Este domingo, 27 de octubre, el presidente Luis Abinader, en la Asamblea Nacional, proclamó la nueva Constitución dominicana.

A partir de ahora, el presidente de la República Dominicana no podrá propiciar una reforma de la Carta Magna para buscar su reelección más allá de dos períodos.

Se trata de un paso de avance en el fortalecimiento de las instituciones de la República Dominicana.

La reformada Carta Magna dispone la imposibilidad de que la máxima autoridad del Poder Ejecutivo pueda intentar permanecer en el poder más allá de lo que establece el texto constitucional, que permite la reelección consecutiva, y "nunca más" volver a aspirar al cargo de presidente y al de vicepresidente.

Lo ideal habría sido que se eliminara de manera definitiva la reelección presidencial. En este caso, por lo menos, se prohíbe cualquier intento de reformar la Constitución para que un gobernante se perpetúe en el poder.

"Aquellos que dudaron de que esto fuera posible ahora tendrán que creer en mi palabra. Por primera vez en República Dominicana un presidente, con la mayoría necesaria para modificar la Constitución y extender su mandato, decide limitarse a lo establecido en la Constitución", afirmó Abinader en un discurso tras la proclamación de la carta sustantiva.

Además de poner un "candado" a la reelección presidencial, la nueva Constitución dispone que el número de diputados pasará de 190 a 170, a partir de las elecciones de mayo de 2032.

Asimismo, la Constitución dominicana ahora establece que el procurador general de la República no formará parte del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), posición que ocupará el presidente del Tribunal Constitucional (TC).

El Consejo de la Magistratura, que encabeza el presidente de la República de turno, elige a los miembros del Constitucional, del Tribunal Superior Electoral y de la Suprema Corte de Justicia. El procurador general ya no será nombrado por el Poder Ejecutivo, sino por el Consejo de la Magistratura tras una propuesta de una terna que propondrá presidente.

Aspiramos a que esta nueva Carta Magna contribuya a fortalecer la institucionalidad  y la democracia de la República Dominicana.