Wall Street abrió este viernes en rojo y su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, perdía un 0,45 %, cuando los inversores evalúan cuál será el próximo paso de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) para controlar la inflación.
Diez minutos después de la apertura del parqué, el Dow Jones restaba 151,81 puntos, hasta 33.847,23, mientras que el selectivo S&P 500 perdía un 0,70 % o 30,02 unidades, hasta 4.253,72.
El índice compuesto del mercado Nasdaq, que aglutina a las principales tecnológicas, decrecía un 1,12 % o 145,23 enteros, hasta 12,820,11.
Las preocupaciones por parte de los inversores sobre qué hará el banco en su reunión de septiembre rompieron con las subidas que se veían en los indicadores desde hace semanas.
Muchos inversionistas confiaban en que la inflación posiblemente había alcanzado su punto máximo y que la Fed suavizaría sus aumentos en las tasas de interés.
No obstante, esta semana los accionistas vieron en las actas de la Fed un mensaje ambivalente, en el que se insistía en que las alzas de los tipos continuarán hasta que la inflación esté controlada, pero también se reconocía que "probablemente sería apropiado en algún punto" reducir el ritmo de esas subidas mientras "se evalúan los efectos" de las que ya se han hecho.
Ayer, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Sant Louis, James Bullard, dijo que se inclinaría por un aumento de 0,75 puntos porcentuales en septiembre.
Por sectores, solo amanecían en verde el sanitario (0,19 %) y el de servicios públicos (0,13 %) y las mayores pérdidas eran para el financiero (-1,12 %), el de comunicaciones (-1,19 %) y el de bienes no esenciales (-1 %).
Entre las 30 empresas cotizadas del Dow Jones destacaban los avances de Merck & Co (1,11 %) y Johnson & Johnson (0,69 %), mientras que las mayores pérdidas eran para Boeing (-1,81%), Salesforce (-1,78 %) y Golman Sachs (-1,37 %).
También llama la atención en las noticias corporativas la caída de las acciones de Bed Bath & Beyond que tras la apertura de la bolsa se desplomaban más de un 40 %, después de que el inversionista millonario Ryan Cohen vendiera toda su participación en la compañía.
En otros mercados, el petróleo de Texas subía hasta los 90,63 dólares el barril, el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años subía al 2,985 %, el oro bajaba a 1.770,40 dólares la onza y el dólar ganaba terreno frente al euro, con un cambio de 1,005.