Reino Unido decidió tomar medidas para evitar que sus territorios de ultramar, como llaman a las islas del Caribe que ellos conquistaron, sean invadidas por los haitianos tratando de salir del infierno en que se encuentran, en su propio territorio, conexo con la República Dominicana, con quien los haitianos comparten la isla La Española.
Estados Unidos igualmente está tomando medidas para evitar que sus territorios en el Caribe sean utilizados por los haitianos, así como los lugares cercanos a Haití, como Florida, que ya en los años 90 del siglo pasado representó un error dolor de cabeza, por la migración masiva en pequeñas embarcaciones de haitianos que alcanzaron las costas de norteamérica. Les llamaron los "boats people".
Las propias islas del Caribe, incluyendo las que forman parte del Caricom, también han tomado medidas para evitar un flujo masivo de inmigrantes haitianos. Son pequeños territorios, con escasa población, que se han visto obligadas a cerrar sus puertas de entrada para los haitianos, por la naturaleza de esa migración y por los riesgos que entraña, de permanencia por mucho tiempo, como refugiados y como simples migrantes.
La República Dominicana, el vecino más próximo, también ha tomado medidas de emergencia para evitar la migración masiva de haitianos. Ha protegido la frontera como nunca antes y tiene un control biométrico para que cada ciudadano haitiano que entre esté identificado y pueda ser ubicado.
Aunque hay ya una fórmula para escoger el Consejo Asesor Presidencial, propuesto por el Caricom, la incertidumbre sigue creciendo en Haití. España decidió también sacar su personal de Haití. Estados Unidos recomendó a sus ciudadanos salir del país. República Dominicana está atendiendo las solicitudes de sus ciudadanos residente se Haití y los está ayudando a salir en una ruta, vía helicópteros, desde Puerto Príncipe hasta Dajabón y Santo Domingo. Canadá, Estados Unidos, Alemania, Francia, la Unión Europea, decidieron extraer su personal diplomático y consular de Puerto Puerto Príncipe.
Las bandas pasaron de atacar las instituciones financieras, el Banco Central, el aeropuerto (cerrado), los Puertos, a atacar las zonas residenciales, como PetionVille, en donde en un solo día aparecieron 14 cadáveres dispersos en lugares diferentes.
Ahora comenzaron a atacar las centrales eléctricas, y tienen el propósito de dejar sin electricidad a hospitales, familias y centros de apoyo que aún subsisten y mantienen puertas abiertas. El Palacio Nacional de Haití también fue atacado, y es probable que nuevamente traten de acorralar a la fuerza especial que protege la casa de gobierno, ya desocupada.
El gobierno dominicano hace bien en concentrar todos sus esfuerzos en la defensa de los ciudadanos dominicanos, en la protección de la frontera, y en apoyar las opciones que la comunidad internacional identifique como posibles salidas a la crisis terribles de Haití. Lo siguiente, si no hay solución en lo inmediato, es una guerra civil, que podría inducir o a una intervención militar extranjera, o al establecimiento de un gobierno ilegítimo, encabezado por Guy Philippe, con el apoyo de Cherizier y las bandas criminales.