Simon Leviev habría estafado por unos diez millones de dólares a sus víctimas a través de la aplicación de Tinder utilizando el esquema Ponzi, una estafa piramidal que se lleva a cabo cuando una persona (natural o jurídica) presenta mucha rentabilidad a inversores.
Pero, el llamado estafador de Tinder engañaba a las mujeres aplicando este mecanismo, incluso, en menos de dos horas.
Se trata de un esquema en el que, al ver la solvencia de esa persona, la víctima es convencida para invertir o prestar su capital, pero los intereses del dinero depositado o prestado son pagados con el dinero que invierten los nuevos clientes.
Es algo tipo rueda, ya que sigue funcionando hasta que deje de entrar dinero por alguna crisis o escasez.
En el documental que estrenó Netflix el pasado fin de semana, Simon Leviev aplica este esquema pero con distintas variaciones, pues no solía devolver el dinero que pedía prestado, sino que se lo gastaba junto a otras personas – mujeres en este caso – a quienes recurriría para obtener dinero y gastarlo con otras, repitiendo una y otra vez esta acción.
El nombre de esquema Ponzi proviene del delincuente italiano Carlos Ponzi, quien estafó a distintas personas durante la década de 1920 en Estados Unidos.
Pero este mismo mecanismo se utilizó en otras partes del mundo a finales del siglo XIX, con el inicio de las estafas piramidales, de acuerdo a lo publicado por medios internacionales.
El documental
Netflix estrenó el pasado día 2 de febrero The Tinder Swindler ("El estafador de Tinder"), que narra la historia de tres mujeres que dicen haber sido engañadas por Simon Leviev, a quien conocieron a través de la aplicación de citas Tinder.
Durante una hora y cincuenta minutos, a través de las historias de la ciudadana noruega Cecilie Fjellhøy, la sueca Pernilla Sjoholmy la holandesa Ayleen Charlotte, se muestra cómo este hombre se mete en sus vidas después de conocerlas en Tinder y ellas terminan entregando sumas de dinero difíciles de confirmar, pero que algunos estiman en millones. Tan solo una de ellas entrega al estafador unos US$ 200.000, según publica BBC Mundo.