La región de América Latina y el Caribe se enfrenta a desafíos como la falta de recursos para satisfacer las demandas sociales, los altos niveles de endeudamiento que provocan un bajo crecimiento, además del impacto por los efectos del cambio climático.
En el caso de República Dominicana, a enero del 2024, tenía una deuda de 59.9 % del producto interno bruto (PIB) nacional. De esta cifra, el 44.2 % corresponde al sector público no financiero (SPNF) y el 15.6 % al Banco Central (BCRD). En términos absolutos equivale a US$ 73,664.2 millones, un 1,5873.3 % más que el inicio del siglo XX (US$ 4,447.9 millones).
Los gobiernos se endeudan para cubrir déficits fiscales o financiar gastos corrientes. De acuerdo con la Dirección General de Presupuesto (Digepres), al cierre del 2023, el país consolidó ingresos de US$ 19,081.9 millones, pero su gasto se fijó en US$ 24,360.2 millones, lo que significa un déficit de US$ 5,278.3 millones.
Pese a los choques inflacionarios, América Latina y el Caribe alcanzó un crecimiento del 2.1 % en 2023, impulsado por economías como Brasil y México.
“Ante esta situación, durante décadas, América Latina y el Caribe ha sido vista por sus necesidades de financiamiento y de inversión”, comentó el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn.
Sin embargo, los demás países necesitan a la región por su potencial de solución a desafíos globales como el cambio climático, es decir, por albergar la selva amazónica, brindar seguridad alimentaria y ofrecer energía limpia.
“Con las inversiones adecuadas, podríamos estar en el centro de los esfuerzos para proteger la biodiversidad del mundo, proporcionar energía limpia y aliviar la inseguridad alimentaria mundial”, consideró.
La nación dominicana cuenta con 4,835,318 ocupados, al cierre del 2023, pero el 56.5% pertenecen a la informalidad (2,733,908). El 43.4% restante es un trabajador regulado, (2,101,410). Pero, la tasa de pobreza general fue de 23%, mientras que la extrema de 3.2%, siendo una situación social que dificulta el desarrollo y crecimiento económico.
Además, el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) indicó que el ingreso per cápita se situó en RD$ 15,906 en 2023, siendo RD$ 12,289 el real.
“Las reformas que estamos proponiendo permitirán al Grupo BID ayudar a los países a reducir la pobreza y la desigualdad, impulsar el crecimiento sostenible y abordar el cambio climático a una escala mucho mayor y con mayor impacto”, aseguró.
Potencial socioeconómico de República Dominicana
En 2023, el Ministerio de Turismo (Mitur) logró la meta de 10 millones de visitantes que disfrutaron de nueve días de las playas de arena blanca. “República Dominicana se destaca más allá que sus hermosas playas, sino por su notable crecimiento y desarrollo económico por arriba del promedio de la región”, sostuvo el titular del BID.
Añadió que la nación se ha destacado en la gobernanza “haciendo que el país sea más atractivo para los inversores”.
Conforme datos del Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana (ProDominicana), indicaron que los flujos de divisas por concepto de inversión extranjera directa (IED) aportaron el 3.6% del PIB en el año pasado, con US$ 4,381 millones.
El gerente general de BID Invest, James Scriven, aclaró que Quisqueya será un lugar seguro para invertir en la región del Caribe. “República Dominicana fue, es y seguirá siendo un destino ideal para nosotros invertir, ya que cada año entre US$ 200 millones y US$ 300 millones es financiado en préstamos para el desarrollo de proyectos”, explicó.
Acotó que desde el organismo multilateral “ven oportunidades en República Dominicana” para mejorar y contribuir con su desarrollo económico y social que “persigue” el bienestar de los 10.7 millones de habitantes.
Citó proyectos como el puerto de Manzanillo, que reducirá en un 20% los costos operativos, el remozamiento de la Zona Colonial y proyectos de saneamiento de agua desde el Distrito Nacional hasta la región Este.
“Podríamos ayudar a producir más energía limpia, haciendo más proyectos como los que tiene BID Invest en República Dominicana para financiar la generación de energía limpia, apoyando la meta del país de que el 30% de su energía provenga de fuentes limpias para el 2030”, comentó.
Mientras, el expresidente del Banco Central de Brasil, Goldfajn, consideró que desde el organismo multilateral creen que podrían hacer un trabajo “más innovador” para resolver los problemas como el sargazo.
“El BID apoya la investigación en la región del Caribe para pronosticar, mitigar y adaptarse mejor a los flujos de sargazo que afecta tanto a República Dominicana como a los demás países”, agregó.
Además, dijo que estarán financiando 12 proyectos derivados del sargazo ejecutados por emprendedores o micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) dominicanas, que aporten soluciones innovadoras al tema medioambiental.