Los principales partidos de la República Dominicana, en cuanto al número de sus miembros y simpatizantes y al papel desempeñado en las elecciones recién pasadas, se ocupan en estos momentos de los trabajos internos propios de estas organizaciones y de los procesos que les ordena la ley, como la elección de sus cargos directivos.
El PRM llevó a cabo las asambleas regionales de evaluación de las elecciones y tiene pendiente organizar la elección de sus cargos directivos.
Este domingo el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) celebrará la plenaria que dejará abierto el X Congreso partidario, que será nombrado Reinaldo Pared Pérez, en honor a quien fuera secretario general y uno de los más notables dirigentes peledeístas.
Ya antes el partido Fuerza del Pueblo (FP) anunció el comienzo de los trabajos de su congreso. FP se propone, según lo explicado por sus portavoces, hacer un diagnóstico de la situación de la organización partidaria, evaluar su participación en las más recientes elecciones, además de reformar sus estatutos y la composición de sus estructuras orgánicas.
De estos tres partidos, acaso el que encara el mayor reto es el PLD, porque después de gobernar veinte años, con 16 años de corrido e incluso con triunfos en reelección de sus dos presidentes (Leonel Fernández y Danilo Medina), desde el 2020 ha venido perdiendo seguidores, dirigentes y votantes, hasta quedar en un lejano tercer lugar en las elecciones presidenciales de 2024.
Pero los otros dos, el PRM y FP, tampoco están exentos de retos y desafíos.
El PRM, por ejemplo, logró tres victorias contundentes en las municipales, congresuales y presidenciales.
Debido a que el presidente Luis Abinader no buscará reformar la Constitución para buscar una segunda reelección, debe el PRM cuidarse de que dirigentes importantes se adelanten al laborantismo electoral interno con miras a ganar la candidatura presidencial para 2028, y debiliten la unidad de la organización, además de descuidar sus responsabilidades en el Estado.
Y FP, que quedó bien posicionado en el segundo lugar, aunque muy lejos del PRM, tiene el reto de continuar creciendo, pero sin socavar a su potencia aliado electoral con una probable candidatura unitaria, para no correr en 2028 un suerte similar a la de 2024.
Pero, sobre todo, FP requiere replicar su éxito en las elecciones para la senaduría del Distrito Nacional, promoviendo más líderes jóvenes que empiecen a construir un inexorable y necesario relevo generacional.
Los partidos se fortalecen en la medida en que se ganan la confianza y el apoyo de la ciudadanía, para lo cual es indispensable que sus hechos mantengan la coherencia con sus discursos. Si hablan de unidad nacional, no pueden proyectar una imagen de fragmentación interna y desgarramiento; si hablan de apoyar a la juventud, no pueden excluirla ni ponerle obstáculos; lo mismo vale para las mujeres.
No es cierto que un fantasma llamado "antipolítica" sea el culpable de la debilidad y la destrucción de los partidos. La causa de la debacle que sufren muchos partidos políticos (fenómeno mundial en estos momentos) proviene de los vicios y errores de sus dirigentes, que se creen infalibles e indispensables, y que no son capaces de dar la cara por los errores que cometen.
Apostamos a que todos los partidos de República Dominicana superen sus problemas internos, se renueven y se fortalezcan. Sólo así el país verá afianzada su democracia, sin peligro de que llegue al poder un aparecido, un populista cualquiera, de derecha o de izquierda, como ha ocurrido en otros países.