El sistema financiero dominicano tiene un nivel de riesgo de crédito más bajo que los países centroamericanos, por su mayor cobertura de cartera vencida, menor morosidad, así como la mayor aceleración en el crecimiento de provisiones.
La brecha entre República Dominicana y los países de la región se incrementó significativamente con la recuperación económica de 2021, de acuerdo con el primer Informe de comparación regional publicado por la Superintendencia de Bancos (SB).
A diciembre de 2021, el indicador de morosidad para los países de Centroamérica y Panamá culminó en 2.33%, mientras que a nivel local fue de 1.24%, con una brecha de 1.09 puntos porcentuales.
En cuanto al indicador de cobertura de cartera vencida, República Dominicana se encuentra en 332.8%, muy superior al 234.7% de Nicaragua, el país que más se le aproxima. Esto indica que las entidades tienen suficientes provisiones constituidas para encarar sus pérdidas esperadas.
Por otro lado, la solvencia del sistema financiero criollo se ubicó por encima del promedio, alcanzando la mayor proporción de capital de alta calidad, lo que evidencia una adecuada capacidad de absorción de pérdidas inesperadas de las entidades.
De las siete economías que conforman los países CAPRD (Guatemala, Costa Rica, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Panamá y RD), la República Dominicana es la de mayor tamaño. A diciembre de 2021 ocupaba el tercer lugar en el ranking de crecimiento del producto interno bruto (PIB), con estimación de crecimiento de 5.5% en 2022, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), solo por detrás de Panamá cuya perspectiva es del 7.5%.
El acceso al mercado financiero de la República Dominicana, determinado por la proporción del crédito privado de la banca múltiple sobre el PIB, alcanzó el 27.4% a diciembre de 2021.
En cuanto a la composición de la cartera de créditos, la participación de monedas extranjeras se encuentra por debajo del 50% para la mayoría de los países no dolarizados, lo cual sugiere una menor exposición al riesgo por tipo de cambio. Una notable excepción es Nicaragua, que presenta una alta tasa de sus colocaciones de crédito en saldos dolarizados, con 92%.