Llegó el verano y con ello inicia el receso de las clases en los colegios y escuelas. Durante este tiempo muchos padres envían a sus hijos a campamentos como una opción para eliminar el tiempo de ocio en las vacaciones.

Estos programas, que cada año tienen una mayor acogida de padres y madres, para esta ocasión registran un costo elevado. Las tarifas, por lo general, se calculan por semana debido a que los niños no necesariamente deben completar el programa que suele durar unos dos meses.

Por poner un ejemplo, ACENTO tuvo acceso a una lista que creó la influencer en temas educativos Erika Ortíz (@quehacerconmishijos) con la información de los centros que ofrecen este programa de verano.

De acuerdo al listado, los precios oscilan entre 3,500 a 8,000 pesos por semana. El costo del programa completo, las 4 u 8 semanas, puede variar entre 10,000 como mínimo a 65,000 máximos. Esta tarifa fluctúa dependiendo de la institución, la especialidad, las actividades, las excursiones y demás atractivos que se incluya.

“Son caros en mi opinión, pero prefiero eso a que se pase todo el día en casa porque es hijo único y su compañía mientras trabajamos es Youtube y Switch. Entonces tenerlo en eso (usando aparatos electrónicos)  por 2 meses es difícil”, expresó Giselle, una madre entrevistada para este artículo.

Agregó que siempre ha enviado a campamentos a su hijo, que ahora tiene 8 años de edad, y ha notado como su mentalidad cambia de manera positiva después de cada campamento.

“Siento que se vuelven hasta más independientes. Se tienen que cambiar solos y la responsabilidad de entrar todo en su mochila él solo, significa mucho. No hay una profe como en el cole con 15 o 20 niños. Aquí hay 50 o 60 niños y ellos tienen que bandeársela hasta un punto”.

¿Por qué llevar a mi hijo a un campamento?

Además de que es una buena opción para los padres que trabajan y no tienen con quien dejar a sus hijos en casa, la psicóloga escolar Arianna Valenzuela plantea que el campamento de verano es un refuerzo positivo, pues los niños no solo se divierten sino que también explotan su potencial y desarrollan habilidades.

Explica que muchos de estos programas están divididos por áreas educativas como las artes, deportes, robótica, y otras actividades no tan comunes en las escuelas.

Señala que así como hay programas orientados a brindar diversión, existen campamentos de refuerzo para los que tienen alguna dificultad de alfabetización, pero no recomienda que los padres envíen a sus hijos a este tipo de programas de manera inmediata porque puede generar una reacción adversa a los estudios.

“Es bueno darle esa semana de vacaciones modo diversión y luego ponerlos en refuerzo una vez se va acercando el inicio del año escolar”, recomienda.

La cultura de los programas de verano es una tradición muy común en los centros educativos privados que se ha popularizado a medida que pasa el tiempo. En el caso del sector público estos no existen aunque hay escuelas que durante varias semanas en verano realizan torneos deportivos pero este es un escenario es muy escaso.

ACENTO confirmó que hay instituciones públicas como el Zoológico Nacional que tendrá un programa de verano muy variado que costará 16 mil pesos por niño. En el caso del Museo Infantil Trampolín, estos solo organizarán campamentos para grupos privados y empresas.

La sugerencia de algunos padres consultados es que desde el Estado se pueda promover actividades de verano gratuitas o a bajo costo como clubes de lectura, pintura o deportes en el sector público para la población infantil que no puede acceder a un campamento privado.