Las mujeres nos hemos ganado a pulso el espacio que hoy ostentamos en términos laborales. Con tenacidad, persistencia y gallardía hemos peleado un sitial importante en la sociedad.
Las 146 mujeres de la Shirtwaist Triangle, la fábrica clandestina que se convirtió en lugar de muerte aquel 25 de marzo de 1911; no tenían derechos, ni protección legislativa o representación laboral.
Ellas no podían acercarse a hablar con el propietario, no tenían permiso para comer y si querían fumar, tenían que hacerlo a escondidas. Recibían bajos salarios, trabajaban largas horas, y les cerraban las puertas con llave mientras estaban dentro de la fábrica.
En República Dominicana hay muchos ejemplos de mujeres que con gran gallardía han logrado romper los paradigmas que predominaban en muchos sectores. El país tiene mujeres que nos inspiran, no solo a perseguir nuestros sueños, sino a adueñarnos de los espacios que históricamente pertenecían a los hombres.
Tenemos un Ministerio Público con cara de mujer, con la magistrada Miriam Germán Brito a la cabeza, seguida de Yeni Berenice Reynoso, representando la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA). Hoy, Día Internacional de la Mujer, resaltamos el valor de estas grandiosas mujeres que con su valía nos inspiran.
Por años la mujer ha tenido que luchar por sus derechos y se puede decir que hemos logrado mucho. Gracias a la lucha de esas heroínas, las mujeres ejercemos el derecho al voto, hecho que marcó un antes y un después, dando apertura a espacios políticos en los que las voces femeninas son escuchadas. En la actualidad conmemoramos esta fecha de una manera especial, sin olvidar a esas luchadoras que cambiaron el estilo de vida de cada una de nosotras.
Hoy en día somos mayoría en diferentes sectores importantes de la sociedad, hemos logrado posicionarnos y tener éxito.
Si hablamos de educación, en la matrícula educativa hay más mujeres. De cada 10 hombres en la matrícula universitaria, hay 18 mujeres y aunque sabemos que podríamos estar mejor, alrededor del 28% de los escaños en los parlamentos nacionales están ocupados por mujeres.
No queremos hablar de lo que hace falta, sino de lo que ya hemos logrado. En este Día Internacional de la Mujer queremos reconocer la virtud de ser mujer en estos tiempos, en los que podemos vestir a nuestro gusto, llevar el pelo como nos plazca, que tenemos acceso a la educación, al libre tránsito, a ejercer la profesión que queremos, a casarnos con quien gustemos, a decidir por nosotras mismas, a guardar culto a quien queremos, sin miedo a nada y con valor a todo.
No celebramos la historia de este día, que es trágica. Pero vivimos las bondades de ser mujer en estos tiempos. Hoy podemos decir que en nuestro trabajo nos valoran, que somos una pieza importante y nos lo hacen saber. Podemos dirigirnos a nuestro jefe de manera directa, comer es un derecho sin distinción y para fumar, si así lo quisiéramos, no tendríamos que escondernos de nadie.
Si volteamos la mirada a la historia y nos vemos ahora, ahí distinguimos las libertades que tenemos por conquista de las otras.
Tenemos instituciones que velan por nuestro cuidado, mujeres que hablan de violencia, que lo cuentan. Gozamos de un trabajo y del derecho a educarnos, en lo que queramos. Y somos más en la universidad, y en los trabajos, y vamos escalando.
Y nos encontramos otras mujeres que nos dan la mano. Defendemos nuestras causas en la casa y en las calles, y contamos con hombres que también la defienden, con hermanos que cambian pañales. Nos queda mucho, sí, pero hoy más que nunca tenemos motivos para celebrar y compromisos para seguir luchando por las otras, las que llegarán.