El ritmo de crecimiento de la fuerza de trabajo disminuye en América Latina y el Caribe, pero el número total de personas continúa siendo elevado, lo que representa un gran desafío para los países de la región en términos de generación de empleo.
Así lo indica el Observatorio Demográfico de América Latina y el Caribe 2023. La dinámica demográfica de América Latina y su impacto en la fuerza de trabajo, análisis publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y realizado en 20 países desde una perspectiva demográfica durante el período 1980-2050.
De acuerdo con este análisis, los cambios estructurales de la fuerza de trabajo y sus proyecciones darán lugar a escenarios futuros radicalmente diferentes entre los distintos grupos de edad y sexo, abriendo una serie de interrogantes relativas a diversos ámbitos como trabajo, educación y salud.
Sostiene que en el decenio 2000-2010, la fuerza de trabajo de América Latina creció en promedio unos 5,6 millones de personas por año, mientras que para 2010-2022 el crecimiento medio anual lo estimó en 4,5 millones de personas.
Para el siguiente decenio 2022-2032 se proyecta un crecimiento de 3,9 millones de personas y para el 2040-2050 un aumento medio anual de 1,5 millones.
El análisis destaca, además, la marcada disminución del crecimiento de la fuerza de trabajo entre los menores de 30 años, que se estima que tendrá un efecto negativo en el incremento total entre 2022 a 2050.
“El tiempo de permanencia en la actividad, medido en años brutos de vida activa, aumentará en poco más de 11 años: en 1980, se estimó en alrededor de 33,5 años y, para 2050, se prevé que aumentará a 45 años. Sin embargo, existen grandes diferencias por sexo: entre 1980 y 2050, la permanencia pasaría de 51,7 a 50,5 años en el caso de los hombres y de 16,7 a 39,9 años en el de las mujeres”, indica
Asimismo, la Cepal sostiene que la dinámica demográfica tiene un impacto directo en el mercado de trabajo debido a la presión del crecimiento de la población en edad de trabajar, el aumento de la participación laboral femenina, el envejecimiento poblacional y la urbanización.
Ante las tendencias de población y fuerza de trabajo analizadas, el Observatorio Demográfico concluye que en la región es necesario aumentar la productividad, incrementar el crecimiento económico y crear más y mejores empleos para absorber una fuerza de trabajo más numerosa, con una estructura por edades distinta, con más mujeres y más personas mayores en el mercado laboral, así como más años de permanencia en la actividad, en un medio sobre todo urbano.
Establece que las tendencias demográficas también inciden en los sistemas de pensiones, cuya sostenibilidad financiera se ve amenazada por el proceso de envejecimiento poblacional.
"El acceso a dichos sistemas dependerá no solamente del tipo de ocupación, sino también de su estabilidad en el tiempo y de las características del mercado de trabajo (formal o informal) al que se incorpore la fuerza de trabajo", concluye