La muerte de la joven economista Adilka Féliz, quien trabajaba en el Senado de la República, ha puesto de nuevo en la atención pública el debate sobre la necesidad de incluir en el nuevo código penal las tres causales.
Como las tres causales se conocen las tres situaciones excepcionales en las cuales una mujer estaría en libertad de decidir si prosigue con un embarazo o lo interrumpe.
Esas tres situaciones excepciones son:
1-Cuando la ciencia médica haya demostrado que feto es inviable para la vida. Es decir que morirá tarde o temprano.
2-Cuando la vida de la madre esté en riesgo.
3-Cuando el embarazo sea fruto de una violación, que incluye también los casos de incesto.
Por presiones de los grupos más conservadores de las iglesias y de los partidos políticos, los legisladores dominicanos y sus líderes se han llenado de miedo y no han incluido las tres causales en el proyecto de nuevo código penal.
Qué pena que una profesional que, precisamente, era una servidora pública en el Congreso Nacional, terminara perdiendo la vida porque sus compañeros de trabajo no crearan las condiciones mujeres con enfermedades que requieren la interrupción de un embarazo para someterse a tratamientos médicos que pueden salvar sus vidas.
Como ha denunciado la Coalición por los Derechos y la Vida de las Mujeres, ha muerto por la "mala práctica legislativa" del Congreso Nacional, y no por una mala práctica médica.
La entidad exigió la aprobación urgente de las tres causales en el Código Penal de República Dominicana.
En República Dominicana, el Código Penal impone penas de hasta 20 años para el personal médico que termine un embarazo, incluso en estas tres circunstancias excepcionales.
Es una lástima que la cerrazón y el populismo político puedan más que hacer valer los derechos de las mujeres y las recomendaciones de la ciencia médica.