Lo de Pedro Henríquez Ureña tal vez no sea una “obra”, en el sentido monumental de la palabra, pero sí una comunidad intelectual que todavía se sostiene en base a temas y valores comunes: aquellos que atienden a la dignidad del ser y su medio.

La biografía del maestro dominicano escrita por Enrique Zuleta Álvarez, “Pedro Henríquez Ureña y su tiempo” (1997), es sin lugar a dudas la más completa en su género. Producto de extensos viajes por las estaciones vitales de Henríquez Ureña y entrevistas a testigos de primer orden en su vida y sus haceres, estamos ante una obra que también muestra sus lados emocionales. Al igual que otros estudiosos argentinos, como Alfredo Roggiano y Emilio Carrilla, Zuleta Álvarez no sólo investigó la obra del autor de la “Utopía de América”, sino también que la promovió entre sus estudiantes y lectores. Producto de ello es el número de la revista “Nuestra América”, editada por él en 1984, a raíz del centenario del nacimiento del Maestro dominicano. Este trabajo se verá coronado con “Literatura y sociedad : estudios sobre Pedro Henríquez Ureña”, publicado por Ediciones Atril, de Buenos Aires, en 1999.

Cuando trabajaba en la compilación de las obras completas de Henríquez Ureña, en ese decenio previo a sus años de publicación, entre el 2013 y el 2015, apelé a la generosidad de don Enrique para consultas y algunas propuestas de publicación. Para entonces proyectaba lo que luego se fue realizando: junto a sus obras, una Biblioteca con sus libros más queridos y con un conjunto de investigaciones contemporáneas. Ya están publicados los “Diálogos en la revista Sur”, reeditada la traducción de Walter Pater así como lanzada la obra de Camila Henríquez Ureña sobre temas de género.

Me permito compartir unas de estas comunicaciones de don Enrique, enviada el 30 mayo del 2011, por su riqueza de informaciones.

Leamos, pues:

 

Mi estimado Señor Mena:

A mí me alegra más esta correspondencia, que reanima mis entusiasmos intelectuales.

En primer lugar excelente idea lo de las reediciones… Desde luego he trabajado las conversaciones de SUR, revista en la cual colaboré en sus últimos años y donde publicamos, mi mujer Emilia -Académica de Letras- y yo dos ensayos sobre Don Pedro. Fuimos muy amigos de ese grupo donde su mítico Secretario Pepe Bianco me contó muchas cosas de los Henríquez Ureña. El libro de Pater (1) lo leí pero no lo tengo. Sí el de Roggiano, (2) a quien conocí mucho en Estados Unidos. Estaba en Pittsburg y yo en otras universidades pero fue gentil conmigo -y era una personalidad difícil, para ser suave-y autorizó la utilización de sus Memorias de Don Pedro-que él había comprado a las hijas de Don Pedro al saber que yo iba a hacer la edición en la Academia de Letras, entidad con la cual estaba enemistado.

Lo de Gutiérrez Girardot (3) toca uno de mis recuerdos mejores. Fui compañero de Rafael en Madrid en la década del 50 y forjamos una amistad profunda. Era la época de Ortega, Zubiri y Dámaso Alonso. Luego él siguió su brillante carrera en Alemania, se casó y finalmente recaló en Bonn donde dirigió una sección dedicada a las letras hispanoamericanas. y yo volví a la Argentina. Seguimos desde lejos pero cerca en el afecto. Íbamos mucho a Madrid y los matrimonios viajábamos y teníamos grandes amigos comunes. Yo lo invité varias veces a mi Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza, Argentina y luego él me invitó a un mes profesor en Bonn, en su hogar con su formidable biblioteca y su deliciosa familia. La devoción por Henríquez Ureña era uno de los lazos más fuertes de nuestra amistad intelectual. En Bonn organizó una vez un coloquio sobre Don Pedro con varios profesores españoles, pero él, sarcásticamente me decía que, en realidad los dos nos bastábamos para explicar el tema…Lo mismo que al mexicano Alfonso Reyes.

Rafael publicó en la colección Ayacucho la mejor antología y estudio sobre Don Pedro como todo lo que él escribió y meditó en el más alto de la crítica literaria de Hispanoamérica. En los últimos tuvo un horrendo accidente de automóvil en Alemania donde su mujer y él quedaron muy mal heridos. Poco tiempo después Rafael falleció. Yo he escrito un largo ensayo sobre él que a lo mejor aparece en un libro que tengo preparado de ensayos literario y que espero que salga este año.

Me gustaría tener el libro de Rafael y el de Laura Febres, que no conozco. De Ceco (4) me hizo llegar el de Odalis G. Perez, bueno pero que ignora mi biografía de Henríquez Ureña

Como le dije ahora me interesa lo de Max, injustamente olvidado. Su Historia del Modernismo es un libro insuperable y fue embajador en la Argentina en épocas interesantísimas de la vida política por lo cual quiero leer sus Memorias.

De Ceco me dijo que desde Santo Domingo iban a mandar las obras de Max a la biblioteca de nuestra Academia. Yo no tengo lugar en mi biblioteca que está saturada de miles de libros. Si llegan esos libros sería bueno que Usted viniera y los presentara en mi Academia en un acto especial. Don Pedro fue Académico correspondiente de nuestra Academia por Santo Domingo.

También me interesa lo de Camila. Yo tenía un solo volumen pero se me ha perdido. Fue una luchadora se fue a Cuba cuando los conflictos con EEUU y es una personalidad interesantísima.

Me habla Usted de Alfonso Reyes. Era otra de mis devociones, junto con Rafael. Tengo sus Obras completas que releo siempre y hace poco tiempo una de mis nueras me trajo los dos tomos que acaban de aparecer de sus Diarios, que ya he leído de un tirón. Me gustaría mucho conseguir esas Cartas a Cuba pues he estudiado y enseñado mucho la literatura cubana antes de Castro y ha sido un tema de mis cursos universitarios.

Este tiempo es de reacercamiento a la República Dominicana. Mi hijo menor el Ingeniero Javier Zuleta es un alto funcionario del Banco Mundial, vive en Washington y el Banco lo mandó a Santo Domingo a tratar algunos temas de riego-que es su especialidad en el Banco. Al hablar con algunos ministros saltó que era hijo del "henriquezureñista" que todo mi familia cree que es abuelo mío… Y volvieron a decirle que me invitaban a la Isla. Pero como le dije: llegan tarde.

Mi dirección:

Enrique Zuleta Alvarez.

Ecuador 1324. 1ª B

1425 BUENOS AIRES

República Argentina.

Un fuerte abrazo de su ahora viejo amigo-

Enrique Zuleta Alvarez

 

Notas:

(1)   Se refiere a “Estudios griegos”, traducido por PHU, publicado como separatas en la revista México Moderno y finalmente recogida como libro, en Ediciones Cielonaranja, 2014.

(2)   “Pedro Henríquez Ureña y los Estados Unidos”, publicado en 1961 y reeditada por Cielonaranja en el 2012.

(3)   Del gran ensayista y traductor colombiano Rafael Gutiérrez Girardot, hemos compilado sus estudios sobre PHU en el 2012.

(4)   De Ceco: debe ser José Chez Checo, historiador dominicano.