Aquí la cifra: el 25 % de las mujeres en República Dominicana son dueñas y propietarias de tierras. Sin embargo, según la Oficina Nacional de Estadística (ONE), muchas de éstas no son las productoras principales, a pesar de participar en la toma de decisiones y en las labores dentro de la explotación, lo que supone desafíos para la mujer rural.
Bernardo de la Cruz, encargado de Capacitación y Empoderamiento Económico de la Mujer de la Oficina Sectorial Agropecuaria de la Mujer (OSAM), es contundente: si la mujer en la zona rural tuviese el mismo acceso activo productivo que los hombres, la producción agropecuaria aumentaría y se podría alimentar aproximadamente 150 millones de personas adicionales.
El ejecutivo citó que el Estado invirtiera RD$ 500 millones en el 25 % de las mujeres rurales, la economía dominicana tendría retorno de RD$ 1,200 millones, más de RD$ 300 millones por concepto de nuevos empleos indirectos.
“Nosotros estaríamos generando una dinámica de crecimiento exponencial de la economía poniendo en condiciones a República Dominicana de exportar al Caribe productos que no estén contaminados y que sean aceptables en el mercado internacional”, expuso.
Señaló que se necesita una organización de las mujeres campesinas que revitalice las organizaciones existentes, que sea capaz de incidir en la política pública discutiendo en torno a la producción y la defensa de los espacios en los mercados nacional e internacional.
De hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) establece que reconocer el papel de la mujer ayudará a reducir la pobreza, eliminar el hambre y malnutrición, y contribuiría a largo plazo a la transformación de los sistemas agroalimentarios.
A escala mundial, las mujeres representan el 37 % de la mano de obra agrícola rural, pero la proporción se eleva al 48 % en los países de ingresos bajos.
El valor global de la producción agropecuaria en 2011 fue de US$ 2,397 billones, de los cuales, US$ 307 billones fue responsable América Latina y el Caribe por las 1.48 millones unidades productivas en el Caribe.
Debilidades
República Dominicana produce el 80 % de los alimentos necesarios para la seguridad alimentaria. En términos económicos, este sector aporta RD$ 117,522.2 millones al producto interno bruto (PIB) nacional, y generó 359,755 empleos entre abril y junio de este año, el 7.2 % de la población ocupada situada en 4,938,108.
En un contexto marcado por crisis económicas, guerras que limitan mercados y el cambio climático, las mujeres campesinas de República Dominicana enfrentan enormes desafíos. Así lo explicó Yndira Mejía, directora Oficina Sectorial Agropecuaria de la Mujer (OSAM), al citar los desafíos en los servicios básicos como el acceso a tiempo en temas de salud, educación de calidad, bajo nivel de inversión y financiamiento en la producción agropecuaria.
Se hace un llamado urgente a fortalecer a las mujeres rurales, brindándoles las herramientas necesarias para que ocupen y defiendan sus espacios en la sociedad. Es vital generar puentes que les permitan reclamar lo que por derecho les corresponde, consolidando así su papel crucial en el desarrollo del país.
“A pesar de esos retos, las mujeres dominicanas han venido derribando los patrones de exclusión demostrando que la producción de la tierra o la ganadería no son solo de hombres, sino que ellas son actrices de primer orden junto a los campesinos en la posiciones económicas y sociales que se deben operar en este ámbito y en sus territorios”, explicó la funcionaria.
Sin embargo, dijo Mejía, han demostrado que estos son superables. “Su papel es fundamental para alcanzar la seguridad alimentaria y los objetivos de desarrollo sostenible establecidos en la Agenda 2030”.
El empoderamiento de las mujeres productoras agropecuarias no debe limitarse a meras declaraciones. Explicó que es esencial promover su participación en proyectos de diferentes escalas, “integrándolas en cadenas de valor y apoyándolas a través de políticas públicas robustas. Esto no solo mejorará la calidad de vida en las comunidades rurales, sino que beneficiará a toda la sociedad dominicana”.
Promulgarán política nacional de género en el sector agropecuario
Los ejecutivos señalaron que la inclusión de las mujeres en el sector agropecuaria se alcanza desarrollo, rentabilidad y calidad de vida.
Yndira Mejía, directora Oficina Sectorial Agropecuaria de la Mujer (OSAM), desglosó que en las próximas semanas se lanzará la política nacional de género en el sector agropecuario y la red de fondos ambientales de América Latina y el Caribe con apoyo de la FAO.
“No nos quedemos de brazos cruzados porque si hablamos de democracia la mujer campesina no puede ser menos ciudadana, pues tiene igualdad, deberes y derechos”, agregó.
Estania Alcántara, oriunda de Monte Plata, señaló que la mujer agricultora puede participar y desempeñarse en la economía nacional.
“Nosotras participamos en política, participamos en toma de decisiones, participamos en proyectos de desarrollo social y también somos profesionales, visitamos las grandes ciudades que no solamente nos reflejamos dentro del campo, pero, aún más importante, creemos firmemente en el relevo generacional y el compromiso de la juventud en el campo y la resiliencia desde la agricultura familiar”, expresó a ACENTO productora de limón y crianza de cerdo de genética.