Antes del inicio de la Serie del Caribe, los Gigantes del Cibao eran señalados como el equipo a vencer, debido en gran medida a su ofensiva, con nombres como Marcell Ozuna, pero el estelar jardinero no pudo colocar la pelota detrás de la verja en todo el torneo.
Ozuna, quien disputó cada uno de los seis partidos del conjunto dominicano en el evento, no pudo realizar su popular “selfie”, que consiste en celebrar junto a sus compañeros mientras posan para hacerse una fotografía, luego de que conecta de cuadrangular.
De hecho, a pesar de contar con poderío demostrado en el ataque, la escuadra dominicana fue la única que concluyó el torneo sin que ninguno de sus jugadores pegara de cuadrangular.
Contra todo pronóstico, el equipo dominicano perdió 4-1 en la final ante los Caimanes de Barranquilla, representantes de Colombia, en la final, disputada la noche del jueves en el estadio Quisqueya Juan Marichal de Santo Domingo.
A pesar de no hacer jonrón en la Serie del Caribe, el jugador de los Bravos de Atlanta en las Grandes Ligas fue todo un azote en el campeonato de béisbol dominicano.
Teniendo como principal escenario el estadio Julián Javier de San Francisco de Macorís, sede de los Gigantes, Ozuna conectó tablazos descomunales contra sus rivales, los cuales no hicieron acto de presencia en el Quisqueya, reconocido como un estadio para lanzadores.
En varios de sus turnos al bate durante el torneo, Ozuna conectó la pelota con fuerza, pero la gran mayoría de estos batazos fueron atrapados por los jardineros en el espacioso estadio, que tiene 411 pies de distancia por el prado central.
Además de Ozuna, quien es reconocido por su poder para mandar la pelota lejos, el conjunto dirigido por Luis Urueta, contó con el líder histórico en jonrones en la liga dominicana, Juan Francisco, y otros jugadores con capacidad de pegarle a la pelota con fuerza, como Kelvin Gutiérrez, Henry Urrutia, José Siri o hasta el mismo Robinson Canó.
Canó ha señalado que no es jonronero, a pesar de que posee en su haber temporadas de 30 o más palos de vuelta completa en la gran carpa.
A pesar de la falta de jonrones, los bates dominicanos dominaron el torneo en total de extrabases con 17, en dobles con 13 y en triples con cuatro, pero su púbico se quedó en espera de poder celebrar el “selfie” de Ozuna. EFE