República Dominicana se ha convertido en un actor estratégico en el transporte marítimo y aéreo en el Caribe, destacándose como un punto neurálgico en la logística global. Sin embargo, se enfrenta a la deficiencia en la conectividad aérea intrarregional, situación que ha limitado el desarrollo económico y social.
“La falta de conexiones adecuadas, frecuencias insuficientes y costos elevados han sido problemas persistentes para los viajeros en la región”, resaltó Rodolfo Sabonge, secretario general de la Asociación de Estados del Caribe (AEC).
El problema de la conectividad se atribuye a la insuficiencia de economías de escala y factores agropecuarios que afectan la rentabilidad de los servicios de transporte. La pandemia de COVID-19 exacerbó estos problemas al interrumpir las cadenas de suministro y afectar negativamente el transporte aéreo y marítimo.
Para abordar estos desafíos, la Asociación del Caribe ha propuesto un enfoque sistémico e integrado. “Esto implica que los países no deben depender únicamente de soluciones bilaterales, sino que deben colaborar activamente para garantizar un ecosistema de transporte sostenible que beneficie a todos los sectores”, explicó Sabonge.
En respuesta a estos retos, el país ha impulsado iniciativas para mejorar la conectividad, destacando la importancia de la colaboración entre los sectores público y privado. República Dominicana ha jugado un papel crucial en la Asociación de Caribe, de hecho, el secretario general resaltó que demuestra su compromiso con el fortalecimiento de las relaciones regionales y el desarrollo integral.
De acuerdo con la funcionaria, la conectividad aérea abarca más allá de la industria turística, sino que impacta directamente los renglones alimenticio, comerciales, socioculturales e intelectuales.
“Hay que reconocer las deficiencias que debemos trabajar, como la falta de rutas que conecten adecuadamente a los destinos de corta distancia y los altos costos en los boletos aéreos reconociendo el potencial del sector aeronáutico”, afirmó la vicepresidente de Quisqueya, Raquel Peña.
Aseguró que República Dominicana se ha comprometido a contribuir con el desarrollo de la hiperconectividad regional. Sin embargo, Sabonge aseguró los retos no se limitan solo a la conectividad.
“El impacto del cambio climático y la necesidad de resiliencia en el transporte aéreo son cuestiones urgentes”, dijo, al citar que el sector aéreo contribuye con el 3 % de las emisiones globales de dióxido de carbono, y la búsqueda de combustibles renovables y tecnologías innovadoras es fundamental para reducir estas emisiones.
La vicepresidente afirmó que los representantes gubernamentales y actores del sector privado compartirán ideas de políticas públicas y técnicas sobre cómo llevar el sector aéreo caribeño a una nueva era durante encuentros a puertas cerradas.
“Nuestra región cuenta con vínculos históricos y culturales muy sólidos, por lo cual nosotros podemos hablar de una identidad caribeña desde hace décadas, sin embargo, no hemos logrado aprovechar lo que es la tecnología de la aviación para crear esas redes de comunicación e interconexión del sector aeronáutico”, indicó.