Poder geopolítico y medallero olímpico han tenido históricamente una correlación. Sin embargo, la ausencia de Rusia en los de París y el bajón deportivo de Cuba han permitido a los países occidentales copar más que nunca durante desde comienzos de siglo el top-20 de preseas.

Desde la segunda mitad del siglo XX, los Juegos Olímpicos han sido, de cierta manera, un calco de la realidad geopolítica. Primero fue la lucha entre el capitalismo de Estados Unidos y el comunismo de la Unión Soviética. Luego, con la desintegración de este último régimen en 1991, la pugna se pasó a ser entre Washington y Pekín.

Esta lucha, que enfrenta a las dos mayores potencias de la actualidad, se ha reproducido en París, ganada por una uña por Estados Unidos, que logró más platas y bronces que el gigante asiático. con el que empató en oros.

No obstante, en el resto de puestos del top-20, solo Brasil figura como otro de los grandes no alineados con Washington, conocidos también como países del sur global.

Rusia, un habitual del top-5 de preseas y dentro de este grupo, no ha estado en París debido a la sanción deportiva que sufre por invadir Ucrania.

De este modo, los países del mundo occidental o norte global (democracias liberales del G20 y muchas de ellas en la OTAN y/o en la OCDE) aumentaron como nunca durante este siglo XXI su peso en el medallero respecto al sur global.

Un sur global, que no se corresponde exactamente con la división de los hemisferios, que reúne el 30 % del PIB global, engloba a algunos países no democráticos o autoritarios, como China y Rusia, y otros democráticos, como Brasil y la India. En todo caso, todos ellos son potencias económicas, geopolíticas y demográficas.

En París, tras China, han figurado en el top-20 de medallas socios de Estados Unidos agrupados en el 'Norte Global', como Japón (en tercera posición), Australia (cuarta), Francia (quinta), Países Bajos (sexta), Reino Unido (séptima), Corea del Sur (octava), Italia (novena) y Alemania (décima).

Entre el puesto décimo hasta el vigésimo, más países del norte global, como Nueva Zelanda (11º), Canadá (12º), España (15º), Hungría (14º), Suecia (16º), Noruega (18º) e Irlanda (19º). Solo Kenia (17º) y la antigua república soviética de Uzbekistán (13º) no forman parte de ese club.

Brasil terminó, con sus 20 medallas, tres de ellas de oro, en el vigésimo lugar del medallero.

Otro motivo que ha llevado a la subrepresentación en medallas del sur global ha sido el bajón deportivo de Cuba. La isla comunista ha quedado, por primera vez desde los Juegos de 1968, fuera del top-20 de medallas. En París, terminó en un 32º puesto, que es además el peor que ha cosechado en la historia olímpica. EFE, Antonio Torres del Cerro