Durante el 2022, la actividad hoteles, bares y restaurantes ha sido la de mayor contribución al crecimiento de la economía dominicana, siendo la tercera parte del crecimiento acumulado de 5.4% de los primeros nueve meses del año.
La información la ofreció el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, quien explicó que en términos de valor agregado real, el sector turismo registró una expansión de 28.9% en enero-septiembre de 2022, mientras que los ingresos por turismo alcanzaron un monto de US$6,341.9 millones, para una variación relativa de 65.7 % con respecto a igual periodo de 2021.
Al pronunciar un discurso de agradecimiento tras ser reconocido por la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores), en la V edición de su “Foro de Inversión Turística” Albizu detalló que este año ha sido extraordinario para el sector turístico en el país, superando todas las expectativas, registrándose flujos sin precedentes en la llegada de pasajeros no residentes, acumulando 5.8 millones de visitantes en diez meses.
De acuerdo a los datos anunciados por el Ministerio de Turismo, es decir, 7.4 % y 8.7 % más visitantes no residentes que en 2018 y 2019, respectivamente.
Se proyecta que al finalizar el 2022, los visitantes no residentes se ubiquen en torno a 7.2 millones, superando por primera vez en la historia el umbral de los 7 millones, con ingresos por turismo que superarán los US$8,500 millones, un máximo histórico.
"Todo lo anterior revela que, a pesar de las adversidades que ha enfrentado la industria turística a nivel mundial ante la actual coyuntura internacional, la República Dominicana se mantiene como el destino líder en términos de llegada de turistas en la región del Caribe Insular y Centroamérica. Estos son, sin duda alguna, logros dignos de resaltar dado el impulso que representa el turismo para la actividad productiva nacional y la generación de divisas, expresó Albizu.
Espina dorsal de la economía
El gobernador manifestó que el turismo ha tenido un rol sumamente importante en la reactivación de la economía, por su efecto multiplicador en la demanda de bienes y servicios locales y en la generación de empleos, así como por su alta incidencia dentro de las exportaciones totales del país.
“El turismo, como he mencionado en otras ocasiones, puede considerarse como la espina dorsal de la economía dominicana por sus vasos comunicantes con todos los demás sectores económicos.
Dijo que el sector turístico se ha recuperado más rápido de lo esperado, gracias a las distintas iniciativas llevadas a cabo por el Gabinete de Turismo, que contaron con la voluntad y apoyo irrestricto del presidente Luis Abinader junto al ministro de Turismo David Collado, contribuyendo a su reactivación y a recobrar los empleos perdidos durante la pandemia.
Asimismo, expuso que tuvo también una notable efectividad el Plan de Recuperación Responsable del Turismo que se ejecutó de la mano con el Sector Privado, que incluye incentivos fiscales a las empresas relacionadas al turismo, una estrategia de promoción eficiente, dirigida y focalizada en los destinos emisores prioritarios, entre otras medidas para fortalecer la imagen del país como un destino vacacional atractivo y seguro, concomitantemente con la aplicación exitosa del programa de vacunación en la República Dominicana, el cual fue dirigido por la vicepresidenta Raquel Peña.
"Finalmente, les reitero mis amigos que todas estas buenas noticias representan sobradas razones para seguir apostando a que la economía dominicana continuará ocupando una posición cimera en términos de la recuperación, sosteniéndose en sectores como el turismo, de alta generación de divisas, inversión extranjera directa y empleos directos e indirectos", resaltó.
De igual forma, Albizu indicó que el Banco Central dando fiel compromiso a su misión, reafirma su compromiso de conducir la política monetaria hacia el logro de su meta de inflación, contribuyendo además con el buen desenvolvimiento de la activad económica, manteniendo un ambiente de certidumbre, el cual es indispensable para el adecuado flujo de inversiones locales y extranjeras, combinado con un clima de paz social, seguridad jurídica y reglas claras y transparentes, lo que es de vital importancia para la estabilidad en un contexto de fuertes fundamentos macroeconómicos.