El Ministerio de Defensa (MIDE) a través de la Universidad Nacional para la Defensa “General Juan Pablo Duarte y Díez” (Unade), inició un proyecto académico-científico, para sembrar en los recintos militares, plantas que sirven de alimento a aves endémicas de República Dominicana y especies migratorias, para cuidar la flora y la fauna en los recintos de las Fuerzas Armadas.
La primera actividad de este proyecto, fue sembrar en los jardines del recinto militar donde está la sede del MIDE, ejemplares de una especie de arbusto nativo llamado Busunuco, cuyo nombre científico es Hamelia Patens.
El acto fue encabezado por el ministro de Defensa, teniente general Carlos Luciano Díaz Morfa, y el rector de la Unade, general de Brigada Francisco A. Ovalle Pichardo.
El Busunuco, es un arbusto cuyas flores y frutos sirven de alimento a especies de aves endémicas y migratorias. Los zumbadores o colibríes liban el néctar de sus flores y se han observado más de 30 especies que se alimentan de sus frutos.
Hamelia Patens pertenece a la misma familia del café (Rubiaceae), explicó el maestro Simón Tadeo Guerrero, docente investigador de la Unade.
La iniciativa forma parte de un proyecto que tiene por finalidad, la conservación de las aves y su hábitat teniendo como punto de partida los campamentos militares, pero que será extendida a otros lugares e instituciones del territorio dominicano.
Al hablar en el acto, el general Ovalle Pichardo, dijo que “la actividad forma parte de un ambicioso proyecto de investigación que incluye en una segunda etapa, la implementación de nidos artificiales utilizados por la especie Trogón de la Hispaniola (Priotelus Roseigaster), ave endémica de la familia del Quetzal, que solo existe en nuestra isla y que se anida en los huecos de los árboles.
El proyecto es coordinado por el profesor Simón Guerrero, asesor académico y de investigación del Unade, quien dijo en el acto que está esta iniciativa “se corresponde con una estrategia mundial que busca preservar aquellos seres vivos sobre la faz de la tierra y descubrir su utilidad como solución a problemas humanos y del mismo planeta”.
El investigador indicó que con la siembra de los árboles nativos de la América tropical, desde México al norte de Argentina, se podrá observar el comportamiento de las aves que se alimenten de sus flores y frutos, de las cuáles hay identificadas unas 35 en el país, cifra que en comparación a Canadá, donde sólo hay 4, es un número relevante.