El asesinato de dos jueces conmociona a Irán. Ambos magistrados de alto rango en la Corte Suprema del país fueron asesinados a disparos este sábado 18 de enero frente a las instalaciones del tribunal, en Teherán. Los dos estaban encargados de casos de espionaje y terrorismo.

El atacante de los dos jueces iraníes se suicidó después de abrir fuego frente a la Corte Suprema, y ​​luego de que un guardaespaldas de uno de los jueces resultara herido, según indicaron las autoridades.

El poder judicial identificó a los jueces asesinados como los clérigos musulmanes chiítas de rango medio Mohammad Moghiseh y Ali Razini.

Aunque el motivo del asesinato aún es materia de investigación, el portavoz judicial, Asghar Jahangir, aseguró a la televisión estatal que los dos jueces habían estado involucrados durante años en "casos de seguridad nacional, incluidos espionaje y terrorismo".

"El año pasado, el poder judicial realizó amplios esfuerzos para identificar espías y grupos terroristas, una medida que provocó ira y resentimiento entre los enemigos", señaló.

 

 

La televisión estatal reportó que estos casos estarían relacionados con individuos vinculados con Israel y la oposición iraní apoyada por Estados Unidos, aunque no dio más detalles.

Los portales web de la oposición señalaron anteriormente que Moghiseh estaba involucrado en juicios de personas que describieron como prisioneros políticos.

Ningún grupo se ha atribuido la autoría de los asesinatos

Hasta el momento, ningún grupo se ha adjudicado la responsabilidad del crimen contra los jueces. Sin embargo, la participación de Razini en las ejecuciones de 1988 probablemente lo había convertido en un objetivo en el pasado, incluido un intento de asesinato en 1999, destaca la agencia de noticias AP.

Sus asesinatos, un raro ataque contra el poder judicial, también ocurren en un momento en que Irán enfrenta agitación económica, la paliza de sus aliados de Medio Oriente por parte de Israel y el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, el próximo lunes 20 de enero.

"Según las investigaciones iniciales, la persona en cuestión (el atacante) no tenía un caso en la Corte Suprema ni era cliente de las ramas del tribunal", indicó la agencia de noticias del poder judicial Mizan. 

"Actualmente, se han iniciado investigaciones para identificar y detener a los autores de este acto terrorista", agregó.

El portavoz del poder judicial, Asghar Jahangir, aseveró por separado a la televisión estatal que el tirador había sido un "infiltrado", sugiriendo que había trabajado en el tribunal donde ocurrieron los asesinatos.

A diferencia de la Corte Suprema de Estados Unidos, el Supremo iraní tiene muchas ramas repartidas por todo el país. Es la corte de más alto de Irán y puede escuchar apelaciones sobre decisiones tomadas por tribunales inferiores.

 

 

 

 

Razini había sido objeto de ataques anteriormente. En enero de 1999, unos atacantes en motocicletas lanzaron un explosivo contra su vehículo, hiriéndolo cuando salía de su trabajo como jefe del poder judicial en Teherán.

Mogheiseh había estado bajo sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos desde 2019. En ese momento, Washington lo describió como alguien que había “supervisado innumerables juicios injustos, durante los cuales los cargos no se fundamentaron y las pruebas fueron ignoradas”.

“Es conocido por condenar a decenas de periodistas y usuarios de Internet a largas penas de prisión”, afirmó entonces el Tesoro. Mogheiseh había presentado cargos contra miembros de la minoría bahaí de Irán “después de que, según se informa, celebraron ceremonias de oración y culto con otros miembros”, añadió la entidad federal estadounidense en ese momento.

Ambos hombres habían sido nombrados por activistas y exiliados como participantes en las ejecuciones de 1988, que se produjeron al final de la larga guerra de Irán con Irak. Después de que el entonces líder supremo de Irán, Ruhollah Khomeini, aceptara un alto el fuego mediado por la ONU, miembros del grupo de oposición iraní en el exilio Mujahedeen-e-Khalq, o MEK, fuertemente armados por Saddam Hussein, irrumpieron en la frontera iraní en un ataque sorpresa.

Con Reuters y AP