La digitalización ha cambiado por completo el contexto comunicativo durante los últimos 10 años. Un contexto en el que el acceso a la creación y difusión de los mensajes, y con ello la posibilidad de influencia, está al alcance de cualquiera (sea marca o persona).
Y es que, el hecho de que individuos y anunciantes sean creadores de contenidos, ha provocado que se reciban más 3,000 impactos al día, de los cuales las personas solo son capaces de recordar de tres a cuatro mensajes al final del día.
Precisamente este crecimiento gigantesco de creadores y creaciones hace que el ecosistema digital sufra de cierta saturación.
"Es lamentable, pero el mundo digital padece de infoxicación. Para tener un mayor contexto, por ejemplo, cada minuto de 2021 se publicaron 65,000 fotografías en Instagram, se alcanzaron 694 000 horas de vídeo en YouTube, y 452 000 horas en Netflix", según el informe Influir en la era digital: del reto a la oportunidad elaborado por LLYC.
El informe concluye que la relevancia es crucial para que un contenido tenga un mayor impacto e influencia en sus canales digitales. El mundo actual y las nuevas generaciones invitan a la autenticidad en la creación de mensajes y campañas publicitarias, que busquen persuadir, captar la atención y quedar en la mente de los consumidores.
El informe también expone algunas claves estratégicas para guiarte a crear un contenido de relevancia, y que genere ese diálogo entre marcas y consumidores.
Las estrategias
De la conexión al entretenimiento: el mundo digital es un espacio de influencia; donde marcas y personas se relacionan, de tú a tú. Por ello, es vital que para crear esta conexión exista algo de entretenimiento, mostrando los valores de la marca más allá de la habitual y enfocados más en darle una personalidad y tono cercano a los mensajes creados.
Audiencias más exigentes y más segmentadas: ¿cómo nos vamos a diferenciar? Para captar la atención del público objetivo, es clave analizar el medio donde se quiere transmitir el mensaje y conocer el uso que hace de él. Recordando qué por ser pantallas pequeñas y táctiles, lo ideal es que sean formatos interactivos, vídeo, audio, imagen o inmersivos.
La democratización de la comunicación: una de las mayores aportaciones que le ha dado la tecnología a la comunicación ha sido justamente la democratización de los emisores de mensajes, que ha hecho que cada persona u organización pueda transformarse en una fuente de información. Esto puede ser una oportunidad o un reto, pues se trata de coexistir entre las noticias y los millones de memes, lo importante es saber que quieres comunicar.
El Insight como el plato fuerte: el insight es aquella “verdad oculta” dentro de todas las personas o grupos sociales, la cual al ser tocada por algún mensaje, hace que la persona reaccione para bien o para mal, sin siquiera darse cuenta de su por qué (las comunidades se identifican). Por esto, elige bien tu insight para conectar con tus audiencias.
Saltar de la intuición al dato: ¿cómo encontramos las bases para que nuestros contenidos respondan a un insight válido y potente? ¡El dato! Sí, el análisis de datos es la clave, pues esto ayuda a analizar patrones de comportamiento o respuestas del público ante los estímulos de los mensajes, lo que ayuda a ordenar e identificar contenidos de una manera revolucionariamente más eficaz.
La multiplataforma; un mar de oportunidades: el enorme ecosistema de formatos ha traído al mundo digital la posibilidad de atacar un mismo insight desde distintos puntos o plataformas. Ahora, el reto es lograr llegar a través de varios medios con mensajes elaborados a partir de la correcta conceptualización de contenidos segmentados pero orquestados y en sintonía. Sé disruptivo.
El necesario equilibrio entre la personalización y la privacidad: los usuarios no son tan reacios a la entrega de sus datos, claro, si saben para qué se va a usar y, especialmente, si tienen el control de poder eliminarlo en un futuro. Por ello, lo ideal es que las marcas generen experiencias manteniendo intacta la privacidad de los datos, cuidando así la relación marca-consumidor.
El informe concluye con que influir sigue siendo una tarea compleja, pero las marcas tienen oportunidades que pueden aprovechar de manera eficaz. "La clave es identificar qué quiere el usuario, estudiar el perfil del consumidor que se identifica/corresponde a tu marca, y trabajar para hacer estrategias más customer centric y menos de infoxicación".