El Black Friday, originalmente asociado a una crisis bursátil del siglo XIX, se ha convertido en el día de compras más importante de Estados Unidos, con un impacto global sin precedentes.
Este fenómeno tiene sus raíces en 1860, cuando una fuerte caída en la Bolsa de Wall Street marcó su origen, dando lugar a la tradición de ofrecer descuentos en numerosas tiendas.
Existen diversas teorías sobre el origen del término "Black Friday". Una de las más creídas sugiere que se originó el 24 de septiembre de 1869, cuando dos agentes de bolsa intentaron acaparar el mercado del oro, resultando en un desplome de precios.
Sin embargo, el uso moderno del término se remonta a mediados de la década de 1950 en Filadelfia, donde se utilizó para describir el caos generado por las multitudes de compradores y asistentes a un partido de fútbol americano.
En la década de 1990, el Black Friday se convirtió en un evento nacional en Estados Unidos, ganando popularidad entre los aficionados a las compras.
Para el año 2001, se consolidó como el día de mayor volumen de ventas en el país, convirtiéndose en una fecha clave para obtener descuentos significativos, especialmente en regalos navideños.
En el siglo XXI, el Black Friday se globalizó y alcanzó las compras por internet. Las grandes cadenas comerciales extienden sus horarios y ofertas, tanto en tiendas físicas como virtuales.