La República Dominicana necesita una inversión de 5 mil 400 millones de dólares para alcanzar las metas energéticas nacionales establecidas para el año 2030, afirmó el director ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Edward Veras.

Durante su participación en el evento Energy Summit 2024 organizado por la Revista Mercado, Veras destacó el desafío que supondrá cumplir con el objetivo de que para 2030 el 30 % de la energía generada en el país sea renovable.

"Cuando sumamos la energía que se produce en el sistema principal y la generación distribuida, vemos que hemos alcanzado entre un 16 y 17 % de energías renovables, y la meta del 25 % es posible para el 2025 con la cantidad de proyectos en construcción", comentó Veras.

Sin embargo, para lograr el 30 % en el 2030 "se necesitan 5,400 millones de dólares en inversión" porque se requiere mayor capacidad de resiliencia en el sistema y se necesita almacenamiento en baterías, afirmó.

El responsable de la CNE adelantó que este será uno de los escenarios que se plantearán en la próxima edición del Plan Energético Nacional.

Recordó la estrategia del Gobierno para expandir el uso de gas natural y la alta integración de energías renovables establecido en el Plan Energético de 2022 y destacó la importancia de la "planificación integral", para delinear un entorno favorable para los inversores.

Eficiencia energética, tecnologías emergentes y sostenibilidad ambiental

La innovación tecnológica y los avances en investigación también serán cruciales para apoyar la transición energética y mejorar la eficiencia en el uso de recursos renovables, apuntó Veras ante los asistentes al evento, entre ellos actores clave del sector público y privado.

El país tiene una ley que enmarca la Propuesta de Estrategia Nacional de Desarrollo 2010-2030, en la que se ha programado alcanzar varios objetivos, como el de alcanzar que el 30 % de la energía del país sea producida por fuentes renovables.

El evento se centró, además de las energías renovables, en la eficiencia energética, tecnologías emergentes y sostenibilidad ambiental, y ofreció un espacio para plantear estrategias innovadoras que aceleren la transición energética y sitúen a la República Dominicana como un referente regional en resiliencia y diversificación energética.