La semana pasada el Banco Central de la República Dominicana presentó los resultados al cierre del año 2023, revelando un crecimiento modesto de 2.4% a nivel general, pero con sectores económicos con tasas de crecimiento negativas y que son de gran importancia como los son Manufactura Local con (-1.5%), Comercio con (-0.4%); Enseñanza con (-1.4%).
De igual manera sectores con tasa inferiores de alrededor o menor a un 2%, como son Zonas Francas (0.1%); Construcción (2.1%); Transportes (1.5%), la mayoría sectores claves en la generación de empleos en nuestro país.
A este débil crecimiento de los sectores señalados se agrega un componente adicional a partir del mes de febrero que generará presiones financieras en las micro, pequeña, mediana y grandes empresas, ya que asumieron el compromiso desde abril del año 2023 de aumentar los salarios mínimos a partir del primero del febrero del 2024, conforme a lo aprobado por el Comité Nacional de Salario, lo que generará inflación y despido leve en la base de la empleomanía del sector privado.
En medio de un panorama económico marcado por un crecimiento moderado, el reciente aumento salarial en la República Dominicana se erige como un tema crucial que suscita debate y reflexión. Este incremento, si bien busca mejorar las condiciones laborales, también plantea desafíos significativos para las empresas y la economía en general.
En una economía con crecimiento nulo un aumento salarial plantea preocupaciones significativas. Entre ellas:
Presión sobre las Empresas al tener que afrontar costos laborales más altos sin un aumento correspondiente en los ingresos.
Riesgo de Desempleo, un incremento abrupto en los salarios podría conducir a despidos o a la renuencia de las empresas a contratar nuevos empleados, lo que aumenta el riesgo de desempleo.
Inflación en una economía sin crecimiento, un aumento salarial generalizado podría contribuir a la inflación al elevar los costos de producción y, eventualmente, los precios de bienes y servicios.
Productividad Estancada, si el aumento salarial no se acompaña de mejoras en la productividad, podría conducir a una falta de incentivos para que los empleados mejoren su rendimiento, lo que afectaría negativamente la eficiencia económica.
Ante este escenario restricciones presupuestarias de las empresas, este aumento salarial puede generar tensiones, especialmente para las pequeñas y medianas empresas que operan con márgenes ajustados, lo que provocará deterioro en las carteras de los bancos en los próximos meses, y que según a nuestras estimaciones internas en algunas entidades serán leves y en otras será más pronunciadas el deterioro de la cartera.
Si bien es cierto, la morosidad estresada de la cartera de crédito de todo el sistema financiero está dentro de unos parámetros relativamente estables, hay que recordar que estos son resultados post mortem, y no recogen los efectos de lo que puede suceder con la combinación de los eventos económicos señalados en este artículo, caída de las ventas de las empresas, deterioro del perfil financiero de las empresas, aumento de la inflación que conlleva pérdida del poder adquisitivo de las personas, y en medio de a un escenario electoral que indistintamente a los resultados genera prudencia y desincentiva a la inversión de nuevos proyectos.
En ese sentido, desde la Columna la Banca Dominicana por Dentro, sugerimos a las entidades bancarias los siguientes aspectos:
Reevaluar la Gestión de Riesgos: Realizar una revisión exhaustiva de los perfiles de riesgo y adaptar estrategias para mitigar riesgos específicos en los sectores económicos señalados, haciendo un análisis focal por tipo de empresa, ya que uno generalizado no revelaría la verdadera situación por la que están atravesando muchas pequeñas y medianas empresas en nuestro país.
Proveer una mayor liquidez a las empresas que así lo requirieran, utilizando paralelamente las figuras del Refinanciamiento y la Reestructuración de Deuda, en aras de bajar las cargas financieras de las empresas frente al escenario económico descrito en este artículo.
Promover asesoría financiera a las empresas que así lo requieran o donde el análisis de los perfiles de riesgo revele que los directivos de estas empresas necesiten algún apoyo de capacitación sobre el entorno económico, lo cual le estas afectando sus ventas y sienten que van a colapsar por falta de una asesoría financiera oportuna y de calidad.
Finalmente, quiero destacar la importancia de la salud de la cartera de créditos de los bancos, la cual es un barómetro sensible de la resiliencia financiera en tiempos económicos inciertos. La gestión proactiva de riesgos, la diversificación sectorial y una evaluación rigurosa de la calidad crediticia son imperativos para mitigar los posibles impactos negativos y salvaguardar la estabilidad del sistema financiero.
La columna “La Banca Dominicana por Dentro”, es desarrollada por Jesús Geraldo Martínez, en el interés de aportar al fortalecimiento del Sistema Financiero Dominicano desde una perspectiva analítica y práctica orientada a la formación de conocimientos y divulgación de informaciones exclusivas de dicho sector. Para contactar con el autor. Email jgmartinez20@icloud.com, o seguir a @Jesusgeraldomartinez en Instagram.