Diego El Cigala volvió este viernes ante un abarrotado Teatro Nacional de Santo Domingo para compartir con su público su nuevo disco 'Obras maestras', que cuenta con una compilación de canciones emblemáticas de otros artistas que él mismo ha transformado al género que le ha llevado al estrellato, el flamenco.
"Estoy feliz de estar en mi tierra, cuando vine aquí (a República Dominicana) encontré la paz y encontré la calma", expresó el artista nacido en España, pero que se nacionalizó dominicano en 2014 por el "amor" que tiene al país caribeño.
Tras recibir una fuerte ovación cuando apareció por el escenario por primera vez tras su último concierto en este mismo lugar hace dos años, 'Si te contara' fue la primera canción que hizo aplaudir al público.
El Cigala, que se encuentra inmerso en una gira donde ya ha actuado en países como España, México o Estados Unidos, reconoció que estaba "un poco tocado porque cogí frío", aunque recalcó que lo más importante es "poner el corazón y el alma".
El disco, estrenado el año pasado y que es su número catorce, llevó al cantautor de 55 años a cantar elaboraciones propias como 'Lágrimas Negras', la canción que despertó más interés en el público porque se levantó de sus asientos cuando se entonaron sus notas, o 'Corazón Loco'.
No obstante, la popular canción 'Vida loca', del cubano-mexicano Francisco Céspedes, 'Amar y vivir', de la banda mexicano-estadounidense Santa Cecilia; o 'Te quiero, te quiero' de la española Rosario Flores, fueron otras de las canciones recitadas por el artista de música flamenca.
Durante el concierto, que destacó por la emoción de las letras y las palmas del público, El Cigala también optó por sacar su lado sarcástico en algunas ocasiones: "Me lo ha dicho el médico que me lo beba", dijo cuando en plena actuación una persona le sacó un vaso de ron que se fue bebiendo entre cada canción.
Además, los tres músicos que le acompañaban (Jaime Calabuch en el piano, su colaborador desde 2005; Israel Suárez con el cajón; y Marco Niemetz con el contrabajo) tuvieron una actuación importante en la presentación, especialmente cuando El Cigala abandonaba el escenario durante algunos minutos y ellos seguían entonando los acordes de sus instrumentos.
De esta forma, y repitiendo continuamente que estaba muy contento de poder actuar "en su país y ante su gente", El Cigala vio como el público dominicano volvió a recibir de gran manera su música flamenca.