La zonificación agroecológica es un enfoque de planificación territorial que busca promover prácticas agrícolas sostenibles y adaptadas a las condiciones ambientales de cada zona. Consiste en dividir un territorio en diferentes zonas, en función de sus características climáticas, edáficas y topográficas, para determinar cuáles son las mejores prácticas y cultivos agrícolas que se pueden desarrollar en cada una de ellas. Esta zonificación tiene como objetivo principal identificar y valorar los recursos naturales presentes en el territorio y determinar cuál es el uso más adecuado que se le puede dar a cada una de estas áreas.
La zonificación agroecológica es importante por varias razones, ya que permite maximizar el uso de los recursos naturales, mejorar la productividad agrícola, proteger el medio ambiente y promover la soberanía alimentaria de las comunidades locales. Asimismo, el ordenamiento territorial, por su parte, es un instrumento de planificación que busca establecer una distribución adecuada de los usos del suelo en un determinado territorio, de manera que se garantice un desarrollo sostenible y equilibrado en el mismo. El Ordenamiento Territorial tiene en cuenta diferentes aspectos como la protección del medio ambiente, la utilización eficiente de los recursos naturales, la planificación urbana, entre otros.
La relación entre la Zonificación Agroecológica y el Ordenamiento Territorial es fundamental, ya que la primera proporciona información detallada sobre las características específicas de cada área del territorio, lo cual es de gran importancia para la planificación y gestión del uso del suelo en el marco del Ordenamiento Territorial. De esta manera, la zonificación agroecológica contribuye a identificar las áreas prioritarias para la conservación de los recursos naturales, la realización de actividades agrícolas sostenibles, la protección de ecosistemas frágiles, entre otros aspectos.
A continuación, se detallan algunas de las razones por las cuales la zonificación agroecológica es fundamental para el desarrollo sostenible de la agricultura en un Plan de ordenamiento del territorio:
1-Adecuar las prácticas agrícolas a las condiciones ambientales. Cada zona tiene características climáticas, edáficas y topográficas específicas que influyen en la productividad agrícola. La zonificación agroecológica permite identificar cuáles son las prácticas y cultivos más adecuados para cada zona, teniendo en cuenta factores como la temperatura, la humedad, la altitud, la pendiente del terreno y la disponibilidad de agua, entre otros. De esta manera, se pueden optimizar los recursos disponibles y mejorar la productividad agrícola de forma sostenible.
2-Conservar la biodiversidad. La zonificación agroecológica permite identificar y proteger áreas de alto valor ecológico, como bosques, humedales, ríos y zonas de recarga hídrica. Al delimitar estas áreas y establecer medidas de conservación, se puede preservar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que proporcionan, como la polinización, la regulación de los recursos hídricos y la mitigación del cambio climático. De esta manera, se garantiza la sostenibilidad de los sistemas agrícolas y se contribuye a la protección del medio ambiente.
3-Promover la diversificación de cultivos. La zonificación agroecológica fomenta la diversificación de cultivos en cada zona, lo que contribuye a mejorar la seguridad alimentaria de las comunidades locales y a reducir la dependencia de monocultivos. Al cultivar una variedad de cultivos adaptados a las condiciones específicas de cada zona, se aumenta la resiliencia de los sistemas agrícolas frente a plagas, enfermedades, sequías u otros eventos climáticos extremos. Además, promover la diversificación de cultivos ayuda a preservar la agrobiodiversidad y a mantener la fertilidad del suelo a largo plazo.
4-Mejorar la calidad de los alimentos. Al promover prácticas agrícolas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, la zonificación agroecológica contribuye a mejorar la calidad de los alimentos producidos en cada zona. Los cultivos agroecológicos suelen ser más nutritivos, sabrosos y sanos, ya que se cultivan sin el uso de químicos sintéticos y se respetan los ciclos naturales de los ecosistemas. Además, al fomentar la producción local y de temporada, se reducen los impactos ambientales asociados al transporte de alimentos y se promueve la economía local.
En conclusión, la zonificación agroecológica es un enfoque de planificación territorial fundamental para promover prácticas agrícolas sostenibles, adaptadas a las condiciones ambientales de cada zona y que contribuyen al desarrollo sostenible de la agricultura. Al adecuar las prácticas agrícolas a las características específicas de cada territorio, se puede mejorar la productividad agrícola, conservar la biodiversidad, promover la diversificación de cultivos y mejorar la calidad de los alimentos producidos. Por tanto, es necesario fomentar la implementación de políticas y acciones que promuevan la zonificación agroecológica dentro de un Plan de Ordenamiento Territorial, con la participación de los diferentes actores involucrados, para garantizar la sostenibilidad de la agricultura y el bienestar de las comunidades rurales.
Por lo tanto, la zonificación agroecológica es un elemento clave dentro del proceso de Ordenamiento Territorial, ya que proporciona información detallada y específica que permite una planificación más adecuada y sostenible del uso del suelo en un determinado territorio.