La literatura, a través de la palabra, nunca está inerte, estancada o inmóvil, porque la lengua, siempre está en movimiento y en permanente estado de cambios. Desde la acción del sujeto, la lengua, en este caso, el discurso poético, está siempre en movimiento.

La lengua se mantiene en uso y transformación permanente, a partir de la acción del sujeto, en un contexto y tiempo determinados y, de eso, el sujeto-creador que nos corresponde estudiar en esta ocasión, tiene plena conciencia y actúa desde ese postulado.

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Ese poeta, usa la lengua desde su valor y su potencialidad estética, para deleitarse y deleitarnos. Hay aquí una sinfonía acústica, desde los pentagramas formales e informales de la palabra. Su significar traslimita la semanticidad de la metáfora, para transformarse en polifonía del discurso poético.

La pragmática del maestro, no nos abandona, por lo que, si he dicho que la poética de Odalís Guillermo Pérez Nina (San Cristóbal, República Dominicana,1952.), es vanguardista, debo aclararle a mis lectores qué es el movimiento vanguardista en la literatura, por lo que consulté la plataforma "Academia.edu", al respecto. Veamos:

(…)

"Aunque este movimiento es de naturaleza internacional, puede decirse que tuvo como epicentro la ciudad de París, y que llegó al mundo hispánico con un cierto retraso. Como punto de partida se suele señalar el manifiesto Non serviam (1914) de Huidobro, poeta pionero en el mundo hispánico tras su paso por la capital francesa. Grünfeld (1995) señala que será a partir de 1916 cuando estos movimientos vanguardistas empezarán a ser realmente productivos en Hispanoamérica, mientras que “habrá que esperar al menos a 1918, para hablar en España de vanguardismo. Éste empieza bajo la doble especie de creacionismo y de ultraísmo” (Valverde, 1986: 467).

Desde entonces, los intentos vanguardistas serán una constante en nuestras letras, aunque en este trabajo nos limitaremos al llamado “vanguardismo histórico”, que empieza a decaer en los años treinta (a causa de su propio agotamiento y de urgencias de carácter político) y que se puede dar como completamente concluido en 1936, al empezar la Guerra Civil española (Grünfel señala la fecha de 1935 para el ámbito hispánico).

En cuanto a sus características principales, sin duda “es el sentido efímero e incesante de la búsqueda de la novedad lo que define a la vanguardia”, una búsqueda que “supone una indeclinable actitud de rebeldía, de negación o contradicción de todo lo establecido y aceptado” (Oviedo, 2001: 290).

Esta búsqueda hace que los poetas vanguardistas adopten una actitud creativa, hasta entonces nunca vista, favoreciéndose la experimentación con el lenguaje, lo que resulta de particular interés para los estudiantes de lenguas".
(…)

Ver ensayo titulado "La poesía vanguardista en el aula de español como lengua extranjera (ELE)", pág.7/29, de Guillermo Molina (Zaragoza, 1983. Publicado en "Academia".edu ).

El poema queda expresado aquí como magia de la palabra que salta del imaginario del poeta, para incrustarse en la cadena escrita del creador, convertida en imagen, en signo, en giro multiforme del decir, para fijar la apuesta del poeta, revestida de la configuración semiotica del verso, en este caso, verso endecasílabo, que delata el dominio que tiene el sujeto-creador de la literatura clásica, o más bien, de la lírica tradicional, trabajada hoy, en este tiempo de transformaciones expresivas, latentes y emergentes.

En esta ocasión, estamos frente a un texto que no está dispuesto para cualquier lector. El texto mismo, de entrada, hace reclamo de un lector-crítico, vivo, que razone y que sepa lo que es atrapar la musicalidad de la lengua y hacerla suya, vivir y vivirla, desde la desnudez de su abierto esplendor y su semanticidad expresiva, innovadora.

Todo cuanto queda expresado aquí, es metapoesía, desde la metalengua, porque es palabra en uso por parte de sujeto-creador, en este caso, Odalís G. Pérez, para nombrar, nombrarnos y nombrarse.

Este es el nombrar de lo innombrado, y, así dar existencia a los que nos rodea o la que percibimos y/o sentimos, desde y por la acción de la lengua, convertida en decir y escritura de lo creado. No olvidemos que primero fue el verbo y el verbo dio paso a la vida o al mundo que nos rodea y en el que convivimos.

El poeta se constituye aquí en creador de las cosas desde la palabra, desde el verso. Verso que recorre todas las instancias del saber literario clásico, desde el verso endecasílabo, al lirismo ritualizado por la mirada amorosa del poeta que lo asume.

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Debí decirlo desde el principio, pero esta obra contiene una arquitectura gráfico-visual de ilustraciones hechas por el propio autor (Odalís G. Pérez), en su calidad de creador que domina la pintura y la simbología cromática, desde su particular dimensión estética.

Se trata de un libro que en su índice, nos trae un prólogo del filósofo e investigador, Dr. Fidel Munnigh, seguido de seis (6) extensos poemas:
Babel, pág. 15; Blasfemia, pág. 29; Retorno a los caminos, pág. 43; Presente en la memoria, pág.83; Palabrero: origen de las lenguas, pag105; Palabrero en vida; pág.111.

La palabra, en su dimensión de signo nombrante y nombrado, es su apuesta colectiva y personal, para edificar su poetizar. Su otra enunciación del contexto o su concepción de los contextos vividos y por vivir.

En esta obra se revela la voz de un creador multifacético; la un poeta-desmitificador de la imagen y del discurso. Es un creador crítico y reformador y cuestionador de su propio decir poético.

No es esta una poesía para lectores-zombies, ni para lectores-dormidos. Esta es una poesía para lectores vivos y que sepan mirar y mirarse, desde la lengua o desde nuestra lengua, en estas "Simientes de Babel" (2024).

Esta es la Babel que nos invoca la otra voz, la voz que nos ocultan detrás de los códigos dominantes de las voces invasoras y decadentes que hoy nos imponen en las escuelas estatales.

Aquí están aquellas voces que no quieren que escuchemos, porque delatan la barbarie de sus oficiantes y de sus fantasmas y demonios-orantes y que se ocultan detras de deficientes y engañosas políticas estatales, en nuestro sistema educativo nacional y que el poeta las desnuda, desde el discurso que circunda sus "Simientes de Babel", como arco poético que se mueve transfigurado en discurso poético.

El transcrítico literario Dr. Julio Cuevas y el Dr. Odalís G. Pérez.

He aquí al poeta develante…develado, reconstruyendo su decir sobre el mito y la memoria. He aquí a un creador develando nuestro pasado y nuestro presente que también es el suyo, desde la lengua, desde su Babel plurifónica, acusadora y sentenciosa.

Nos presenta la palabra-mirada, vista, imaginada y pensada, para ser edificada como palabra o como simientes de Bebel de los sonidos y de los sentidos.

Aquí se abre la Babel del palabrero o la Babel del decir, desde el augurio de las simientes de crear o imaginar lo nombrado y lo innombrado y, desde el signo, designar el mundo, su mundo, la refulgente osadía de la memoria.

Y como bien ha dicho el filósofo y académico e investigador dominicano, Fidel Munnigh, en el prólogo que le escribió a la obra:

(…)
"La palabra clave en la poética Odalís G. Pérez es la menoria". En su casocabe decir lo mismo que él ha dicho en sus estudios críticos sobre otros escritores y poetas de su patria, pues la suya es también una poética de la memoria insular".

"Esa memoria, cuyo intenso recorrido verbal se traduce en el texto, tiene por misión volver a fu dar el mundo".
(…). ver pág. 10, de la obra citada.

Antes de terminar este trabajo, debo asumir con responsabilidad estos criterios, y, una vez más, jugármela:

El día en que nuestros "autodenominados críticos literarios dominicanos", dejen lo personal y la politiquería, para escoger al ganador del Premio nacional de literatura en este país, veré el merecido reconocimiento a esta poética de Odalís G. Pérez, por su impacto en el contexto literario nacional e internacional, y se hará justicia.

No podía dejar de decir esa realidad, y, como yo no soy crítico literario, ni me interesa serlo, me sigo dando lujo de asumir mi responsabilidad pública, desde lo transliterario, ante la obra y frente al autor.

Cierro, volviendo al terreno de mi enfoque transcrítico, diciendo que en esta obra poética, el vanguardismo sobre el verso, es el canon que, a su vez, se convierte en anticanon y praxis escritural del poetizar de este sujeto-creador.

Aquí, la vanguardia es integrada al discurso, para edificar una poética del nosotros, como colectividad, a partir de una tinalidad musical y cadenciosa, contra el YO individual de la orfandad lastimera…que nada más procura comunicar, sin importarle la ritmicidad y la simbología de la palabra, desde el uso artístico de nuestra lengua.

El poeta y narrador Tamayero (neibero), Leonardo Nín; la licda doña Fedelina de Pérez, esposa del poeta e investigador, Odalís G. Pérez; el poeta, pintor e investigador y crítico literario, Dr. Odalís G. Pérez N.; la bibliotecóloga, licda. doña Altagracia Miledys Pérez Hilario, esposa del autor de este trabajo, Dr. Julio Cuevas.

En esta poética transformadora de la metáfora, el tiempo, la historia y la vida del Ser, interactúan juntos, dentro del juego fonológico que el autor integra a su poetizar, procurando que la vista, los oídos y los sentimientos, se abran ante el pentagrama de su acústica sinfónica, desde la lengua, desde su tratamiento estético fundante.

El Pastor, licdo. Dío Astacio, actual síndico municipal de Santo Domingo Este, mientras recibía un reconocimiento otorgado por la Organización Hispano-latina, con motivo de la XVta. feria del libro, en Miami, Florida, presidida por el Consejero en Chile, Lic. Apolinar Francisco Luciano (Homero). Le entregan, de izquierda a derecha, el lic. Wagner Jiménez, Vicepresidente de la Organización Cultural Hispano-latina ; el poeta, Dr. Odalís G. Pérez, vicepresidente y el autor de este trabajo, Dr. Julio Cuevas, Vicepresidente.