El presidente electo Donald Trump se encamina a una segunda Administración rodeado de rostros nuevos y viejos conocidos de la política estadounidense. Alfiles de la derecha, radicales, millonarios y personajes con vasta experiencia y otros carentes de ella, componen un gabinete que el magnate republicano encargará para hacer realidad unas promesas que impactarán en la vida de millones de personas dentro y fuera de la primera potencia. Aquí los perfiles más destacados.
Con algunos rostros aún pendientes de ser confirmados en el Senado, y otros sin necesidad de ello, el gabinete de Donald Trump ha tomado forma, una más radicalizada y experimentada que en su primera estadía en la Casa Blanca.
A través de sus publicaciones en su red social TruthSocial, el republicano ha ido desglosando la composición de su equipo de Gobierno en las últimas semanas, con nombramientos sorpresivos y otros más esperados, además de la creación de nuevas agencias gubernamentales para la consecución de los objetivos que prometió durante su campaña electoral.
En Estados Unidos, el gabinete presidencial se compone de 16 posiciones, como mínimo. El vicepresidente y 15 cabezas de los departamentos gubernamentales tradicionales – Salud, Seguridad nacional, Economía, Defensa, etc. – pero el presidente en turno tiene la potestad de nombrar más asesores, jefes de personal y enviados especiales.
Elon Musk, Marco Rubio, Robert F. Kennedy y Pete Hegseth son algunos de los nombres más llamativos en la lista del segundo mandato trumpista, que, con la primera experiencia presidencial del republicano, amenaza con ser uno de los más disruptivos y radicales en la historia reciente de Estados Unidos.
Aquí los perfiles más destacados del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca:
Marco Rubio
Antiguo senador por Florida y rival de Trump en las primarias republicanas para ser candidato presidencial, Marco Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, será el nuevo jefe de la diplomacia estadounidense en el segundo mandato del magnate neoyorquino.
De 53 años, Rubio empuña un duro discurso contra China, a la que ha calificado en el pasado como "la principal amenaza" de Estados Unidos en la modernidad.
El nuevo secretario de Estado también ha sido un expreso defensor de las sanciones económicas en contra de países como Venezuela, Cuba e Irán, además de no ser tímido en su defensa a Israel en el marco del conflicto israelí-palestino.
Keith Kellogg
Con 80 años, Keith Kellogg es el designado de Trump para ser el enviado especial para la guerra en Ucrania, dentro de un contexto en el cual terminar con las hostilidades en Kiev parece una misión prioritaria para la nueva Administración del republicano.
Originario de Ohio, Kellogg es un general retirado y condecorado por su participación en Irak. Tras el retiro, Kellogg se convirtió en una de las figuras más importantes dentro del círculo trumpista, sirviendo como consejero durante su campaña presidencial y, después, consejero de seguridad nacional del ex vicepresidente Mike Pence.
Kellogg es el autor de un plan de paz para Ucrania, en donde sugiere condicionar el apoyo militar estadounidense a Kiev a que el Gobierno de Volodímir Zelenski se siente a negociar con Vladímir Putin para encontrar una solución negociada al conflicto.
Pete Hegseth
Uno de los nombramientos más controversiales del segundo mandato trumpista está en Pete Hegseth, el elegido para encabezar el departamento de Defensa.
Veterano de guerra de 44 años, Hegseth es un presentador de televisión en la cadena estadounidense conservadora 'Fox', donde ha vocalizado en múltiples ocasiones su apoyo a la agenda 'America First' empuñada por Trump en su primer mandato, así como un defensor de la retirada de tropas estadounidenses en el mundo, incluyendo el Medio Oriente.
Hegseth aboga por una reestructuración del Ejército estadounidense, que según uno de sus libros, está controlado por "la izquierda".
El nuevo secretario de Defensa no tiene experiencia previa en la dirigencia del Ejército y como presentador de televisión, ha defendido a soldados estadounidenses acusados por crímenes de guerra.
Thomas Homan
Con 62 años, el exagente de policía y agente fronterizo es el designado por Trump para ser el 'zar de la frontera' durante su segundo mandato. Homan tiene un largo historial dentro del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), y ya ostentó el cargo de director en funciones del organismo durante la primera Administración trumpista.
Además, Homan es reconocido por ser la mente detrás de la política de 'tolerancia cero' implementada durante la primera presidencia Trump, una estrategia que fue la culpable de la separación de padres inmigrantes que llegaban de manera irregular al país, mientras que sus hijos fueron puestos dentro de "estaciones migratorias" en espera de ser puestos en disposición para su tutoría.
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Kristi Noem
La gobernadora de Dakota del Sur es la elegida de Trump para ser la nueva secretaria de Seguridad Nacional, un puesto clave para la materialización de las promesas de campaña del republicano, especialmente en migración.
Noem ha sido una de las gobernadoras republicanas más estrictas con la movilidad irregular dentro del territorio estadounidense. En 2023, tomó la decisión de enviar tropas de la Guardia Nacional a Texas para asistir en los planes del gobernador, Greg Abbott, para vigilar los cruces fronterizos.
Elon Musk
El nombre de la persona más rica del mundo es uno de los más conocidos dentro de los nombramientos trumpistas. El magnate sudafricano de 53 años encabezará el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) junto con Vivek Ramaswamy, también millonario y antiguo rival de Trump en las primarias republicanas.
Musk, que acumula unos 300.000 millones de dólares en sus cuentas, tendrá la misión de encabezar un nuevo departamento dedicado a la desregulación de la economía nacional, cortando los gastos públicos de Washington, y haciendo al Estado "más eficiente", aunque eso signifique la desarticulación del ya mermado Estado de bienestar estadounidense.
A diferencia de los demás nominados, su permanencia en el Gobierno no está contemplada a rebasar el año, ya que las labores del DOGE terminarían el 4 de julio de 2026.
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Robert F. Kennedy Jr.
De rival electoral a ser parte del nuevo gabinete de Trump, 'RFK' completó su transición al trumpismo después de que el presidente electo estadounidense lo nombrara como su elegido para encabezar el departamento de Salud, una decisión que causó polémica dentro y fuera de las esferas gubernamentales en Washington.
El sobrino del expresidente John F. Kennedy es una de las voces más críticas contra el manejo de la salud en Estados Unidos, señalando a las grandes empresas farmacéuticas por priorizar el negocio antes que el bienestar de la población.
Además, 'RFK' ha expresado públicamente sus preocupaciones por una presunta correlación entre el uso de vacunas y el autismo, aunque ha intentado tranquilizar al público estadounidense mencionando que "no le quitará las vacunas a nadie".
Kash Patel
Con 44 años, Patel es otra de las piezas importantes de Trump, al ser el designado para encabezar el FBI.
Patel es un abogado y antiguo fiscal federal que, aunque no posee experiencia en la línea de sus predecesores dentro de la dirección del FBI, si es un creyente, como Trump, que la impartición de justicia estadounidense no es objetiva, por lo que tiene en sus planes 'purgar' el organismo.
Patel ha prometido investigar y hasta juzgar a ciertos periodistas si era elegido como nueva cabeza del FBI.
Linda McMahon
McMahon, antigua directora operativa de la empresa de lucha libre más grande de Estados Unidos, es nominada para ser secretaria de Educación durante los próximos cuatro años.
Antigua candidata al Senado por Connecticut y una de las más grandes donantes a la campaña de Trump, McMahon será la encargada de cumplir con el desmantelamiento de las funciones principales del Departamento de Educación para que se consuma su desaparición, uno de los objetivos del presidente electo estadounidense.
Junto con su esposo Vince, Linda McMahon acumula una fortuna de más de 3.000 millones de dólares.
John Ratcliffe
Ratcliffe, de 59 años, es la apuesta de Trump para encabezar la CIA durante su segunda Administración. Con experiencia como congresista en Texas, así como director de inteligencia nacional durante el primer mandato trumpista, Ratcliffe fue uno de los nominados que más convencieron en la esfera bipartidista.
En su tiempo como congresista, Ratcliffe apoyó en las investigaciones legislativas en contra del hijo de Joe Biden, Hunter, además de ser un duro crítico de las denuncias en contra de Trump por presuntos vínculos entre su campaña y el Estado ruso durante las elecciones presidenciales de 2016.
El nuevo dirigente de la CIA también ha alertado sobre los supuestos intentos de espionaje chino.
Con Reuters, AP y medios locales