país caro en dólares tras la apreciación del peso.

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En el plano político, explica a France 24 que un reto clave será trasladar la legitimidad de Milei hacia los candidatos provinciales. Según la experta, el Gobierno apuntará a obtener la mayor cantidad de diputados propios para asegurar la gobernabilidad, lo que podría implicar explorar acuerdos con el PRO en algunas provincias.

Con vistas a su segundo año de mandato, Milei enfrentará desafíos clave en todos los frentes.

La implementación de sus reformas seguirá siendo una prioridad, aunque el panorama político y social exige un equilibrio entre la promesa de cambio y las realidades del contexto nacional e internacional.

Con la salida del cepo cambiario (restricciones al acceso de divisas) y una agenda centrada en el ajuste fiscal, la lucha contra el progresismo y un enfoque pragmático en política exterior, su capacidad para consolidar apoyo popular sostenido y mantener la estabilidad económica será crucial para el rumbo del Gobierno en 2025.