Expertos en ciberseguridad advirtieron los riesgos que implica la inobservancia de medidas de seguridad a nivel tecnológico, los peligros de la ingeniería social que usan los ciberdelincuentes y la confianza de los usuarios a la hora de usar el internet, tanto a nivel personal como en materia de negocios, en especial las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
Francisco Batista, miembro del Comité de Ciberseguridad de la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA), sostuvo que los ciberdelincuentes no se enfocan solo en atacar grandes empresas e instituciones, sino que hay una creciente tendencia de actuar contra emprendimientos y mipymes, aprovechando brechas y fallas de seguridad tecnológica, así como la baja inversión que suelen hacer estos sectores en esa materia.
Liliana Romero, gerente división Riesgo y Cumplimiento de Seguridad de la Información del Banco Popular Dominicano, expuso cómo opera la ingeniería social de los delincuentes para llegar a sus víctimas y que, en el caso de los comunicadores, puede usarse para robar información, para espionaje y acoso en línea.
Explicó que los ciberdelincuentes presionan una respuesta para conseguir una respuesta rápida o automática de su posible víctima, provocando sentimientos de agrado, compromiso, autoridad o presentando “oportunidades” supuestamente únicas, como un premio o empleo con excesivos beneficios.
Contraseñas seguras y otras claves para la higiene digital
Ricardo Guzmán, business development engineer LATAM de la empresa Fortinet, expuso que “la función principal de las mejores prácticas es proteger los dispositivos que utilizamos (teléfonos inteligentes, portátiles, tabletas y computadoras), en adición a los servicios a los que accedemos (tanto en línea como en el trabajo) contra robos o daño”.
Guzmán sugirió crear contraseñas imposibles de olvidar pero difícil de adivinar por otros, una diferente para cada cuenta y preferiblemente usar una aplicación gestora de contraseñas que le ayudará a tener claves únicas, largas complejas y fáciles de cambiar para sus cuentas en línea.
Coincidió con Batista y Romero en recomendar que no se utilicen nombres de familiares, amigos, mascotas, comida, fechas de nacimiento y otros datos que el delincuente puede conseguir fácilmente con ingeniería social o con fuerza bruta, adivinando contraseñas de dispositivos y usuarios de redes sociales.